• Panistas, mucho que aclarar y convencer
• Osorio Chong y la protección a periodistas
Los panistas perdieron el rumbo; perdieron la vertical que les trazó don Manuel Gómez Morín. Ahora, ávidos de poder por el poder, andan de bronca en bronca, de crisis en crisis, hasta de pleitos de comisaría.
Los paradigmas de esa debacle son Vicente Fox y Felipe Calderón. Uno por ingenuo y otro por soberbio.
Si los viese don Manuel, si los viese Castillo Peraza, si los viese Alejandro Avilés, volverían a la tumba.
Ahora, les mojan los pies las resacas de la corrupción. Estén o no estén involucrados en el gran fraude de Oceanografía, ahora pesa sobre la cabeza de Luis Alberto Villarreal, líder de la bancada albiceleste en la Cámara, una fétida oleada por el reparto de los presupuestos para los municipios en manos del partido.
El encargado de “enlodar” al panismo con acusaciones de exigir “moches” (comisiones millonarias) a alcaldes panistas fue el diario Reforma, quien indudablemente cometió el error profesional de publicar la información de manera anónima, sin fuentes. Se vale, cuando el periodista tiene pruebas contundentes debajo de la manga. No quiero pensar que los editores de ese periódico se lanzaran a divulgar falacias.
Pero el daño ya está hecho. Y ahora quien tiene que probar que no es culpable es Villarreal. Y para ello ya presentó ante el Ministerio Público (la Procuraduría General) la denuncia para salvar su imagen. Y para exigir que las autoridades ministeriales investiguen los actos delictivos denunciados por Reforma.
Tampoco dudamos que Villarreal tenga la verdad. Aunque no hay que olvidar que en estos momentos, a propósito del cambio de dirigencia en el Comité Ejecutivo Nacional, los bandos que quieren el poder se están dando con todo. Calderón no acaba de digerir que él ya no es el primer panista del país y desde la oscuridad trama, ataca y esconde la mano.
Lástima que los panistas, entre los cuales hubo y hay gente de expléndido talante, estén ahora enredados en pleitos de comisaría.
En otro frente, como dice mi tocayo Paco Cárdenas Cruz, los asuntos de la defensa de los derechos humanos de defensores de estos y de periodistas también están en entredicho. Miguel Ángel Osorio Chong queda en medio de los desaguisados de la señora Lía Limón, quien de derechos humanos sabe lo que este escribidor de diplomacia.
Puede que no ocurra nada porque la mayoría legislativa por defaul desecha toda propuesta de la izquierda, en la Cámara de Diputados. Y es comprensible. Lo mismo harían una mayoría de izquierda. Los políticos, en general, son intolerantes con las llamadas minorías.
Sin embargo, por atañer directamente al gremio al que por poco más de 50 años ha pertenecido el escribidor, éste se une a la propuesta de legisladores perredistas para que la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara solicite la comparecencia de la subsecretaria Limón, para que responda acerca del manejo del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
En la entrega del miércoles se hizo referencia a los dislates ocurridos en el seno del Mecanismo, y al mediocre trabajo que ha hecho la señora Limón en este asunto. Con la vida no se juega. Si no se juega con la de un animalito. Cuantimás con la de un ser humano. Y cuantimás más con la de un periodista.
La esperanza es que don Miguel Ángel Osorio Chong meta las manos en este desaguisado. El siempre se ha manifestado por la defensa de los derechos humanos. Por lo que hemos visto, tiene voluntad política para desempeñar las funciones que le encomentó su jefe, aunque poco tiempo le queda porque está más metido en Michoacán, cuando Michoacán es sólo una pequeña porción de todos los problemas políticos y de seguridad que afrontan los mexicanos en una geografía que rebasa esa entidad.
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