• Extirparán el tumor maligno de Pemex
• Quedarán en el Consejo los incorruptibles
Los senadores están a punto de dar una lección de autoridad moral – qué impresionante que los padres conscriptos se constituyan en el ávatar de la moral, ese árbol que da moras, plantado por aquel Alazán Tostao, Gonzalo N. Santos, el desaparecido cacique de San Potosí –: Arrancarán de raíz la corrupción en Petróleos Mexicanos para que ésta quede limpia y pueda ser del interés de los grandes peces estadounidenses de la explotación petrolera, que no conocen que significa corrupción.
Sin mayores preámbulos, ni discusiones bizantinas, los padres de la patria están por decidir la extirpación del tumor maligno de la corrupción en Pemex: los cinco representantes de los trabajadores. Los demás integrantes del Conejo son lindas palomas blancas, dechados de virtudes, y valladares contra las raterías. No podía ser de otra manera. Qué van a decir los ya apuntados nuevos socios de la empresa venidos de allende El Río Grande. Los trabajadores nunca jamás volverán a tener representante en el Consejo de Administración por corruptos.
Sólo se quedan los probos. Y los futuros socios de la empresa de México ya no verán a su lado en la mesa del Consejo a próceres de la corrupción como Carlos Romero Deschamps, el secretario general de los trabajadores, de historial deleznable, curiosamente consentido de partidazo. Pero ya ni lo necesita. Está tan hinchado de billetes.
Y la decisión de limpiar a Pemex fue tomada por el Partidazo gracias a la lucha dada por los perínclitos senadores del PAN, quienes siempre cruzan el pantano sin enlodarse, ni pisar mierda. Los senadores panistas lograron que los priístas apoyaran la limpia de Pemex. Cómo que no, si la empresa debe quedar tan brillante para cuando se arrimen a ella los cientos de ricachones que desinteresadamente busquen trabajar por México, mover a México y contribuir con sus carretadas de billetes verdes a hacer productivo y competitivo a México.
Los senadores del PAN, lograron lo que nunca: que el PRI y el gobierno federal aceptaran, como parte de la reforma energética, la expulsión de los representantes de la corrupta parte laboral. El senador Francisco Domínguez (PAN) aseguró que el PRI y el gobierno aceptaron que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana no ocupe más ningún espacio en el Consejo administrativo de la paraestatal, como un primer paso para combatir la corrupción interna.
Ello quedará plasmado en los artículos transitorios, para lo cual el PAN emitirá una reserva en lo particular, durante la votación en el pleno.
El senador por Querétaro confirmó que los priístas aceptaron la petición panista porque si no, no había reforma, aunque obviamente vino el descontento del senador Romero Deschamps, quien se fue de la sesión, no votó ni siquiera la reforma en lo general, siendo secretario de la Comisión de Energía.
Domínguez afirmó que sacar al sindicato “fue la batalla más fuerte de toda la reforma”, y garantizó que no se afectarán los derechos laborales de los trabajadores. Qué justos los señores. Los trabajadores no serán afectados…
La decisión se materializará en las próximas horas en artículos transitorios del dictamen de la reforma energética, quitando los cinco lugares en el Consejo de Administración al sindicato, mismos que deberán ser ocupados por personas incorruptibles propuestas por el Ejecutivo, con aval de dos terceras partes del voto del Senado. ¡Ad ovum!
Qué importa que el presidente de la Comisión de Energía, David Penchyna (PRI), haya negado el acuerdo con los panistas, aunque no descartó que el PAN pueda hacer reservas a la minuta. Sobre la presencia del sindicato, dijo que los trabajadores deben estar representados en el Consejo, pero eso “no necesariamente se hace con la representación sindical”.
Así llega a su fin una era. Desde la expropiación petrolera el Sindicato ha influido en el Consejo en prácticamente todos los ámbitos de la industria; desde el 20 de julio de 1938, cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación la conformación del máximo órgano de la paraestatal
En fin, que nada es eterno. Y menos en la actualidad, cuando el trasnochado capitalismo, en decadencia, es lo que mueve las fibras del deseo de la clase política mexicana. Adiós corrupción…
Pemex queda como una virgen purísima. Lista para las nupcias con los maravillosos inversionistas que una vez fueron expulsados de la industria petrolera mexicana por corruptos.
fgomezmaza@analisisafondo.com
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QUIEN DE LA CALLE VENDRA QUE DE TU CASA TE ECHARA. POSIBLEMENTE TRAIGAN OBREROS EXTRANJEROS Y NOS QUEDAREMOS NOMAS MILANDO.