· Desde la gran crisis del 81 se habla de ella
· Es para taparle el ojo al macho, dice el tío
Austeridad… Cuántas veces hemos escuchado esta palabra inexistente, fantasiosa, de boca de gobernantes mexicanos. Pero como diría el tío, sólo es para taparle el ojo al macho. El tío era arriero que transportaba zontes de panela (piloncillo) de la finca de su padre a los mercados de la capital.
Los indios y campesinos con los que el tío se encontraba en los caminos de herradura, y los que trabajaban al servicio de su padre en aquella floreciente hacienda, vaya que vivían la verdadera austeridad. Lo mismo puede decirse de los millones de trabajadores asalariados producto de la reforma laboral. Comían sólo una vez al día.
Ya se ha vuelto histórica esa compulsión de los gobernantes mexicanos por la austeridad – los únicos austeros son las mayorías de trabajadores empleados y por supuesto que más los desempleados – para calmar las inquietudes emocionales, los ánimos enojados del colectivo imaginario; de ese colectivo imaginario llamado pueblo, una palabra para ocultar la pobreza y la miseria de millones de personas – individuos de carne y hueso, cuya vida diaria rebasa el demagógico concepto de austeridad republicana.
Las condiciones económico financieras del mundo, ahora dicen que en crisis – yo no lo creo, porque los grandes capitalistas del mundo jamás estarán en crisis -, y no las del mercado interno mexicano, están obligando a los gobiernos, y obviamente que al de México, a realizar campañas de austeridad; de cuidado los dineros del Erario. Pero, como decía el susodicho tío, sólo para taparle el ojo al macho. Como que aquel tío sabía de lo que estaba hablando.
La experiencia de este reportero, que ha visto tanto en medio siglo por lo menos de ver la realidad mexicana y conocer a los políticos, mañosos políticos, indica que sólo se habla0 de austeridad para impactar a la llamada opinión pública, que ya no se la traga toda. Se habla de austeridad mientras las noticias de la prensa sobre la crisis económica se publican en la primera plana o en los espacios más destacados de la radio y la tele. Cuando pasan a las páginas interiores, secundarias, la se archiva y los siguen gastando más que un jekemir de los países de Asia Menor. Claro, continúa la austeridad en los salarios de los trabajadores, de la gente jodida.
Pero si usted toma conciencia, las clases dominadas, explotadas, siempre han estado en crisis. Y siempre, eternamente, hasta en el camposanto, han vivido en la austeridad más supina. Sólo los políticos hablan de austeridad, porque no la conocen. Y aunque hablen nunca se taparán sólo hasta donde dé la sábana, porque la sábana con la que se tapan es inmensa.
Seamos realistas. Seamos honestos, señores economistas hacendarios y del banco central. La crisis no estalló con la devaluación del yuan, hace unos días. La economía mexicana lleva décadas de estar en crisis. Que yo recuerde. Y la crisis se agudizó hace 34 años, desde cuando las arcas nacionales se quedaron vacías. ¿Verdad Chucho Silva Herzog? Ojalá que me estés leyendo, genial economista.
Los chinos depreciaron su moneda porque así convenía a sus intereses, su economía estaba muy caliente y había que bajarle la presión a la olla. Y con ello están mandando un mensaje al mundo occidental capitalista. Le están diciendo que la china es la economía que va mandar al mundo en un futuro nada lejano. Bueno. Ya los gringos le deben a los chinos trillones de dólares en préstamos que han contratado con los comunistas.
No es mala idea, sin embargo, que el presidente insista en que el aparato burocrático entre en austeridad. Sin embargo, los del primer círculo, los que no se manchan los zapatos o zapatillas en el lodo de las inundaciones, no conocen ni conocerán la austeridad. Se los juro. ¿O sí, Videgaray; o sí, Claudia Ruiz, o sí Jesús Zambrano, o sí Chucho Ortega? ¿O sí, presidente?
Pero bueno. Enfaticemos el anuncio de que, dentro de las 10 medidas anunciadas por el presidente durante su mensaje de este miércoles en palacio nacional, “se contemple” el compromiso del Gobierno de la República con la austeridad presupuestal.
Pero no pasa de ser un anuncio mediático. La clase política mexicana no conoce en la práctica qué es la austeridad. Ya los estoy viendo…
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