Francisco Gómez Maza
- ¿Volverán las oscuras golondrinas…?
- Gurría no será, pero dictará la política
Los opositores al Gobierno de la Cuarta Transformación ya dan por hecho que ganarán las elecciones con Xóchitl Gálvez, como candidata y con José Ángel Gurria Treviño, como autor de su proyecto de nación. Pues no es tan sencillo. No, porque Morena esté posicionado en la mente electoral de la inmensa mayoría de electores. No por ser Morena, sino por el proyecto de nación que propone un modelo económico diametralmente opuesto al que propone el Ángel de la Dependencia. (Luego les digo por qué Ángel de la Dependencia.)
Y es que ni el tamaulipeco ni la hidalguense, y menos los encargados de los remedos de partidos políticos que integran el Frente Amplio opositor, tienen idea de que el tiempo del capitalismo salvaje terminó ya, en México; se acabó en 1918, cuando el sistema político electoral no pudo detener el terremoto político que llevó al triunfo al satanizado Andrés Manuel López Obrador, porque los electores se pusieron de acuerdo y votaron por el político tabasqueño; cuando el PRI de Enrique Peña tuvo que ceder su lugar a un gobierno popular que, obviamente, no es nada bien visto por los defensores del libre mercado, adoradores del oro de los Mellizos de Breton Woods, el Banco Mundial, llamado en la postguerra Banco de Reconstrucción y Fomento.
Dejemos de lado a Gálvez quien, si llegara a triunfar sobre el candidato o candidata de Morena, sería sólo una pieza en el tablero de Damas de los grandes jugadores de la nacoligarquía, que lo que les importa es no perder sus inmensos privilegios de ricos, su capacidad de concentrar sin problemas, si pagar un céntimo de impuestos y depauperara a los trabajadores para que compren en masa los satisfactores de su existencia miserable, y su increíble posibilidad de evadir y eludir impuestos fiscales.
Gurría Treviño sabe mucho de esas nimiedades, para un Carlos Slim Helú o un Germán Larrea Mota Velasco, riquísimos entre los más ricos, adoradores de Pluto. José Ángel Gurría Treviño será quien diga qué y cómo hacer a quien ganase la Presidencia el año venidero.
Para la gente de Gurría, si la economía (la de los grandes detentadores de la riqueza, por supuesto; no la de los trabajadores ni menos de los pobres) enfrenta dificultades, lo que el gobierno tiene que hacer es recortar gastos y lo primer que se les ocurre es recortar los salarios de empleados, obreros y jornaleros del campo. El Estado es sólo policía, que tiene a sus guardias en las esquinas o dirigiendo el tránsito en las calles de las ciudades; de ninguna manera tiene vela en el manejo de la economía y menos de las políticas económicas. Esta tarea de los dueños del capital y de sus economistas y abogados.
Entonces, en base a la mayoría de estos principios capitalistas es como Gurría Treviño, servidor longevo y muy bien pagado, de los gobiernos de la OCDE, deberá redactar – la verdad, no sabe redactar; lo conozco desde que era un empleadillo en Hacienda- el plan que tendrá obligación de implantar el gobierno del PRIPAN, si es que Gálvez triunfara sobre el más débil de los aspirantes de Morena. Y no es que este escribidor sea de morena. No. Es que la realidad es lo que nos está diciendo.
El Ángel de la Dependencia (Tampico, Tamaulipas, 8 de mayo de 1950) es economista, burócrata y político, que durante el gobierno de Ernesto Zedillo desempeñó, primero, el cargo de secretario de Relaciones Exteriores y, luego, de secretario de Hacienda y Crédito Público. Antes de estos encargos había sido Director de Crédito y negociador con los bancos privados extranjeros del financiamiento que los gobernantes de entonces decían que la economía mexicana requería para crecer, en los sexenios de José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León. Los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón ni idea tuvieron de que su liviandad, ligereza, irresponsabilidad contribuyeron a fortalecer el neoliberalismo, pero sólo como el burro que tocó la flauta.
Mucho del magno endeudamiento con la banca privada del exterior iba a parar a las cuentas bancarias en el exterior de los grandes de la política mexicana. Como una anécdota solamente: el comercio del petróleo mexicano en Alta Mar dejaba a los negociadores por lo menos 10 centavos de dólar por tambo de aceite.
No olvide la señora candidata del PAN. de las clases dominantes, quién es Gurría y que ella será dócil ejecutora de lo que la nacoligarquía le dicte mediante el plan del Ángel de la Dependencia y es así porque Ángel Gurría fue el ejecutor del asalto de la banca extranjera a la riqueza de la nación, en asociación con los políticos priistas más corruptos de la historia del mundo.
Gálvez deberá de guiarse por los principios del capitalismo salvaje cosa que, seguramente, no le gustará a la mayoría de los mexicanos.
Bueno. Al cielo llegarás y estarás con los querubes, si es que subes…