Francisco Gómez Maza
• Si al presidente le va bien, le va bien al Sinaloense
• Los priistas no tienen por qué criticar al gobernador
Pero qué les queda por hacer a los próceres priistas si son huérfanos de un partido cascajo, cadavérico con hedor a flores panteoneras podridas, como los oligarcas venezolanos, como los oligarcas que ahora están en el poder en Brasil, como los trumpianos golpistas, sólo que los priistas mexicanos fueron tan tan corruptos, tan simuladores, tan cínicos, tan impunes, que ya nadie los quiso y los arrumbó en el basurero de su propia historia, la negra historia de una agencia de colocaciones (más que un partido político) de facinerosos, desde el triunfo de la llamada revolución mexicana.
Y ahora ya ni les queda aliarse con el PAN porque este partido, fundado por Manuel Gómez Morin, uno de los Siete Sabios de México y verdaderos héroes de la oposición, que lucharon por un partido de contrapeso al partido fundado por gente de la calaña de Plutarco Elías Calles, está también al borde de la tumba, con un jovenzuelo ignorante y pretencioso a la cabeza, tan ignorante, que el ignorante de Felipe Calderón lo desdeñó y ahora va a fundar su propio negocio partidario poniendo por delante a Margarita Zavala, su mujer. Por cierto, el partido se llama Cuba Libre… Perdón: México Libre.
De qué se quejan los próceres del priismo en total decadencia, cuando un priista inteligente, político, reconoce su derrota personal como priista, y me refiero al gobernador de mi querido Sinaloa, tierra de mis amores, Quirino Ordaz Coppel, quien sí sabe comportarse a la altura de las circunstancias.
No le queda de otra a don Quirino. Además, es inteligente, sabe lo que no quiere y sabe lo que quiere. Su partido no le reditúa nada, no le promete nada, porque el PRI está muerto, es la nada. Es su propia sombra. Es polvo y ceniza. Y a pesar de ello, los que encabezan el cadavérico PRI se escandalizan de que el mandatario sinaloense les diga a sus paisanos que con el presidente Andrés Manuel López Obrador les va a ir “a toda madre”. Pues claro que les va a ir a toda madre, aunque los derechairos escupan bilis porque quien gobierna y manda aquí es el tabasqueño y lo tildan de “pendejo”, aunque afortunadamente es un grupito de pobrecitos seguidores de Juan Guaidó, el que se autoproclamó presidente de Venezuela por órdenes del Departamento de Estado.
“Con usted nos va a ir a toda madre. Uno tiene que hablar como es y decir las cosas como son, el presidente ha sido un hombre que lo que dice, lo cumple, lo que promete, lo hace”, afirmó el gobernador sinaloense, sin ningún tapujo porque no hay nadie que lo pueda callar dentro del PRI. Además, en un evento oficial para revisar los avances de la presa Santa María en esa zona, el gobernador del estado reconoció a los programas sociales del gobierno federal. Y eso no fue todo, sino que en dos ocasiones, el priista pidió un aplauso para el mandatario federal a los presentes en la sede del comisariado ejidal de “El Rosario”.
Sinvergüenzas que son los panteoneros priistas quienes se atrevieron a cuestionar a Don Quirino – a quien le preocupa en lo más mínimo lo que digan los fantasmas tricolores -. Son polvo y ceniza, como la ceniza del miércoles santo que les recuerda a los fieles católicos que polvo son y en polvo se convertirán. A don Quirino sólo le queda tomar partido con el presidente de la república, porque yéndole bien al tabasqueño le irá mejor al sinaloense, aún sin El Chapo benefactor de los pueblos pobres de la región.
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