Francisco Gómez Maza
• Ahora van contra Moreno Valle y su esposa y alfil
• Piden panistas que se investigue si son responsables
Sus enemigos gratuitos – aquellos priistas que ya no podrán hacer millonarios “negocios”; los albicelestes que ya no tendrán mucho espacio para privilegiar a los oligarcas y gozar de los moches; los seudo periodistas que ya no podrán recibir millonarias órdenes de inserción por publicidad oficial o gacetillas disfrazadas de notas informativas, y toda esa pobretada seudo clasemediera, ignorante, sicótica, que responde a la campaña amlofóbica por el miedo de que los vayan a despojar de sus propiedades, de su familia, de sus niños, porque con Andrés Manuel México se va a volver comunista, como Cuba o Venezuela, pueden acusarlo de todo, de lo que quieran, de lo que su mente enferma imagine, menos de ladrón.
Pero, así como los sospechosistas se fijan en el presidente electo, tendrían que reparar en otros próceres que, esos sí, son señalados de estar en la cuerda floja de la corrupción. Es el caso del ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y su esposa, gobernadora electa del mismo estado, Martha Érika Alonso, por presunta asociación delictuosa en el robo de combustibles de los ductos de Petróleos Mexicanos. El llamado huachicoleo.
Sus mismos correligionarios, como el senador y ex gobernador de Baja California, Ernesto Ruffo Appel, han invitado al matrimonio Moreno Valle Alonso a deslindarse de tales acusaciones. Gravísimas, en momentos en que corre el rumor de que Rafael busca la dirección del Comité Ejecutivo Nacional de su partido (que con este escandalito ya se le cebó), y la mujer se prepara para tomar posesión del negocio que le hereda su marido en la casa de gobierno poblana. Tanto Rafael como Martha Érika deben dar una explicación. Se los pide un panista de hueso colorado, quien por cierto nunca pudo con la corrupción en el estado que gobernó entre 1989 y 1995.
El diario de ascendencia regia, Reforma, difundió en su página digital de este lunes que legisladores y dirigentes partidistas se manifestaron a favor de que se investiguen los presuntos nexos entre el morenovallismo y el clan de los hermanos Valencia Ávila, vinculado con el robo de combustible en Puebla.
El asunto debe ser investigado para que se corrobore la información, o se les exonere a los susodichos políticos panistas, que del PRI pasaron a los brazos de Elba Esther Gordillo, y de ahí al virreinato poblano. Eso, la investigación de la conducta sospechosamente criminal es muy importante para ellos y para la confianza de quienes votaron por Érika, cuyo único capital político se llama Rafael Moreno Valle. Aunque aún queda la duda, y para muchos la convicción, de que ganó la gubernatura a Miguel Barbosa gracias a chanchullos financiados por la tesorería del gobierno de José Antonio Gali Fayad, actual gobernador, por órdenes expresas del virrey que seguirá gobernando a los poblanos con la simulación de que Erika es la gobernante.
El representante de Morena ante el INE, Horacio Duarte, de acuerdo con la nota de Reforma, sugirió que la relación de la pareja con el grupo delictivo del alcalde del municipio poblano de Venustiano Carranza, Rafael Valencia, acusado de huachicoleo, podría formar parte de la impugnación para anular la elección del primero de julio, una elección a todas luces de esas que se llaman Elecciones de Estado, que dejó a Miguel Barbosa a la orilla del camino hacia la casa de gobierno.
El diario de la familia Junco, informó haber recibido una carta de la oficina de comunicación de Martha Érika Alonso, en la cual se afirma que los encuentros con el alcalde de Venustiano Carranza ocurrieron en el marco de su “actividad política”. Gali Fayad, por su parte, habría declarado que la relación con el alcalde Valencia siempre ha sido “institucional”. Y bueno, pues habrá que aplicar, en este caso, el axioma de que todo acusado es inocente en tanto no se pruebe lo contrario, que por cierto nunca aplica la justicia mexicana.
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