• Que en este periodo quedará el nuevo órgano electoral
• La bronca: los diputados hacen todo sobre las rodillas
A un año de que en el país deban realizarse 17 procesos electorales, entre ellos la renovación de nueve gubernaturas y la integración de la Cámara de Diputados (federal), el Congreso brega contra el tiempo, implacable enemigo de lo bien hecho, para integrar el Instituto Nacional de Elecciones (INE), un capricho legislativo que, aparte de costarle muy caro a los contribuyentes, podría descarrilar la maltrecha democracia representativa.
Este lunes, por fin, los coordinadores de las bancadas legislativas de la Cámara de Diputados (Jucopo) se pusieron de acuerdo para poner a discusión del pleno del martes 18 la convocatoria para la designación de los 11 consejeros del INE.
Los miembros de la Jucopo (Junta de Coordinación Política) prevén que el Comité Técnico que evaluará los perfiles de los aspirantes a consejeros quede integrado a más tardar el próximo jueves 20 de febrero.
Dicho comité estará conformado por tres representantes de la Jucopo, dos del Instituto Federal de Acceso a la Información y a la Protección de Datos (IFAI) y dos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El presidente de la Jucopo, Silvano Aureoles Conejo (PRD), y el coordinador de los diputados del PAN, Luis Alberto Villarreal, informaron a los reporteros del acuerdo tomado, un acuerdo contra reloj, pues sólo falta un año para que se inicien y transcurran los procesos electorales y las elecciones y, no obstante que el INE sea integrado (tiene que), aún faltan toda una cascada de nombramientos de consejeros electorales estatales y estaría pendiente la discusión y aprobación de las leyes secundarias de la reforma constitucional, principalmente la reforma al Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (Cofipe), que deberá reglamentar el modo como se organizarán y celebrarán los procesos electorales en el país.
Seguro que los diputados tendrán todo a tiempo, pero lo que no es seguro es que hagan bien las cosas. Esta legislatura, la LXII, todo lo hace a las carreras y sobre las rodillas, y lo que se hace con prisa nunca queda bien. Yo siempre digo que los únicos que tienen prisa son la Cruz Roja, los bomberos y los pendejos… (A buen entendedor…). Ya lo hemos visto con las reformas aprobadas el año pasado, que hasta el momento no han empezado a rendir los frutos prometidos. Los empresarios, molestos; los banqueros hinchándose de billetes grandes; los trabajadores, muertos de hambre; la educación, de mal en peor. Etcétera.
Es de temerse que otro tanto ocurriría con las caprichosas reformas constitucionales en materia electoral. Dicen los integrantes de la Jucopo que, a más tardar el 20 de febrero (o sea dentro de dos lunas y dos soles, o sea el jueves de esta semana) deberá integrarse el Comité Técnico que evaluará los perfiles de los aspirantes a consejeros del INE, el cual se instalará y comenzará a recibir la inscripción de los candidatos el 21 de febrero. Pero el problema estará cuando los seleccionadores pongan en primer lugar sus intereses políticos y partidarios.
De acuerdo con el acuerdo tomado en la Jucopo, la elección de los consejeros electorales deberá hacerse a más tardar el 8 de abril (el 30 de abril concluye el primer periodo legislativo del año), y ratificada ese mismo día en el Peno de la Cámara de Diputados. ¿Sin estudio ni discusión?
El presidente de la Junta, Silvano Aureoles Conejo, informó que, en las próximas horas, contando más o menos a partir del medio día de este lunes, los integrantes de la Jucopo trabajarán en un acuerdo para establecer los criterios básicos que deberán tener los representantes de dicha instancia legislativa en el Comité Técnico de Evaluación.
Este miércoles 19 será presentada la propuesta de quienes representarán a la Jucopo en el comité, que deberán ser “notables” (?) o académicos, no políticos. Los finalistas de la convocatoria que se lanzó para la designación de los consejeros del IFE, antes de que se aprobara la reforma político-electoral que estableció la creación del INE, no quedan impedidos para participar en el proceso.
No obstante, no tendrán un “pase automático” al nuevo consejo electoral y, para ser considerados en la lista de aspirantes que habrá de evaluar el comité técnico, deberán expresar su deseo de entrar en el nuevo proceso mediante una carta, así como cubrir los requisitos establecidos en la convocatoria.
Se supone que el INE está llamado a ser un árbitro eficaz, que evite la inestabilidad política y expulse la desconfianza o percepción de inequidad en los procesos electorales federales y locales. Sin embargo, su integración está infectada por los mismos males que pretenden que erradique, la inestabilidad legislativa, la desconfianza y la percepción de inequidad.
Y como lo aseguró recientemente el consejero del IFE, Marco Baños, para las tareas del INE es precisó que las leyes secundarias se alejen de zonas de duda, que no dejen huecos a la interpretación. Ay, mamita. El nuevo Cofipe deberá dar plena certeza al generar y actualizar todos los reglamentos y normas necesarias para aplicar el nuevo modelo de competencia electoral en el ámbito federal y el local.
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