Francisco Gómez Maza
• Otra vez el petróleo y la volatilidad
• México no podrá escapar de la crisis
Hayan sido los iraníes, o los iraquíes, o los guerrilleros yemenitas los autores del incendio de las instalaciones más importantes de Arabia Saudita, que recortó de tajo la producción poco más de 5 millones de barriles de petróleo diarios, lo cierto, lo que más nos importa, es que este hecho impactará horriblemente a la economía mexicana, y de por sí casi en la lona.
La situación actual, de disminución mundial de la producción de hidrocarburos y, por tanto, su descomunal incremento de precios no estaba calculada por los expertos. Hayan sido aviones no tripulados (drones) o ataques con misiles que aún no se sabe de dónde salieron, el hecho es que sorprendieron a uno de los países mejor armados después de Estados Unidos, China y Rusia: Arabia Saudita, uno de los mayores productores de petróleo en el mundo.
Estos hechos confirman nuestros viejos pronósticos de una gran recesión global, que obviamente impactará a la economía mexicana. Ya a finales de agosto, como lo comentó el director de inversiones de Saxo Bank, Steen Jakobsen, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 30 años estaban disminuyendo en medio de la volatilidad en los mercados mundiales, aumentando así los riesgos para la economía global.
Al mismo tiempo, el 28 de agosto, el indicador de los bonos cayó al 1.905%, un nuevo mínimo histórico. Jakobsen le confirmó a la agencia de prensa rusa Sputnik que una reducción tan brusca del rendimiento de los bonos es la antesala de una nueva crisis. Y si a esto se le agrega la situación económica destapada por los atentados a las instalaciones petroleras de Arabia Saudita, pues no hay muchas salidas para evitar la recesión económica.
Ante los problemas e inestabilidad financieros que se venían arrastrando en las economías industrializadas, particularmente en Alemania, Italia y Gran Bretaña y en América Latina, en Brasil y México, ahora esperaríamos, después de los ataques anónimos contra el petróleo de Arabia Saudita, una significativa caída de las tasas de interés y del rendimiento, factores que son precursores de un crecimiento económico negativo.
Jakobsen habla de la enorme probabilidad de una recesión económica mundial. “Cuando sucede [una recesión], los activos pierden un 25% de su precio. Es decir, si uno tiene una cartera clásica y no toma ninguna medida, pierde un 25% o incluso un 50% del valor base durante la recesión”, de acuerdo con el banquero.
La amenaza de la recesión surgió ante la agresión comercial del presidente Donald Trump a la República Popular China, a la cual impuso, sin ton ni son, aranceles a los productos que le vende el gigante oriental a los mercados estadounidenses.
La economía mexicana, obviamente, no escapará a esta recesión ya que no tiene mucho margen de actuación sobre todo porque la crisis del petróleo y el comportamiento de las tasas de interés inhibirán las inversiones productivas que son las que contribuyen a la marcha de una economía hacia el crecimiento.
Yo me atrevería augurar que los pronósticos del crecimiento económico de entre 1 y 2 por ciento propuestos por Hacienda en el Paquete Económico 2020 son bastante optimistas. El presidente López Obrador anunció que no van a aumentar los precios de las gasolinas por lo ocurrido en Arabia Saudita. Y puede tener razón; su buena suerte stá en que Estados Unidos se verá obligado a aumentar su producción petrolera en sus pozos alternos, mediante el fracking y eso permitirá mantener los precios de las gasolinas que México importa, aunque por el momento, Estados Unidos aumentó a poco más de 62 dólares el barril de su petróleo.
De febrero a marzo, la producción de crudo mexicano bajó de 1 millón 701 mil barriles diarios, a 1 millón 691 barriles diarios. Luego, de marzo a abril bajó de 1 millón 691 mil barriles diarios a 1 millón 675 mil barriles diarios. Y la cifra más reciente es la de una producción de crudo 1 millón 663 mil barriles diarios en mayo, 12 mil menos que el mes previo, como lo divulgó recientemente el digital Animal Político.