Anahí García Jáquez
Avonlea, Isla del Príncipe Eduardo. Fines del siglo XIX. Los hermanos Marilla y Matthew deciden adoptar un niño, pues ambos son solteros y sin hijos. Por una confusión, Ana Shirley llega a sus vidas en lugar de ese varón que esperaban y la transformación de su entorno está ya en marcha.
Ana la de Tejas Verdes es un trabajo de la escritora canadiense Lucy Maud Montgomery, quien utiliza como escenario el idílico y ficticio pueblo de Avonlea para contarnos en 8 volúmenes (siendo éste el primero llamado La llegada en algunas ediciones) la historia de una joven huérfana que, por azares del destino y unos errores en el orfanato donde ha vivido, va a dar a la granja de los hermanos Cuthbert, quienes pidieron específicamente un niño, puesto que requieren ayuda con las tareas propias del campo. Al verla llegar es inevitable la desilusión y por lo mismo, pretenden regresarla al orfanato pero todo eso cambia una vez que Ana comienza a interactuar con Marilla y Matthew, dos hermanos diametralmente opuestos: ella estricta e inflexible y él cariñoso y bondadoso. Ya que Ana se instala definitivamente, comienza su inmersión en Avonlea y como parte de ello está su ingreso a la escuela del pueblo, donde conoce a Diana, quien se convertirá en su mejor amiga y a Gilbert, con quien compite por ser la persona más inteligente de su clase.
A lo largo del texto, la autora nos presenta a una protagonista por demás entrañable, pues Ana es una chica inteligente que habla hasta por los codos y que posee una desbordada imaginación, la cual la lleva a ser idealista y, sobre todo, a ser tremendamente positiva.
Y es a través de estos rasgos de su personalidad que la autora nos habla de la importancia que tiene la actitud con la que enfrentamos la vida y, en el caso de Ana, cómo todo es más llevadero si le vemos el lado bueno a las cosas, pues así es como ella ha logrado sobrevivir y vencer todos los obstáculos que se le presenten, ya que es huérfana desde los dos años y ha tenido que jugar con las cartas que le tocaron.
Así también, se nos muestra cómo es que los lazos afectivos pueden llegar a ser más fuertes que los sanguíneos una vez que se crean, que es lo que sucede en este caso con Marilla y Matthew, quienes una vez que se abren a la posibilidad de ser padres adoptivos de esta niña, abren también su corazón y la unión entre ellos se da de forma natural. Además, se nos habla del valor de la amistad y cómo los amigos se convierten en la familia que uno escoge, y es justo lo que Ana encontrará en Diana y en Gilbert para sentirse completa y feliz.
Ana la de Tejas Verdes es un texto en el que el lector se topará con momentos conmovedores llenos de reflexión pero también con otros que son cómicos, puesto que Ana es muy ocurrente y vive grandes aventuras que siempre está generando en su mente que nunca para. Por momentos el ritmo se siente lento debido a las detalladas descripciones tanto de paisajes como de emociones o con diálogos que pecan de ser muy largos, pero con todo y eso, este libro representa una excelente opción dentro de las tantas que hay en la literatura para niños y adolescentes, pero que también puede ser disfrutada por adultos.
Hay que tener en cuenta la época en la que fue escrito y por lo mismo, las situaciones y los personajes se perciben como anticuadas pero, una vez que nos damos la oportunidad de conocer a Ana y su mundo, entraremos ahí y descubriremos que la felicidad y todas las cosas bellas de la vida son posibles, siempre y cuando estemos dispuestos a amar y creer.
Ana la de Tejas Verdes. Lucy Maud Montgomery. 1908. Editorial Ediciones Urano México.