Francisco Gómez Maza
• La mayoría es pobre, aunque los medidores digan que hay menos pobres
• A donde quiera que vaya, la gente medio come, medio viste, medio vive
Ví, este domingo, una imagen de la república mexicana, desas llamadas posts, pegada en la página de la red Facebook, que habla de la pobreza. Sin dar fuente, ni fecha, y bajo el título de “La Pobreza en Cifras”, destaca que la población total de México es de 118.4 millones de personas. De esos millones, 52 son pobres, de los cuales 21.4 millones son niños y adolescentes. Del lado izquierdo, el cartel apunta que 11.7 millones viven en pobreza extrema, de los cuales 5.1 millones son niños y adolescentes.
Interesantes los datos aportados en Facebook, pero adolecen de poca credibilidad por aquello de que no tienen fuente ni fecha de cuando se hizo la medición, ni quién la hizo, si el Instituto de Geografía y estadística o el Coneval, o el Banco de México, la UNAM, o el Tec de Monterrey. Pero las cifras oficiales no cantan mal las rancheras, como se divulgó hace tres meses por ahí del 30 de agosto con datos del Coneval, institución generalmente seria y libre de compromisos ideológicos y económicos.
En esa ocasión, precisamente el último día de agosto de este año del señor de 2017, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social aseguró que México registró 53.4 millones de habitantes en situación de pobreza en 2016, un dato menor a los 55.3 millones de 2014 y que representa el 43.6% del total de la población.
Otros datos importantísimos entregados en aquella ocasión, el 30 de agosto, por el Coneval, indican que el porcentaje de la población en situación de pobreza extrema en 2016 descendió a 9.4 millones de personas, el 7.6% del total de los mexicanos, frente al 9.5% (11.4 millones) de 2014. En 27 de los 32 estados que conforman el país, el porcentaje de la población en situación de pobreza se redujo entre 2010 y 2016, así como entre 2014 y 2016.
Fue también significativa la reducción del porcentaje de población en situación de pobreza extrema entre 2010 y 2016, que tuvo lugar en las entidades federativas. Entre 2014 y 2016, continúa el Coneval, esta reducción se observó en 29 estados, especialmente entre aquellos que mostraban los mayores niveles de población en pobreza extrema.
“El número de personas en pobreza extrema ha venido cayendo”, indicó en rueda de prensa el secretario ejecutivo del Coneval, Gonzalo Hernández, quien explicó que tanto la crisis de 2009, como la volatilidad de los precios de los alimentos tuvo “mayor impacto” en zonas urbanas, donde hay menor pobreza, que en las zonas rurales.
No varía mucho con las cifras dadas en el Facebook. Sin embargo, de acuerdo con mi criterio, la “baja” de la pobreza se da en función de la metodología aplicada por los econometristas, los pobretólogos como yo les llamo. Yo le soy sincero. No veo ninguna baja. Me subo al metro de la ciudad de México y no veo ninguna disminución de la pobreza. Al contrario. El cien por ciento de los viajeros visten cada vez más pobremente, con pequeños lujos como el celular de 300 pesos con sus alambritos pegados a los oídos para escuchar toda clase de ruidos; veo obreros que regresan del trabajo cansadísimos, durmiendo como guajolotes, parados, de pie, y con los ojos abiertos, veo mujeres con vestidos de pacas y zapatos de plástico barato. Pero en fin, no rechacemos el criterio del Coneval, que no creo que sea de mala leche, sino apegado a las metodologías, para mí irrealistas, que dicta la metodología de la encuesta.
Los datos de todos modos son graves, Gravísimos. Hay mucha pobreza entre los pobres. Hay pobreza hasta en las clases antes llamadas medias, que desaparecieron porque se instauró un capitalismo salvaje ahora llamado neoliberalismo, que no es más que una política económica fondomonetarista, dictada por las escuelas capitalistas de Chicago y de Manchester y por la avaricia y el egoísmo de las clases dominantes, como en nuestro caso los facinerosos de Atlacomulco y Pachuca.
Y al gobierno priista le conviene que la gente no salga de la pobreza, porque así la manipulan más fácilmente y por una sopa marchan le sacan el voto por el candidato oficial, como ocurrió recientemente en el estado de México, en donde, si usted pudiera medir la clase social que votó por Alfredín del Mazo, encontraría que la mayoría son pobres, los más manipulables de esta sociedad hecha mierda por el mantenimiento de clases en la población.
Pero la disminución de la pobreza en México se quedó sólo en estadísticas y no en la realidad, como acaban de cuestionar expertos de diferentes universidades.
De acuerdo con los especialistas, una serie de inconsistencias en la aplicación de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH, 2016) del INEGI, habría provocado que la cifra de pobreza en México disminuyera, pero no la pobreza en sí.
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