• El Banxico lo recortó aún más; los afectados son los millones de Trabajadores
• Difícil enfrentar esta gran crisis y la bronca es la concentración de la riqueza
Empezó el proceso electoral para “elegir” a 12 gobernadores de otros tantos estados. La atención del gabinete presidencial estará centrada en el ojo del huracán electoral y es poco o nada lo que los encargados de aplicar la política económica podrán hacer para enderezar el barco de la economía, que por este año electoral ya se la llevó Patetas.
Y lo más doloroso es la situación de los millones de trabajadores, el primero o el segundo, según el cristal con que se mire, de la economía después o antes o al mismo tiempo que el capital. Todos estarán gastando a lo bestia en las campañas electorales mientras el gobierno decreta otro ajuste en el gasto so pretexto de la enorme debilidad de los precios del petróleo, no obstante que está ganando mucho dinero gracias a las coberturas petroleras, que precisamente fueron adquiridas para una eventual caída de los precios. O sea que con la caída de los petroprecios el gobierno no está perdiendo nada porque paga una especie de seguro.
Y los afectados son los agentes de la economía, principalmente los trabajadores. El Banco de México (Banxico) recortó el pasado viernes su pronóstico de crecimiento económico desde 2.49 por ciento a 2.40 por ciento, ante la debilidad del mercado externo y la economía mundial, así como la fragilidad del precio de exportación del petróleo y la inestabilidad financiera internacional. Y yo agregaría la incapacidad de los economistas gubernamentales que carecen de imaginación para sortear los infortunios venidos del exterior.
En la Minuta número 42 de la Reunión de la Junta de Gobierno de Banxico en torno al último Anuncio de Política Monetaria, se consideró la posibilidad de que el entorno internacional tenga un deterioro adicional, por lo que podría observarse una depreciación desordenada del peso mexicano.
Esta situación podría llegar a contaminar las expectativas de inflación y conducir a aumentos de precios de los bienes no comerciables”, de acuerdo con el documento. El 3 de marzo pasado, Banxico revisó a la baja el intervalo para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2016 en medio punto porcentual, al ubicarlo a uno de entre 2 y 3 por ciento en comparación con el de entre 2.5 y 3.5 por ciento previsto en el informe anterior.
Al mismo tiempo, Banxico estima que la inflación general de este año se ubicará en niveles ligeramente superiores a 3 por ciento.
En tanto, para el tipo de cambio, se espera que para el cierre del año el dólar al mayoreo cueste 17,69 pesos. Este pronóstico es demasiado convenenciero. La volatilidad y la preocupación de los tenedores de dólares harán que la cotización del dólar se abulte y al final pudiera quedar en alrededor de 20 pesos.
Para algunos miembros de la Junta de Gobierno del banco central, existe la posibilidad de un ajuste en la política monetaria ante mayores riesgos e incertidumbre en los mercados financieros internacionales y su posible efecto sobre la economía mexicana. Por ello, prevalece la posibilidad de que se realicen ajustes adicionales en la postura monetaria en México si la situación así lo amerita y en independencia de las acciones de la Reserva Federal, como por ejemplo ante un escenario de expectativas de inflación desalineadas con la meta y, según uno de ellos, el riesgo de un episodio de inestabilidad financiera”.
El pasado 18 de marzo, la Junta decidió de forma unánime, en su reunión, dejar intacta la tasa clave de interés, aunque indicó que se mantendrá atenta al desempeño de la moneda y su posible efecto en la inflación. Analistas financieros estimaron que el Banco de México (Banxico) haría sólo un aumento adicional a la tasa de interés de referencia este año, de 25 puntos base, y se concretaría en septiembre próximo. Ello, luego de que el viernes el instituto central publicó las minutas de la reunión de su Junta de Gobierno, con motivo de la decisión de política monetaria celebrada el 18 de marzo pasado, cuando determinó mantener sin cambio su tasa de referencia, en 3.75 por ciento.
Analistas del Departamento de Estudios Económicos de Banamex dieron a conocer su expectativa de un incremento adicional de 25 puntos base para el resto del año. “Reiteramos nuestra expectativa de Banxico siguiendo a la Reserva Federal como nuestro escenario central, por lo tanto seguimos anticipando sólo un incremento más de 25 puntos base este año en septiembre”, indicaron. Algunos miembros de la Junta fueron explícitos en señalar que sigue “viva” la posibilidad de actuar en independencia de las acciones de la Reserva Federal ante la posibilidad de que un escenario global más complejo se materialice.
No obstante, dichas aseveraciones ocurrieron antes de que la presidente del instituto central de Estados Unidos, Janet Yellen, enviara un discurso más acomodaticio que contribuyó con aminorar algunas preocupaciones en torno a la economía global. “Considerando todo lo anterior, un sesgo acomodaticio en el discurso del Banco de México es el resultado más probable, a pesar de que ello posiblemente sea para seguir evaluando potenciales alternativas”, destacaron.
A su vez, analistas de Grupo Financiero Ve por Más (BX+) esperan, de acuerdo con versiones de El Universal, un incremento en la tasa de Banxico en la reunión de septiembre 2016, “donde la tasa terminará el año en un nivel de 4.0 por ciento”. El pasado 17 de febrero el Banco de México, en una reunión extraordinaria, decidió incrementar la tasa de referencia en 50 puntos base a un nivel de 3.75 por ciento, nivel en el que la mantuvo en su última junta del 18 de marzo.
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