Francisco Gómez Maza
• Sigue el gobierno criminalizando a los indocumentados
• Para el gobierno de México es un problema de seguridad
Centroamericanos que huyen de la miseria, de la delincuencia, del h hambre, y se convierten en víctimas del tráfico de persona.
Según Ramón Márquez, director de “La 72” una casa que auxilia a quienes se aventuran a entrar a México por donde pueden y espera a La Bestia para que los vaya trasladando hacia el norte del país con la ilusión del sueño americano, en México, lo menos que les cobran, tan sólo para pasar de territorio guatemalteco a Tenosique, Tabasco, son 8,000 pesos. Imagine lo que tienen que pagar a los tratantes en su trayecto de Tabasco a cualquier lugar de la frontera norte.
Y se van exponiendo la muerte, sobre todo aquellos que tienen la desgracia de caer en manos de los esbirros de la delincuencia organizada. Por cierto la casa hogar del migrante de Tenosique se llama “La 72” en recuerdo de los 72 centroamericanos que fueron masacrados, hace seis años, en la población tamaulipeca de San Fernando, un crimen de lesa humanidad que ha quedado impune como muchos. En la masacre de San Fernando, ocurrida el 21 de agosto de 2010 murieron 72 personas. Hasta la fecha hay 11 restos humanos no identificados.
De acuerdo con un reporte de El Universal, la mayoría de los migrantes albergados en La 72 son originarios de Honduras, Guatemala y algunos países sudamericanos. Muchos huyen de la violencia o de grupos del crimen organizado, por lo que se les brinda asesoría legal. En este refugio para migrantes la tragedia de San Fernando, Tamaulipas, sigue presente. Pero no muere el sueño americano. Quieren ir a probar los trabajos que los estadounidenses no están dispuestos a hacer,
Los centroamericanos que esperan la llegada de “La Bestia” – el ferrocarril que viene de Chiapas con cargamentos de fruta – para seguir su sueño no la olvidan. Por aquí atraviesa el Usumacinta, uno de los ríos más caudalosos del país, y es también uno de los lugares con más presencia de indocumentados por ser frontera con Guatemala. Esta casa del migrante La 72 nació en honor a los muertos en San Fernando y decidieron nombrarla con el sexo femenino para resaltar el valor de las mujeres migrantes.
Al ingresar, un gigantesco mapa de México da la bienvenida. Traza toda la ruta que los llevará al norte, con los albergues que pueden ayudarlos a lo largo del país. De lado izquierdo: un altar en forma de iglesia con 72 cruces hechas con madera de la región, en honor a los hombres y mujeres migrantes que los antecedieron y fueron asesinados el 21 de agosto de 2010, aunque la noticia se conoció el día 23. No es cualquier hogar.
Por todas partes hay murales alusivos a los 72 migrantes muertos en San Fernando hechos por indocumentados o por artistas de la región. Uno de ellos es el que se ubica en el dormitorio de hombres, donde sólo se ven pies que reflejan el dolor de caminar cientos de kilómetros; otros más la muerte o un mapa de los Estados Unidos, en el que resaltan los nombres de las ciudades en donde hay más indocumentados.
El director de la Casa del Migrante La 72, Ramón Márquez, les confiesa a los reporteros de El Universal que las cosas no han cambiado para los migrantes; por el contrario, han empeorado porque el gobierno mexicano toma la política migratoria como seguridad nacional y no como una política de derechos humanos, lo que hace que el territorio se convierta en un auténtico infierno para los centroamericanos.
Las personas aún son víctimas de todo tipo de delito: secuestros, desapariciones, asesinatos y esto no hace nada más que crecer; desde nuestro trabajo diario podemos decir que está tremendamente insensibilizado”, advierte.
El refugio cuenta con asesoría de consulados, área para deporte y una zona acondicionada con teléfonos y computadoras para que los migrantes puedan llamar y seguir en contacto con sus familiares. También hay extranjeros: españoles, norteamericanos y sudamericanos que hacen trabajo de voluntariado.
Según Jorge Zavala, jefe de oficina de terreno del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) —cuyo trabajo inició en Tenosique apenas en noviembre del año pasado— en el primer semestre de 2016 se han atendido 320 solicitudes de ciudadanos extranjeros que buscan la protección del gobierno mexicano.
En 2015 fueron 150 en todo el año. “Esta oficina se abre en respuesta al incremento del número de personas que huyen de situaciones de violencia, principalmente en esa ruta de Honduras y de El Salvador.
Realizamos un trabajo cercano a las casas de los migrantes y los albergues de la sociedad civil que se encuentran en el área de cobertura El número de personas que cruzan la frontera se ha mantenido en los últimos años, incluso parecería, de acuerdo con la información de las casas de Migrantes, que hay un incremento y esto también se está dando en el número de solicitudes de la Comisión de Refugiados que se están recibiendo en México”.
Ante todo este panorama que viven los migrantes y refugiados, el director de La 72 sólo pide al gobierno mexicano mayor sensibilización: “Este tráfico de personas está pagando a todo tipo de elementos que están involucrados dentro del negocio con personas inmigrantes y refugiadas, las personas están buscando otras rutas un poco más seguras”.
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