* Cruda y descarada maniobra para reelegir a Zaldívar
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez/@ortigoza2010
“Esos son pocos problemas para un hombre de carácter”, solía decir Gonzalo N. Santos, “El Alazán Tostado”, paradigma de la política chapucera y atrabiliaria de mediados del siglo XX, cuando se le presentaba un obstáculo legal para conseguir sus propósitos como cacique de horca y cuchillo.
En estos tiempos, transcurridos 21 años del siglo XXI, después de que parecía que el país había finalmente trascendido, dejado atrás el sistema autoritario, abusivo y a veces despótico del sistema priista, nos enfrentamos de pronto a situaciones que, lamentablemente, recuerdan en buena medida aquellos viejos tiempos.
Hacia las seis de la tarde de este jueves 15 de abril, retumbó en los medios de comunicación una noticia que dejó a muchos estupefactos:
La mayoría morenista en el Senado, con taimada maniobra, aprobó un artículo transitorio en la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, para ampliar a dos años más la permanencia de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea como presidente de la Suprema Corte de Justicia, una reelección metida por la puerta trasera en total oscuridad procesal.
El dos de enero de 2019, el primer día laboral del año, con los restos de la cruda por las celebraciones todavía evidentes, los ministros de la Corte eligieron a Zaldívar Lelo de Larrea como nuevo presidente de la Corte, con el periodo ordinario de cuatro años, que concluirá en 2022.
Todo, de acuerdo con los deseos del nuevo presidente de la República: siempre fueron evidentes las, digamos, excelentes relaciones entre el nuevo mandatario del país y el ministro Zaldívar.
El análisis brota por su propio peso: el presidente AMLO, en las últimas semanas, a lidiado con acontecimientos que podrán lesionar la ventaja de Morena, su partido, rumbo a los comicios parlamentarios y estatales del seis de junio.
Comenzó a tomar decisiones al respecto, y como en su tiempo hacía el cacique potosino de triste memoria, no se ha detenido en asuntos legales y constitucionales, menos de respeto a las formas.
Sus planes pueden frustrarse si pierde la mayoría en la Cámara de Diputados y si en 2022, con la salida de Zaldívar, los ministros eligen un presidente de la Corte menos proclive a doblar la cerviz que el actual.
Así las cosas, en sesión sorpresiva, de última hora, los senadores de Morena aprobaron el artículo transitorio que permitirá a una reelección de facto, para Zaldívar Lelo de Larrea, que culminará en 2024, el mismo año que el presidente AMLO deberá entregar el mando… si no ocurre otra cosa.
Para ajustar el plan ranchero, también se aprobó la prolongación del periodo de la Judicatura Federal, de cinco a siete años, faltaba más.
Ante esto, PAN, PRI y Movimiento Ciudadano (MC), calificaron la maniobra de “ïlegal, producto de albazo, engaño y agandalle” de la mayoría morenista, porque “nunca circuló” la propuesta entre senadores.
El senador panista Damián Zepeda juzgó eso como “golpe de Estado, un abuso y acto de corrupción” perpetrado por Morena y en engaño para tratar de ampliar el periodo de AMLO en la presidencia”.
Agregó que además, están queriendo dominar al Consejo de la Judicatura, que el artículo 100 de la Constitución dice que durarán cinco años y no pueden ser reelectos para periodo posterior, y les dan dos años más, a siete años.
Y todo, añade Zepeda, “se hizo a oscuras, sin decirle a nadie, por la puerta de atrás, leyéndolo, pero no publicándolo, pero más que nada, ilegal”.
Por su parte, Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano, demandó al presidente de la Corte, que “por decoro y dignidad no acepte esa aberración jurídica (porque) el transitorio no se discutió, no se informó, ni se incluyó en la Gaceta Parlamentaria. Es una reforma de grave envergadura que debíó haberse discutido con tiempo”.
Y en corrillos políticos, al caer la noche, lo que se comentaba era cómo se urdió “la primera maniobra para colocar piezas clave con miras a las verdaderas intenciones que encierra el trastupije: la reelección de AMLO ya camina.