Francisco Gómez Maza
• Difícil en medio de la abominación
• Y de ribete, los errores de cálculo
Muchos asuntos dignos del análisis, en esta era de transformaciones, de filias y fobias, de burlas y burladores, chistositos; de violencias, de dolor y sufrimiento de millares de personas, que se transterran porque no son felices en sus terruños de nacimiento; de búsqueda incansable de miles de desaparecidos en las garras del crimen llamado organizado y de corporaciones policiacas corruptas; de ejecuciones, de cementerios clandestinos; de robos y asaltos a plena luz del día, de denuncias de la gran corrupción pripanista de la historia, de lo peor que puede soportar un pueblo como el mexicano, como las contradicciones de un gobierno que se define nacionalista y progresista.
Una imagen que aún circula en los medios de información y en los de comunicación: los cadáveres de un hombre y su hija, flotando en las pestilentes aguas del Río Grande, en el intento de alcanzar la orilla estadounidense con el american dream en la cabeza, causó severos daños sicológicos en miles de internautas, especialmente, tanto que feisbuc tuvo que ocultar la imagen subida por este escribidor, con la advertencia de que contenía imágenes “fuertes”, dejando una opción de verla bajo la responsabilidad del visitante.
Mientras, la recién parida Guardia Nacional comenzó a hacer de las suyas. En su momento, cuando fue anunciada su creación, este escribidor manifestó su total rechazo a la militarización de las fronteras para evitar el ingreso de las caravanas migrantes centroamericanas a territorio mexicano y a los lares del imperio. Pero se impuso la idea de crear la Guardia Nacional para preservar la seguridad pública de los horrendos desmanes de la delincuencia organizada, de los narcotraficantes y de los criminales comunes, que mantienen ensangrentado el corazón de muchos mexicanos conscientes. Pero, obviamente, nadie, en el equipo del nuevo gobierno, escuchó las voces disidentes que, con razón, nos oponíamos a poner en manos militares la seguridad de los mexicanos.
Y ocurrió lo peor. Bajo presión del Leviatán de la Casa Blanca, el gobierno de la transformación militarizó las fronteras. En mi tierra, Chiapas, fueron destacamentados miles de soldados con el brazalete de GN. Y están haciendo de las suyas, sólo para quedar bien con Donald Trump y para no recibir su castigo divino. No pueden hacer otra cosa, entiendo, porque sólo son administradores del Patio Trasero del Imperio. Aunque duela. Eso es México frente a Estados Unidos.
La vida va de mal en peor. En otro frente, los fiscales, por ejemplo, no acaban de completar las carpetas de investigación para concretar las denuncias de corrupción ante los juzgadores, como por ejemplo los presuntos sobornos, en el caso de la compra hecha por Pemex de una empresa quebrada productora de fertilizantes, en la que están involucrados el ex director de la petrolera, Emilio Lozoya Austin, el propio ahora ex presidente Peña, y el ex secretario de Hacienda y ex canciller, Luis Videgaray. El propio abogado de Lozoya, el legendario Fiscal de Hierro, Javier Coello Trejo, consideró que tanto el expresidente Enrique Peña Nieto, como el ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray, deben declarar como testigos en el caso de la compra de Agronitrogenados por parte de la petrolera mexicana.
Otrosí: So pretexto de la austeridad republicana, en toda la administración burocrática se han cometido injurias graves a la dignidad de muchos empleados de segunda y de tercera. El presidente de la república ordenó hacer una limpia en lo que se llama la burocracia dorada, pero sus colaboradores se fueron hasta el fondo y les quitaron el empleo a muchos llamados servidores públicos cuya vida personal y familiar dependía del sueldo percibido en una dependencia oficial. Aún no acababa el presidente de instalarse en su oficina de palacio nacional, cuando comenzaron los despidos injustos de empleados de diversas dependencias gubernamentales. Ahora, AMLO, presionado por cientos de voces descontentas, por supuesto, trata de enmendar las injusticias. La mañana de este miércoles 26 de junio, en la llamada mañanera, afirmó que los ajustes se harán por arriba (Bueno. Pues los hicieron por lo más débil, lo más fácil, los empleados de segunda y tercera) y que, si se ha cometido abuso, se va a reparar, en referencia a las noticias difundidas sobre los despidos a trabajadores de base. Claro que tiene que reparar y no sólo reparar, sino corregir a aquellos funcionarios de alto nivel que ordenaron las injusticias.
Y por este tenor transcurre la vida de los mexicanos que ya no ven lo duro sino lo tupido de los infortunios.