Francisco Gómez Maza
• Es Meade Kuribreña el candidato a tlatoani
• Va a ganar porque con dinero baila el perro
No estaba mal el escritor peruano, Mario Vargas Llosa, cuando calificó al régimen de gobierno de México como la dictadura perfecta. Dicha dictadura se apendejó en un momento de la historia y su contraparte, que no su enemiga, porque ambos son de derecha, el PAN lo sacó, como dijo Vicente Fox Quesada, a patadas de Los Pinos, la residencia de los tlatoanis criollos. Los panistas no aguantaron más de dos años en el poder. Lo hicieron tan mal, pero tan mal, que de nuevo ahora los monederos electrónicos de Monex y de Soriana los echaron a patadas de Los Pinos. Pero no cambió nada. Al contrario, todo empeoró. Miles de pobres, miles de desaparecidos, miles de ejecutados, miles de asesinados, miles de torturados, miles de explotados con un salario mínimo de joda. Tan bueno para joder a México es el pinto como el colorado.
Ahora está por terminarse otro ciclo de criollismo insano, el primero del retorno de los brujos tricolores a la casa presidencial y a gozar de las mieles del Erario y a hacerse ricos en una lotería gansteril y en una economía casino. Sólo la izquierda – no estoy hablando del PRD ni de MC – tenía candidato para intentar que le reconozcan el triunfo que va a lograr sobre los demás partidos; un candidato remolón, porfiado, que no está a gusto con las ladronerías de la mafia en el poder, como él les llama a los barones de la política priista y sus aliados, los políticos convenencieros como los panistas y concretamente, el diabólico jefe Diego y el padrastro que un día fue el legendario Chupacabras de esta nación de indios desplazados a los montes por la criollada.
Un candidato satanizado por priistas y panistas y clasemedieros ignorantes, que no leen, incultos, acusado de populista y demagogo, como si los del PRI o los del PAN no fueran doblemente populistas y demagogos. Un ciclo que a mí en lo personal me llena de vergüenza, no de pena ajena, porque México es mi patria y los mexicanos, la mayoría que no come bien, ni vive bien, y muere de enfermedades curables son mis hermanos, aunque a los tlatoanis choriceros les importen un comino. Un ciclo al que le falta un año, pero ya puede calificarse de grosero, injusto, irrespetuoso con todos, explotador de la mano de obra, extorsionador, acaparador de las riquezas del país, sexenio de ladrones, de corruptos, de impunes, de simuladores.
Se preparan pues los dueños del poder, el priismo, los de la pridictadura como les llama Moisés Edwing, para el cambio de mandos, para el relevo del gerente. Y están tan seguros de que van a seguir en el gobierno, a pesar de que las mayorías los odien, los desprecien, estén muy enojados principalmente con el tlatoani, que no ha sabido gobernar con justicia y equidad. Y aquí es donde siguen juntándose los mismos polos. La derecha con la derecha, porque el tapado destapado, José Antonio Meade Kuribreña, es un niño bonito, que ni es de aquí ni es de allá. Es una impostura que igual puede congraciarse con Margarita Zavala o Ricardo Anaya, o los barones albicelestes, que con los carroñeros del PRI desgobierno. Ese personaje de Hola!, como el actual, es el que está seguro que será el presidente de México y no está exento de razón porque lo van a llevar ab ovum a la toma de posesión, aunque en las urnas triunfe Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento de Regeneración Nacional. A este lo echarán al bote de la basura, aunque millones de personas lo apoyen y voten por él. Así ha sido y es esta historia de un país donde los conejos en lugar de ser guías son como las ratas que corren de una madriguera a otra.
Y qué podemos desear nosotros, los periodistas observadores de esta maldita realidad, a la que tienen que enfrentarse los mexicanos, las mayorías, no todos porque hay mexicanos convenencieros que venden su alma al diablo por un plato de frijoles bayos.
Ya tenemos pues dos digamos que contrincantes. Si las huestes de Andrés Manuel no se amilanan pueden defender el triunfo inevitable del tabasqueño, pero puede costarles muy caro. Pero lo dudo. Este país está infectado de corrupción y por un monedero electrónico con tres mil pesos muchos le van a dar el voto a Meade. Así como ocurrió en el 2012 con Peña Nieto, cuando financiaron la campaña con dinero sucio. Pero son tan cínicos… Y aunque el PRI esté en una etapa de decadencia total, gracias a la corrupción, van a resistir porque los políticos de la derecha no buscan el bien de México, sino el fast business y salir millonarios cuando terminan su periodo.
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