• Se traga el fisco 80% de sus ingresos
• La verdad, está ya harto privatizada
Asegura Enrique Peña Nieto que Pemex no se privatizará ni se venderá, sino que se trasformará y modernizará para elevar su productividad. Pero… pero quién castra a Pemex y no le permite ser moderna y productiva.
Usted debe saber ya que Petróleos Mexicanos opera por conducto de un corporativo (holding, le dicen los gringos) y cuatro organismos subsidiarios con participación de capitalistas particulares:
Pemex Exploración y Producción; Pemex Refinación; Pemex Gas y Petroquímica Básica y Pemex Petroquímica. Además, la holding y sus cuatro organismos subsidiarios tienen participación accionaria en 40 compañías, privatizadas en lo pasado. De éstas, cuatro son de participación estatal mayoritaria – Petróleos Mexicanos o alguno de sus organismos subsidiarios posee más del 51% de su capital -: PMI Comercio Internacional, Compañía Mexicana de Exploraciones, Instalaciones Inmobiliarias para Industrias y III Servicios, todas sociedades anónimas de capital variable.
Petróleos Mexicanos, pues, está ya harto privatizada y, pese a ello, es ineficiente, improductiva, en lo que debe de tener, indudablemente, l culpa la Secretaría de Hacienda, perversa esponja que exprime al máximo las ganancias de la petrolera.
Sólo en enero de este año, Pemex entregó al fisco, por impuestos, derechos y aprovechamientos, 78 mil 859 millones de pesos; es decir, el 62 por ciento de los ingresos obtenidos en ese mes (127 mil 39 millones de pesos.)
El régimen fiscal propicia que Pemex registre pérdidas multimillonarias. En la “Docena trágica”, entregó a Hacienda más de 7,000.000,000 de pesos. Este latrocinio ha mermado sus rendimientos netos. De 2001 a 2012, acumuló pérdidas por 565 mil 511 millones de pesos.
Y en tanto, Hacienda mantiene esquemas fiscales de privilegio para monopolios que ofrecen servicios malos y caros; que no pagan los impuestos que debieran y tienen entre sus socios a las personas más ricas del mudo:
Datos de sobra conocidos revelan que el monto evadido y eludido es incuantificable, pero de entre los que se aprovechan de ella están 400 grupos propietarios de cuatro mil 862 empresas, que en 2009 sólo pagaron 85 mil millones de pesos por ingresos acumulados de cuatro mil millones 960 mil pesos, apenas el 1.71 por ciento.
Alsea (Domino’s Pizza, Starbucks Coffee, Burger King), América Móvil (AMX), Cablevisión, Cemex, Corporación Moctezuma, Cydsa, Elektra, Femsa, Carso, Gigante, México, Modelo, Gruma, ICA, Kimberly Clark de México, Kuo, Coca-Cola FEMSA, Nutrisa, Peñoles, Corporación San Luis, Telecom, Televisa, Grupo Transportación Marítima Mexicana, Xignus y TV Azteca son los consentidos de Hacienda.
Mientras, como es contribuyente cautiva y facilona de esquilmar, Pemex destina más del 80% de sus ingresos al gasto total del gobierno. Y así, Pemex no puede sostenerse. Al no contar con un nuevo régimen fiscal, la petrolera no puede invertir en infraestructura, investigación y desarrollo.
Sólo como dato comparativo, Petrobras, empresa líder en América Latina, destina entre el 33 y 36% de sus ingresos al fisco. Razonable, ¿no? Lo que le falta, pues, a Pemex, antes de pensar en la participación de capitalistas extranjeros para “trasformarla”, “modernizarla”, hacerla “productiva” (no estamos en contra de esta política; al final del día, lo que menos importa es la propiedad si hay responsable vigilancia gubernamental) es autonomía presupuestal para destinar sus ingresos a exploración y producción, mejor comercialización, mantenimiento y ampliación.
Pero desde el boom (1976 – 1982), los ingresos de Pemex no se invierten; sus administradores no le han permitido aprovechar los recursos del precio del tambo para revertir deficiencias y rezagos, instalar refinerías, modernizar ductos, incentivar investigación y desarrollo tecnológico, o promover la petroquímica. Por qué. Porque casi todo se lo engulle Hacienda.
fgomezmaza@analisisafondo.com