• Desacuerdo con la forma de financiarlo
• Afectaría a los trabajadores y al Infonavit
El seguro de desempleo no está aún seguro. Como lo plantea el dictamen, aprobado hace unos días por los comisionados de la Cámara de Diputados, no es de la gracia de nadie. Ni de los patrones y de los trabajadores. Como quien dice, la moneda está aún en el aire que sopla el salón de plenos del búnquer de San Lázaro.
El dictamen legislativo establece que el financiamiento del seguro sólo será aplicable a trabajadores sujetos a la Ley del Seguro Social y provendrá de una aportación patronal del 3 por ciento y un medio punto porcentual de aportación del gobierno federal a un fondo que se llamaría Fondo Solidario. Los trabajadores que no están en el seguro social quedarían totalmente desprotegidos.
No implica una aportación adicional de los patrones, sino la reducción de la contribución para vivienda, que pasaría de 5 a 2 por ciento, lo que, como lo dijo el diputado perredista Carlos Reyes Gamiz, finalmente va en detrimento de sus aportaciones o ahorros.
El dictamen entregado por la Secretaría de Hacienda y aprobado en comisiones no es del agrado de muchos. Ni de los diputados del PAN y de las izquierdas, que se niegan a aprobarlo porque, como hemos apuntado, se financiaría por los mismos trabajadores a costa de la posibilidad de que adquieran una vivienda. El salario de los trabajadores, ya de por sí contraído, podría deteriorarse aún más.
La Unión Nacional de Trabajadores, la poderosa central de sindicatos calificados de progresistas, no se opone a la creación del seguro de desempleo, pero sí a financiarlo con recursos de los propios trabajadores.
Francisco Hernández Juárez, líder de la UNT, rechazó la iniciativa que se discute en la Cámara de Diputados. “A nosotros nos parece que para los trabajadores es muy importante la creación de un seguro de desempleo; nos parece que es un propósito que debe apoyarse sin ninguna duda: Lo que no nos parece es decirle a los trabajadores que pierdan su empleo que los apoyarán, pero ellos mismos se pagarán su salario”.
La iniciativa que ya está en la Cámara de Diputados y que será discutida en el pleno la semana venidera, plantea el financiamiento del seguro con recursos de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
Los patrones tampoco están de acuerdo con el modo de financiar el seguro. La forma de financiamiento afectaría, además de los ahorros de los trabajadores, al propio Infonavit, ya de por sí con problemas financieros muy graves. Quitarle fondos a ese fondo sería llevarlo definitivamente a la quiebra.
Todo el mundo en la Cámara de Diputados espera que las diferencias entre los distintos sectores se resuelvan, aunque ciertamente los diputados tendrían que encontrar otra fuente de financiamiento que no sean los fondos de ahorro de los trabajadores.
José González Morfín (PAN), presidente de la Mesa Directiva, manifestó su esperanza en que pronto pueda construirse un acuerdo respecto a cómo obtener los recursos.
En la sesión de este jueves se dio publicidad al dictamen que reforma que crea la pensión universal y el seguro de desempleo. Y se prevé que se discuta durante la sesión del pleno del martes venidero. En lo único en que hay acuerdo es en que la reforma a la Ley del Seguro Social establezca como un nuevo seguro del régimen obligatorio, el seguro de desempleo.
De hoy al martes, las partes afectadas entrarán en un cabildeo fuerte y es muy probable que, al final, ganen los opositores al modo de financiar el seguro. El gobierno federal debería de destinar una partida especial del presupuesto federal, como ocurre en todos los países en donde, desde hace mucho tiempo, funciona el seguro de desempleo.
Pero, esperemos mejor cómo vendrá la discusión del martes.
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