Francisco Gómez Maza
• Decididos, los “machuchones”, a atacar con todo
• Claro, con el apoyo de su servidumbre mediática
Mucho antes de que se celebrara la jornada electoral de julio de 2018, les advertí de que, si ganaba AMLO en esta ocasión, sus enemigos del empresariado corporativo y albiceleste, los “machuchones”, como les llama él en el florido lenguaje tropical, y todos los frentes de la derecha panista, yunquista, murista, las hijas de maría y de la vela perpetua, los curas cristeros en pleno, con el apoyo de intelectuales orgánicos, no lo dejarían gobernar.
Pretextaban y siguen pretextando que el tabasqueño llevaría, y llevará, “si lo dejamos”, a México al comunismo de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Los herederos de aquellos católicos prominentes, ricos empresarios, de misa y olla que, a mediados de la década de los 60, realizaron la campaña de “Cristianismo, Sí. Comunismo, No”, estaban de vuelta, ahora con el objetivo de parar a López Obrador y su comunista Cuarta Transformación.
Es más, recuerdo que advertí que los empresarios de la extrema derecha harían hasta lo imposible para derrocarlo, alentando, inclusive, un golpe de estado con el apoyo obvio de entidades cobijadas por el Departamento de Estado, que ahora encabeza el demócrata Antony Blinken. No les importó la democrática elección del político tabasqueño por un impresionante cúmulo de sufragios, nunca antes visto en el devenir electoral de México. Simplemente no lo quieren en La Silla y no descansarán en lo que resta del sexenio.
La escalada en la que los misiles del Señor X y los intelectuales orgánicos del salinismo, así como columnistas amamantados por el Viejo Régimen, no cejan; son cotidianos y llenos de una sarta de mentiras, como lo sugiere Carlos Alazraki, el “filósofo” de la propaganda desplegada por la oposición contra el proyecto de la Cuarta Transformación.
Los ataques van a fondo, aunque no resistan ningún análisis de contenido, a sabiendas de que están plagados de información falsa o falseada.
Los intensos esfuerzos de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, a través de una empresa que opera con fachada de agencia de noticias y que responde a la marca Latinus, por deteriorar la imagen y la fama de López Obrador, se intensificaron con la divulgación de un contradictorio “reportaje periodístico”, acusando al hijo mayor del presidente, el abogado José Ramón López Beltrán, de corrupción y conflicto de interés, affaire ya muy publicitado, campaña que aún persiste, pese a que demostró una profunda inconsistencia periodística.
Sin embargo, este sábado 19 de febrero, se pudo conocer que medios como la Política Online y Dossier Político divulgaron una versión referida a “los negocios” de otro hijo de AMLO, Andy López Beltrán, en la ciudad de Nueva York, relativos a un presunto restaurante y a Chocolate Rocío, pero sin señalar, ni precisar, en dónde estaría el delito o los delitos del familiar del Presidente.
Los reportes de LPO y Dossier Político están plagados de versiones no confirmadas, presunciones sin fuente informativa, presuntas investigaciones alrededor de la familia presidencial; inclusive se refieren a una eventual contratación, obviamente por alguien del grupo opositor, de ex agentes del FBI para continuar la investigación, en Estados Unidos, en torno a la ya famosa y popular “Casa Gris” de Houston, entre otros temas relacionados con la estrategia del golpeteo.
LPO recuerda que, en las últimas dos semanas, AMLO se enfocó en atacar personalmente a Carlos Loret de Mola, el “periodista” que presentó, desde Latinus, el informe sobre la “casa gris” de José Ramón, “propiedad de un alto directivo de Baker Hughes, empresa contratista de Pemex.” Un reporte plagado de mentiras.
El medio digital recuerda que, en uno de esos cruces mediáticos, Loret le respondió al Presidente, en uno de los textos que le publica el diario El Universal, que quizás era hora de hablar de su hijo Andy. “Un comentario que se sintió como un golpe al mentón en Palacio Nacional”, especula el redactor de La Política Online.
El periódico El Financiero, por su parte, divulgó que la polémica casa “de” José Ramón sigue dando de qué hablar “y es que, pese a que la esposa, Carolyn Adams, dijo que rentó la vivienda con toda formalidad y bajo las reglas de Estados Unidos, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) tiene otros datos.”
En un comunicado, publica El Financiero, la organización civil del Señor X informó que la renta del inmueble no fue registrada en el sistema de bienes raíces de Texas.
Pero los “informes” divulgados adolecen de serias inconsistencias, medias verdades, presunciones, y pueden ser calificados, abiertamente, de lo que ahora se conoce como fake news, que en realidad son mentiras lanzadas para socavar la imagen del enemigo, en este caso, el presidente López Obrador y la Cuarta Transformación.
Y así continuará esta trama. Se trata de influir en los simpatizantes del tabasqueño, inyectándoles la vacuna de la desconfianza para posicionarse en las elecciones presidenciales de 2024.
Los golpeteos contra el cambio, la transformación, ocurren siempre, en cualquier parte del mundo, cuando un viejo régimen está agonizante y quienes perdieron privilegios y perdieron electoralmente intentan reagruparse para ir por la venganza. Nada de qué escandalizarse. Así es la política. No la ciencia política, por supuesto.