Francisco Gómez Maza
• Muchas personas mueren de muerte natural, por ignorancia; no se cuidan
• Miles, asesinados por las delincuencias organizada o gubernamental
Por ahí leí el otro día, queridos lectores, que en México todos los días son días de muertos, sólo que el cempasúchitl nada más se da en los meses de octubre y noviembre y generalmente en las grandes plantaciones de entre Michoacán y Guanajuato se utiliza para alimento de los animales. Y hay pruebas de que todos los días son días de difuntos, gente que se va a vivir debajo de la tierra como dice el poeta Jaime Sabines, En los anfiteatros de los grandes hospitales puede verse y olerse la muerte cotidiana natural, por enfermedades y curiosamente los pacientes, aunque estén enfermos de cualquier otra enfermedad, mueren de neumonía por las condiciones de insalubridad de los nosocomios ya sean públicos o particulares, ya sean pobres o de gran lujo.
Pero estas que les digo son muertes naturales. No. Ahora que todo el mundo celebra a los muertos con flores y ofrendas en altares vistosos repletos de alimentos y las chucherías que gustaba el muerto en vida, hay otras muertes que podríamos decir que no son naturales sino provocadas por la avaricia de la delincuencia organizada en cárteles generalmente dedicados al comercio de drogas prohibidas, que si no estuvieran prohibidas no causarían tanta muerte., y la delincuencia hecha gobierno, que también tiene sus avaricias y por estas avaricias elimina a muchos soterradamente, a la vista gorda de los encargados de la seguridad pública, o la seguridad pública misma elimina enemigos declarados o no, tareas de limpieza social, política y económica..
La violencia y las muertes vinculadas a la impunidad del narcotráfico en el México gobernado por Enrique Peña Nieto, por ejemplo, de acuerdo con reportes periodísticos, han roto sus propios récords. Enero del 2017 ha sido el mes con más ejecutados en lo que va de su administración federal, a partir de diciembre del 2012: 3 mil 7 muertos con violencia dan cuenta de ello.
Cuatro años de violencia que se extiende hacia el ocaso del sexenio priista. El crecimiento de las estructuras del narcotráfico y el crimen organizado, el asentamiento de cárteles como Jalisco Nueva Generación en el norte del País, los enfrentamientos en el cártel de Sinaloa producto de la lucha por el ilícito poder ante la extradición de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, y una evidente incapacidad del Gobierno Federal para investigar, detener y desactivar estas bases criminales, entre otros factores que no funcionan al no existir una evidente política integral de combate a la inseguridad, dan como resultado 90 mil 649 ejecutados en 50 meses de gobierno de Enrique Peña Nieto, de diciembre de 2012 a enero de 2017.
Los asesinatos en México han escalado prácticamente cada año del gobierno del priista de Enrique Peña Nieto, incluso por encima de los documentados en el sexenio del ex presidente de la República de extracción panista y autor de la “guerra contra el narco”, Felipe Calderón Hinojosa. Según bases de datos de la Secretaría de Gobernación, de Procuradurías de Justicia estatales y los reportes de defunciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en lo que va del gobierno –sin contar desaparecidos– suman 90 mil 694 muertes violentas, la mayoría relacionadas con el crimen organizado.
Es decir que juntando las cifras de muerte que han dejado los dos últimos sexenios, el vigente emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del anterior por el Partido Acción Nacional (PAN), México ha sufrido 212 mil 377 víctimas de la violencia y de la incompetencia gubernamental.
Los números no mienten. Uno más uno son dos. En el sexenio de Enrique Peña Nieto, cada año la violencia reflejada en las víctimas mortales ha aumentado. Si la tendencia se mantiene, Peña dejará un país igual o un poco más ensangrentado que Calderón. La estadística de ejecutados en lo que va del sexenio de
Enrique Peña Nieto, se integra así:
Diciembre 2012: Mil 999 ejecutados.
2013, 23 mil 63 víctimas.
2014, 20 mil 10.
2015, 20 mil 525 muertes violentas.
2016, 22 mil 935, ubicándolo como uno el año más violento de la era priista, a la fecha.
Enero 2017, 3 mil 6 víctimas fatales.
Total: 90 mil 694 homicidios dolosos.
“Vamos a cumplir dos sexenios con una misma política que nos ha llevado a los peores números en materia de homicidios en la historia contemporánea de este país”, son las palabras de Ernesto López Portillo, consultor en Seguridad Ciudadana y Reforma Policial en la Ciudad de México.
El también fundador de la asociación civil Instituto para la Seguridad y Democracia, sostiene que la tendencia de violencia habla de un “riesgo de que México pase del umbral de violencia endémica y se vaya a un umbral más grave, que es de conflicto armado, como El Salvador”.
“En el cierre de 2016, se incrementaron los homicidios de 22 por ciento…un incremento del 51 por ciento en ejecuciones del crimen organizado”, explica Santiago Roel, directivo del proyecto Semáforo Delictivo, dedicado a estudiar el comportamiento de inseguridad en México.
“En Semáforo de Ejecuciones, publicamos un estudio de homicidios desde 1945 a la fecha, vemos que iba descendiendo la tasa de homicidio desde 1995, pero es en 2007 cuando arranca la Iniciativa Mérida y la guerra contra las drogas de Felipe Calderón, se dispara esto exponencialmente después de tres años. Para 2011, tocamos un récord de 24 homicidios por cada 100 mil habitantes, cuando habíamos logrado bajar hasta casi ocho”, analiza el académico. Y estos diez meses de 201t si decimos que ya van 30 mil muertos nos quedamos cortos.
Así que, amigos, celebren a sus muertos con la conciencia de que hay miles de mujeres, niños, jóvenes abuelos, entre otra parentela, que seguramente celebrarán esta festividad con mucho llanto porque a sus muertos el gobierno de Peña los marcó como desaparecidos extraviados y a otros, como los 43 estudiantes de Ayotzinapa ni siquiera reconoce estén vivos en alguna asquerosa mazmorra de la soldadesca.
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