• En una semana, México será otro México
• Pemex y la CFE, en manos del mercado
Los diputados priístas y panistas, más sus adláteres, comenzaron hoy a enfatizar en los argumentos presidenciales para sacar las leyes reglamentarias de la reforma energética, que definitivamente desmantelarán los monopolios estatales del petróleo y la energía eléctrica.
El asunto está amarrado.
Los gritos y sombrerazos de la izquierda modosita, como la califica el señor López Obrador, sólo están siendo la música de fondo de un concierto magistral a cargo del PRI, el PAN, el Verde y los aliancistas.
El tamal está listo, le comenté al líder de la mayoría, el diputado Manlio Fabio Beltrones Rivera, a las puertas de la sala de prensa.
Y el sonorense, el brazo legislativo de Peña Nieto, con su peculiar sonrisita de zorro de la política mexicana me respondió:
¡Y bien envuelto!
Ya está todo hablado, acordado, con el PAN, el cómodo compañero de viaje del presidente Enrique Peña Nieto para dejar constitucionalizado un buen bonche de reformas estructurales que, de acuerdo con los deseos presidenciales, modernizarán la economía nacional, la convertirán en un aparato muy productivo y con ello se acabará el desempleo y se exterminará la pobreza.
Pero todo tiene un costo de entrega, alma y corazón abierto. Generosidad. Amor a México.
Los diputados que apoyan la reforma energética, la cereza del pastel reformador, tendrán que sudar la dieta, y también tendrán que hacerlo los diputados de la izquierda modosita. Este lunes comenzaron a las 11 horas la primera sesión del cuarto periodo extraordinario. Y me dijeron que concluirían a las media noche para avanzar en la aprobación de seis dictámenes que abarcan 21 leyes normativas de las nuevas relaciones de producción de las empresas que quedarán desincorporadas del Estado, el cual asumirá una millonaria deuda a cargo del Erario, por los pasivos laborales de ambas empresas, más voluminosa que la deuda del Fobaproa o el Rescate Carretero. Y el mismo horario durante otros cuatro o cinco días. Hasta que todo quede arreglado.
Este lunes comenzó el último acto de este gran teatro de la simulación, aunque es muy probable que la simuladora sea la realidad y la realidad sólo simulación, como cuando el presentador de teatro anunciaba el comienzo de la función diciéndole al público: Señores, señoras, tercera llamada, tercera… y ahora termina el teatro (refiriéndose a la vida), y comienza la vida (refiriéndose la obra de teatro.)
Antes de comenzar este maratónico periodo extraordinario de sesiones en el búnquer legislativo de San Lázaro, el de la Revolución Democrática presentó también una ridícula comedia a las puertas del complejo legislativo. Digamos que un millar de manifestantes se hizo presente para gritar en contra del presidente Peña Nieto y la privatización de Pemex y la CFE. Pero ahí terminó ese ademán a modo de los perredistas, la izquierda a modo, o modosita de acuerdo con el imaginario lopezobradoriano.
No más de cinco o seis días de presuntas discusiones, de innecesarios debates, sólo para la Gaceta; de discursos incendiarios de algunos perredistas, petistas o del movimiento ciudadano.
“Pensamos que si lo hacemos ordenadamente, como lo estaba comentando hace un momento, por temas, podríamos agilizar de mejor manera la discusión de esta reforma energética”, le dijo Beltrones Rivera a periodistas de la radio.
Las muchas reservas que presentarán las izquierdas sólo serán las moscas en la leche, algo así como para dejar sentado que en el poder legislativo se da un debate democrático.
Pero la aprobación de las leyes será un hecho – es ya un hecho tras las bambalinas, acordado por las fracciones mayoritarias – , “porque (la reforma energética) se necesita y ésta es la mejor oportunidad para concluir toda esa serie de reformas”, como lo aseguró el diputado sonorense.
Que algunos acelerados de las izquierdas pudieran tomar la tribuna no afectará en lo más mínimo el proceso final de la reforma. La Junta de Coordinación Política, en la que participan diputados de todas las fracciones y que está presidida por el coordinador del grupo perredista, Silvano Aureoles Conejo, facultó a la Mesa Directiva para que, en caso de que no existieran condiciones en el recinto oficial, dispusiera de lo necesario, en el lugar que determinase, para que la discusión no se detuviera. Así que también la amenaza de toma de tribuna es un petardo perredista para darle sabor a este tamal.
Muchos periodistas estaban molestos porque, después de horas y horas de alegatos en el salón de sesiones, no se producía una nota que pudiera valer la pena de enviar a las redacciones de los periódicos impresos, electrónicos o digitales.
Con toda seguridad, en la mayoría de los medios, no se publicaría la nota que se estaba dando desde que comenzó la sesión: repaso de manidas argumentaciones, mediocridad legislativa, falta de argumentación sólida, críticas a modo de los izquierdistas y una pesada simulación.
Una semana de funciones.
El viernes o el sábado venideros tendremos una reforma energética plenamente aprobada, que podrá comenzar a tener vigencia inmediatamente publicada en el Diario Oficial y promulgada por el presidente de la república con bombo y platillo en el patio central de palacio nacional.
Ah, pero quedarán pendientes como la reforma a la política agropecuaria y la reforma que no menciona nadie, que parecería que nadie quiere tocar… la creación de la Comisión Nacional contra la Corrupción. Pesado fardo que pende del lomo de los mexicanos.
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