Francisco Gómez Maza
• Todavía no les cae el veinte
• Cabeza de Vaca, en alerta
Han transcurrido poco más de 48 horas, desde que fueron cerradas las casillas electorales en los estados donde la oposición política fue arrasada por el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, y los dirigentes del PAN y del PRI parece que no tienen idea de dónde están, de qué les ocurrió, de qué fuerza los apachurró.
Y andan como perritos perdidos en una vía rápida citadina.
Marko Cortés, el jefe nacional de las debilitadas formaciones albicelestes, quedó lerdo, confundido, sin respuestas ante la derrota de la alianza de derecha, no obstante que hace meses ya sabía, estaba seguro, y se los dijo a los integrantes de su búnker, que sólo tenían posibilidad de ganar Aguascalientes. Aunque, de paso, ganaron Durango en la persona de un priista. Con chanchullos, pero el gobernador de los alacrancitos seguirá siendo priista.
El michoacano no lo tomó en cuenta, pero Aguascalientes seguirá siendo panista, porque en esa entidad impera el conservadurismo, como forma de enfrentar la vida, en la media de la población, sin desconocer que hay sectores muy progresistas. Y porque los mapaches de la alianza cometieron toda suerte de tropelías en contra de los morenistas y sus simpatizantes.
Pero no va al fondo. Aún no ha salido del asombro, pese a que ya tenía conciencia de que Morena iba a ganar. No tiene nada qué decir, ninguna conclusión. Ya tendrá paz espiritual, uno de estos días, para reconocer y aceptar las derrotas. Y reflexionar en que, si no sería mejor para el PAN ir solo que mal acompañado por un PRI que, por el momento, duerme con el enemigo, enemigo que funge como su líder, como presidente de su Comité Ejecutivo Nacional: Alejandro Moreno Cárdenas.
Alito, el mote con el que todo mundo lo conoce, no sólo no acepta la derrota, sino que celebra los pírricos triunfos, no del PRI, sino de la alianza con el PAN. No hablamos del PRD porque éste ya no tiene nada qué hacer en la vida política de México. Termina sólo como un membrete que muy poquitos, pequeñitos, toman en cuenta. PRD se ha convertido en una rémora que el PAN, el PRI, el Señor X y toda la derecha tendrían ya que quitarse de encima.
Los resultados electorales son indiscutibles en todos los estados expuestos al escrutinio electoral, el domingo 5 de junio:
A pesar de que hubo violaciones a los derechos políticos, levantones y muchos delitos electorales, principalmente en Aguascalientes y Tamaulipas, la oposición del PRIAN y el Señor X, que gobernaba los seis estados expuestos, ante Morena, perdió otras cuatro. Ahora Morena gobierna 20. Y se prepara para ganar el Estado de México y Coahuila.
Sin embargo, los cabecillas del PAN y del PRI aún no digieren la derrota.
Tamaulipas es un caso paradigmático.
El 30 de abril de 2021, la llamada opinión pública supo que en la Cámara de Diputados se aprobó el desafuero del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, acusado por defraudación fiscal con un perjuicio al fisco por 6 millones 511,000 pesos, y que era señalado de incurrir en delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita por medio de familiares y empresas fantasma.
Y Elizabeth Alcántar Cruz, agente del Ministerio Público de la Federación, adscrita a la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones de Recursos de Procedencia Ilícita y Falsificación o Alteración de Moneda, leyó la sábana de pruebas:
“Francisco Javier García Cabeza de Vaca, valiéndose de los cargos públicos asentados acumulado una fortuna millonaria por una treintena de propiedades ocultas en Texas, Estados Unidos, en el estado de Tamaulipas, adquiridos principalmente entre los años 2005 a 2019, tratándose éstas de restaurantes, galerías de arte, residencias, ranchos y cuentas bancarias, es decir un caudal de bienes ocultos a través de prestanombres, principalmente de su círculo familiar, cuyo valor asciende a más de 951 millones de pesos.
Mucho tenía que cuidar García Cabeza de Vaca y puso todo para que la elección del domingo quedara en manos de “El Truko”