Francisco Gómez Maza
• Ningún problema se resuelve con la prohibición
• Sólo se enmarañan las grandes complicaciones
En qué estarán pensando las autoridades capitalinas, encabezadas por doña Claudia Sheinbaun, y las federales, por Andrés Manuel, cuando deciden ir a la peor de las guerras solo con toletes, como los zapatistas. Ni los popotes, o pajitas como les llamaban en mi tierra, ni las bolsas de plástico de los mercados y comercios van a contribuir en lo más mínimo la contaminación del agua y de la tierra. La contaminación horrenda la causan los grandes mercenarios del dinero grande, las grandes industrias, entre ellas la del plástico, pero no sólo el plástico, también los ácidos que están matando las aguas del río Sonora.
A qué zopenco, entonces, se le habrá ocurrido eliminar las bolsas de plástico de las tiendas de productos de primera necesidad. Si van a acabar con el plástico que contamina tierra y aguas, entonces tendrían que eliminar TODOS los plásticos, no sólo de México, sino de todo el mundo, lo cual no le interesa a los que contaminan, y la señora gobernadora tendría que destruir sus bolsos, sus zapatos, sus platos para sus fiestas infantiles, sus vasos de unisel, los envases de las aguas bicarbonatadas, los envases de todo tipo, las vajillas, las sillas….las carrocerías de los vehículos, etc etc ad infinitum… todo es plástico. Plastics, exclamaban los inversionistas que habían encontrado grandes tesoros en el plástico.
Y con la prohibición de las bolsas del supermercado, más que hacerle un bien a la ecología, le han hecho mucho daño a quienes tienen que comprar sus víveres. No van a reducir en nada la contaminación, porque ésta es producida por la industria y los automotores, por las grandes corporaciones que se han hecho multimillonarias gracias a los “plastics”. No se va a reducir la contaminación del cañón de El Sumidero, ni la contaminación de ríos y lagunas y extensiones importantes de tierras. Ni mucho menos el tiradero de basura que hay en los mares, que están matando la fauna marina y que, de acuerdo con los expertos, se está integrando ya a la cadena de la vida, No se extrañe usted si el pescado suculento que se está embutiendo en el mejor restaurante de Nueva York o de Paris tenga plástico como un componente de su naturaleza.
No, señora Sheinbaum. No va a resolver absolutamente nada y sí ya se está ganando la animadversión de la gente, que va al mercado, al súper, a cualquier comercio, para hacer el mandado, comprar la comida, las aguas embotelladas (qué va a hacer con las botellas, si son de plástico), o los platos de comida rápida (que también son de plástico, Como dicen en mi datcha, se metió usted en camisa de once varas, doña Sheinbaum. Seguro que muchísimos ciudadanos no volverán a vota por usted y menos por su partido, que ha demostrado iincompetencia. Y ya no sabrán entonces qué hacer porque los partidos históricos de la corrupción y la impunidad, el cinismo y la simulación menos garantizan mejor vida para los ciudadanos.
Les aseguro que hay otras formas menos agresivas para ayudar, sólo ayudar, a combatir la contaminación, Los popotes apenas los consumo una mínima parte de los consumidores. Y hay popotes reciclables, los hay de papel, como antes del plástico, Hay bolsas reciclables y que no son de plástico. Anoche venía del trabajo, pasé a un tendajón a comprar tres botellas (de plástico, por dios) con cloro para blanquear la ropa, y dos suavizantes, también en plástico, y el tendero se vio obligado negarme la bolsa de plástico para transportar la mercancía. ¿No le parece, señora Sheinbaum, una idiotez?
La contaminación de la tierra y los ríos se va a abatir en un mínimo porcentaje. El problema es ingente. Es planetario, Requiere de imaginación científica para sustituir todo porque todo está hecho de plástico. Hasta el vestido¸ los zapatos, los cinturones, y –¡agarrese!- muchos alimentos. Increíble, ¿verdad?