• Manlio Fabio y César ni lo afirman ni lo niegan
• Mas todo indica que cargarán más a los pobres
Imponer la carga del IVA a alimentos y medicamentos sería hacer trizas la “Cruzada” Nacional contra el Hambre (campaña medieval).
Ni lo afirman ni lo niegan el líder de la mayoría en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones Rivera, y el presidente del CEN del Revolucionario Institucional, César Camacho Quiroz.
Han venido corriendo los rumores fundamentados en el sentido de que el presidente Peña Nieto estaría por incluir, en su iniciativa de reforma hacendaria, la propuesta de, después de 10 años de intentos, gravar con este impuesto indirecto a dos rubros de productos – más que básicos -, indispensables para la enorme pobretada y la amplia clase trabajadora.
Ni uno ni otro son claros. Más bien escurridizos. El sonorense evade, como siempre, las preguntas de los reporteros. Camacho Quiroz también es menos evasivo. No lo niega, lo que podría indicar que la reforma hacendaria peñanietista sería el cobro de la cruzada contra el hambre.
¿Ya no habrá sorpresas en términos de IVA a alimentos y medicamentos por parte de la bancada del PRI, con el dicho por el dirigente de su partido? Le preguntó un reportero al líder de la bancada tricolor en San Lázaro.
La respuesta de Beltrones Rivera no pudo ser más patética: “Va haber (sic) una reforma hacendaria integral y nadie puede superficializar lo que esto contiene: ingresos y egresos. Nosotros hemos resuelto entrar a esta reforma.”
Otro tanto hizo el mexiquense que ahora pastorea a las otrora fuerzas vivas. Camacho Quiroz afirmó: “La propuesta (del) partido en materia de ingresos tributarios no se centra sólo en decidir si se aplica el IVA en alimentos y medicinas, sino en debatir una reforma hacendaria integral. Para el PRI no es correcto centrar la discusión en un subtema.”
Sin embargo, habrá que recordar que el año pasado Luis Videgaray, a la sazón jefe de campaña y posible secretario de Hacienda, advirtió clarísimamente, entrevistado por la agencia de prensa británica, Reuters, que una reforma fiscal incluiría gravar con el IVA alimentos y medicinas, “un tema muy polémico, pero que permitiría elevar fuertemente la recaudación tributaria.”
Según Videgaray, se debería compensar, mediante programas sociales a las familias pobres que se verían afectadas por una eventual fijación de ese impuesto.
“La discusión tiene que estar en la compensación, pero no tiene que ser lo que inhiba una reforma que nos lleve a un sistema mucho más homogéneo”, comentó el entonces asesor del ahora presiente.
Pero el IVA en alimentos y medicinas no es la solución para incrementar los ingresos fiscales, como cualquier estudiante de economía lo sabe.
El inmemorial amigo y compañero de líder periodísticas, José Luis Calva, docto en economía, lo señala alto y claro. El reto es triple: elevar la eficiencia y productividad del gasto público; superar las inequidades en el sistema impositivo, y elevar cuando menos en un 10% del PIB la recaudación tributaria.
Pero para lograrlo, hay gravar en donde existe una real capacidad contributiva y no sólo generalizar los impuestos indirectos. Esto afectaría aún más a las clases bajas. Las familias pobres destinan casi el 50% de sus ingresos hacia estos productos.
Una medida adecuada sería gravar con tasas elevadas ciertos productos suntuarios y los ingresos corporativos (dividendos). Tan sólo con esto, la recaudación sería mucho mayor que la que se conseguiría gravando con IVA a medicinas y alimentos. Ah, y es falso que con ello se ahuyenten las inversiones.
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