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Ah, los derechos humanos, sacrosantos derechos humanos. A honras de ellos se han cometido y se siguen cometiendo las peores aberraciones. Ahora, son el pretexto de Barack Obama para atacar al pueblo Sirio, que no a Al Assad, a quien Occidente acusa de haber empleado armas químicas contra sus opositores, versión desmentida por Moscú, que asegura tener las pruebas de la mentira.
Barruntos de guerra y el resurgimiento de la Guerra Fría protagonizada, después de San Francisco, hace ya 68 años, por la desaparecida URSS y EUA, confrontación zanjada con la caída del Muro de Berlín, la desaparición de Politburó Soviético y el derrumbe del comunismo internacional.
En la actual crisis, de la cual México no se libra, como veremos, todo es contradictorio. Pareciera que el presidente Obama se metió, como un bulldog francés – impulsado por las “democracias” europeas, principalmente la imperial Gran Bretaña y la por el momento socialista Francia, en una supervía, donde el vértigo de la velocidad de los automóviles sólo garantiza ser masacrado.
En realidad, como lo estima el analista George Friedman, de la consultora en asuntos estratégicos, Stratfor, Obama no tiene ningún interés, y menos primordial, en Siria. Ha sido hostil al régimen de Al Assad, por su gran simpatía hacia los insurgentes sunitas, muy proclives al american apapacho, pero cree, y no sin razón, que la caída del régimen de Damasco, en vez de conducir a un sistema democrático al estilo americano, llevaría a entronizar y legitimar a los “terroristas” de Al Qaeda. Y si el Pentágono aún no puede exterminar a los iraquíes y los afganos revolucionarios, imagine un tercer y poderoso enemigo convertido en gobierno, como los soldados del legendario Osama Bin Laden.
El inquilino de la White House ha sido víctima de los poderosos grupos derechistas de Washington, que siempre utilizan la defensa de los derechos humanos a favor de sus intereses personales y de grupo. Los “defensores” han dado cuerda al simpático presidente, que atizado por sus socios extranjeros, Cameron y Hollande, y Turquía, cree que no tiene otra opción más que escarmentar a Al Assad. No tumbarlo por miedo a Al Qaeda. Y con la bandera de la defensa de los derechos humanos – Rusia asegura que la acusación de Washington a Siria de emplear armas químicas contra su pueblo es una mentira -, el Congreso ya le autorizó al Ejecutivo un ataque aéreo sobre Damasco, que inclusive podría ser ejecutado por drones, bombarderos no tripulados, manejados a control remoto desde el Pentágono.
Pero Rusia es un gran escollo para los planes de Washington. Los rusos han estado construyendo su credibilidad a través del Oriente Medio y Europa Oriental sobre la base de la debilidad estadounidense en la región y no tienen ninguna razón para salvar a Obama, quien camina hacia Damasco en la cuerda floja.
Y qué nos va o nos viene a los mexicanos lo que ocurre en Asia Menor. Siria está muy lejos de Los Pinos. Pero… pero está muy cerquita de Petróleos Mexicanos… Y el petróleo es, hoy por hoy, la principal prioridad de la agenda nacional, la del presidente Peña Nieto que busca inversiones extranjeras en Pemex y la de sus opositores, que lo acusan de que sus planes son vender la empresa.
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