Francisco Gómez Maza
• Casi en la recta fatal de la sexenal simulación electoral
• El Puntero no pasará; “haría de México una Venezuela”
Estamos ya, en México, muy cerca de la recta final para entrar de lleno a las campañas político electorales, las cuales generalmente, tradicionalmente, han sido, desde que tengo uso de razón periodística, las grandes simulaciones de una seudo democracia desvanecida, desdibujada, barata, autista, cancerosa, falsa y falsaria, deshonesta, prostituida y, contradictoriamente, inexistente, que sólo ha sido utilizada por los dominadores para conculcar la dignidad y la libertad de las mayorías de los mexicanos.
En ese proceso han jugado un papel protagónico, primero, los medios tradicionales como la gran prensa escrita, la radio, la televisión libre y la de paga, así como una abundante lista de medios informativos – revistas y toda clase de impresos que, así como aparecen hoy, desaparecen unos meses después del día de la elección, una vez que han cobrado, si es que les pagan, las gacetillas encargadas por los partidos y candidatos contendientes, para hacerse propaganda.
Generalmente, tales medios se juegan el albur. La mayoría termina peor de como entró porque el candidato, o el partido al que apoyaron y con el cual hasta firmaron un contrato de publicación de propaganda, se hace ojo de hormiga y no cumple con su obligación de pagarles. No ganó la elección, no pagó la propaganda. Y tales periodistas, como dicen en mi terruño, quedan chiflando en la loma. Unos por ingenuos, Muy pocos terminan hinchados de billetes, porque acuerdan que el pago debe hacerse como dice el dicho: cayendo el muerto, soltando el llanto. Es muy escasa la prensa analítica, critica, imparcial. Las mayorías se van no tanto con quien grita más fuerte sino con quien paga sin facturas. Como para que el fisco no se entere.
Los otros medios de comunicación, estos sí de comunicación, son las llamadas redes sociales, en donde un buen sector de la sociedad (los que pueden tener una computadora con internet; una tableta, o un celular también con internet, En esas redes, especialmente el tuiter se juegan millones por tal o cual candidato y la propaganda de cada suspirante es super millonaria. Los dueños de esas redes duplican o triplican sus ingresos en dólares tan sólo con el proceso electoral mexicano, que culmina el primer domingo de julio del 2018.
En este año de elecciones federales, presidenciales, en las que entrará a la puja una inmensa cantidad de candidatos de la despreciable y corrupta partidocracia y de la categoría de independientes, cuya mayoría, de la mano del bodrio ese llamado Frente Ciudadano (PAN, MC, PRD), si no es que se desmadeja a la mera hora, será palera del PRI, para quitarle votos al candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien por tercera ocasión no pasará, a pesar de que en estos momentos no tiene rival en las preferencias electorales. Pero el PRI no está muerto. Ni está manco. Y sabe cómo corromper a millones de votantes. Tiene la enorme ventaja de que puede meter impunemente las manos en las cajas fuertes del Erario federal y el de los estados y municipios, aparte del financiamiento legal que le otorga el órgano jurisdiccional que “organiza” todo el proceso electoral y el que le proporciona uno que otro barón de esos que operan en la oscuridad del bajo mundo.
Los periódicos impresos, electrónicos, digitales jugarán un papel único, sobre todo las llamadas redes sociales, las famosas TIC, tanto en la discusión en la Plaza Pública, como en el seno familiar, o inclusive en las iglesias. Los medios más poderosos indudablemente que tomarán partido por el PRI, porque el espacio cuesta y caro y el partidazo paga mucho dinero con tal de grabar sus siglas y sus colores en la mente y el corazón de las mayorías, de la pobretada, de los millones de mexicanos que se conforman con una despensita, unas láminas para el techo de su casita blanca y un monedero electrónico para comprar una tele plana para ver los culebrones de televisa, y un buen móvil para escuchar a todo grito a la charrita del cuadrante y comunicarse con sus carnales por el guatsat, además de perder el tiempo en el feis porque al tuiter no le entran ya que es demasiado intelectual.
La prensa, ahora ampliada y fortalecida gracias a los progresos de la informática, de las telecomunicaciones, y de las TIC, será fundamental en el engaño burlón a la mayoría de los electores, que no fueron a la escuela, y que no solamente viven con hambre y sed de justicia, como dice el Evangelio, que repitió antes de ser asesinado en el 1994 aquel candidato priista de Magdalena de Kino, sino más que nada con hambre de comida y sed de agua, hambre y sed que serán aprovechadas por las clases políticas dominantes, las que tienen acceso a las arcas del Erario, para comprarlos y comprar su voto, para lo cual sobrarán los monederos Monex o Soriana, financiados quién sabe por qué oscuros multimillonarios, que no pueden ser más que de los bajos fondos.
Ya podrá Andrés Manuel López Obrador desgañitarse contra lo que él llama mafia en el poder, contra los políticos corruptos, contra el entreguismo tricolor a los designios y mandatos de Trump, que no es tan idiota como parece porque está ganando la partida a los gobiernos progresistas del mundo, que misteriosamente no va a obtener los votos suficientes, que sí tendrá el PRI, para que “el candidato” tricolor, que adolece de los mismos defectos de Peña Nieto, se siente en La Silla y el de Atlacomulco le cruce la banda verde, blanco y colorado. Los mismos ciudadanos que ahora están molestos con Peña Nieto por múltiples razones, son los que nuevamente le darán su voto al partido de la contrarrevolución, del neoliberalismo salvaje, de la corrupción en todos los sentidos. Y la impunidad seguirá reinando en estas calles de dios.
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