TRANSICIÓN
La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles”. Frase de Fiódor Dostoyeski.
Oswaldo Villaseñor
Andrés Manuel esta a 10 días de dejar de ser presidente de la República. Llegó peleando y se irá peleando. No parece tener ganas de irse. No le ha dado ni el menor espacio en la toma de las decisiones a su futura sucesora Claudia Sheinbaum.
Es más, dicen que ni el Palacio Nacional le ha desalojado aún. Sus antecesores abandonaron la residencia oficial – antes Los Pinos- mínimo dos o 3 meses antes de dejar el poder. Andrés Manuel ni eso ha soltado.
Antier el presidente se volvió a pelear con los medios de comunicación a quienes culpó de exagerar la situación de violencia que sacude a Sinaloa. “No es cosa mayor” insiste el presidente.
Ayer ya no fueron los medios, sino se peleó con Estados Unidos a quien acusó de ser responsable de la ola de violencia que existe en Sinaloa.
Acusó que todo lo inició Estados Unidos al capturar a Ismael El Mayo Zambada. “Si antes de eso, en Sinaloa no existía la violencia desbordada”. Solo le faltó decir de manera textual que para que lo agarraron, si el gobierno mexicano nunca quiso hacerlo y además ellos no participaron tampoco en esta captura.
En fin, para muchos es una verdadera locura lo que hace Andrés Manuel cuando ya está a punto de abandonar el poder de manera formal. ¿Lo mantendrá de manera extra legal? Esa es sin duda su apuesta.
Lo cierto es que el presidente pelea y pelea todos los días como si acabara de llegar al poder o como si su poder fuera eterno.
Atender los problemas de país no es su prioridad ni su intención. El presidente prefiere buscar culpables en otros lados, pelear, acusar y justificar lo que no le interesa atender.
Sin embargo, en lo que al presidente le interesa, ahí sí es implacable con todo aquel que se le atraviese en el camino.
En su último mes de gobierno, logró lo que no pudo hacer en sus 5 años 9 meses que tenía en el poder. Aprobar la reforma judicial y ayer el Congreso en una sesión de mero trámite le aprobó el pase de la Guardia Nacional a la Sedena.
Mientras el país arde en medio de la violencia y la inestabilidad, el presidente gobierna como si fuera eterno y sigue concentrando todo el poder en la figura presidencial y quitándole “poder” al ciudadano.
Ahora va por la concentración del poder de la justicia y de paso de las armas. Si leyó bien, de las armas. El presidente no quiere que el pueblo se arme. Solo el brazo armado oficial y no oficial -el que entendió, entendió- del gobierno traerá armas. El pueblo no.
Insistimos, el país está que arde por la violencia, el ejército acepta que no depende de ellos garantizar la seguridad de los ciudadanos y ahora el presidente propone una reforma legal para endurecer los requisitos para que el pueblo porte un arma de fuego para su defensa personal, familiar y patrimonial.
La combinación perfecta. Controlar la seguridad y la inseguridad también y de paso tener al pueblo desarmado.
1.-El INEGI -que es una dependencia de gobierno- acaba de publicar su más reciente encuesta de percepción de inseguridad en la población.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó que el 73.6% de los mexicanos se sintió inseguro en el país entre marzo y abril de este año a causa de la delincuencia en las entidades en las que reside.
El año pasado, el número de delitos se estimó en 31.3 millones, de los cuales sólo el 10.4% fue denunciado por las víctimas y el Ministerio Público sólo abrió una carpeta de investigación en el 68% de los casos.
“Lo anterior implica que, del total de delitos ocurridos, 92.9% no se investigó por parte de las Fiscalías, precisó el Inegi.
La impunidad pues, es alta, porque las Fiscalías procuradoras de justicia ni siquiera investigan los delitos que se le denuncian, mucho menos aquellos que no.
Así la población en México se siente insegura por la incapacidad o complicidad de las instancias de prevención y procuración, que no hacen su chamba.
2.-¿Se debe armar la población para defender su vida, su casa y su familia en medio de tanta inseguridad, violencia e incapacidad del gobierno para prevenir e investigar los delitos? Pues qué cree.
Ya no se va a poder o será mucho más difícil.
Ayer el presidente propuso reformas a la Ley de Armas de Fuego y Explosivos.
¿Que busca o propone el presidente? Bueno dice que busca reforzar el control y regulación de armas de fuego en México.
Establecer medidas más estrictas sobre su posesión, uso, comercialización y transporte, tanto para fines deportivos como de seguridad pública y privada.
En fin quiere que el pueblo no se pueda armar de manera legal ni para defenderse así mismo.
Hasta los rifles para uso deportivo – de postas- y de aire comprimido tendrán que registrarse y será más estricto su uso.
El presidente quiere a un pueblo desarmado y de paso el control total de las armas.
3.-Ayer la Cámara de Diputados, aprobó reformas a 12 artículos de la Carta Magna para que la Secretaría de la Defensa Nacional asuma el control de la Guardia Nacional.
Esta medida fue tomada por muchos como un paso más en la militarización del país.
La diputada de Movimiento Ciudadano (MC) Laura Ballesteros advierte que los artículos que se reformaron como el 129 constitucional, “le van a dar todas las atribuciones a las Fuerzas Armadas para que puedan incidir en asuntos civiles en tiempos de paz”.
Así, Andrés Manuel quien está a punto de dejar de ser presidente de manera formal, da el siguiente paso para mantener el poder incluso cuando la política deje ya de funcionarle. Ahora lo hará con el poder de las armas, ante un pueblo desarmado y preso por el poder del gobierno y de la delincuencia. La legal y la ilegal también.
¿Y qué sigue?
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.- Culiacán sigue secuestrado. Hoy se cumplen 12 días de que la guerra entre chapos y mayos mantiene prácticamente secuestrada a la ciudad.
Ayer a plena luz del día -a punto de caer la noche- se asesinó a un puntero y se dejó herido a otro. En Concordia los delincuentes mantienen sitiado al municipio también.
Durante la noche se volvieron a registrar levantones y se dio el asesinato de tres personas.
La gente aun tiene miedo y se niega a llevar a sus hijos a las escuelas. El gober Rocha insiste en regresar a clases presenciales y pide a los padres confianza para lograr el objetivo.
En fin, Culiacán vive su día 12 de su nueva normalidad.
UN PASITO MÁS.- Donde sí estará que arde, es en el Congreso del Estado de Sinaloa. El pleito entre el gobierno y la UAS no cesa. Ni con el Estado incendiado por la violencia, el gobierno pareciera no temer a provocar otro incendio más. El de una revuelta estudiantil.
A las 10 de la mañana, el Congreso sesionará para aprobar reformas a la ley orgánica de la UAS. ¿No escucharon y desobedecen las recomendaciones del presidente Andrés Manuel o estamos ante otra versión de por arriba la política y por debajo…Boooolas?
Quién sabe, pero se espera otro zafarrancho en el Congreso.
Ayer los universitarios llamaron delincuentes, delincuentes a los diputados y de paso enarbolaron de nuevo su grito de batalla de “fuera Rocha, Fuera Rocha”.
Este tema que también surge desde Sinaloa, se suma a los que ya son de interés nacional y que muchos medios nacionales ya abordan.
¿Y las buenas noticias para cuando pues?
PASITO CHÉVERE.-
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