Ricardo Del Muro / Austral
El reportaje “Anatomía de un tuit: cinco tribus pelean por la Generación Z”, escrito por Salvador Frausto y publicado en el diario Milenio, hace un análisis profundo de cómo se ha construido – en lo digital y en lo político – el movimiento “Generación Z” en México.
Usando herramientas de IA a través de “MilenIA” (la central de datos e inteligencia artificial de Milenio), se hizo un análisis profundo de los comentarios y reacciones al tuit original. Frausto reporta que limpiaron el “ruido”: revisaron mensajes duplicados, posts automatizados y cuentas con poco contenido.
Un interesante y excelente reportaje que ayuda a seguir el rastro y explicar la novedosa movilización de la Generación Z mexicana, es decir, los jóvenes nacidos entre 1997 y 2012, que actualmente tienen menos de 27 años.
La mayoría de los periodistas y analistas coinciden en que el sábado 15 de noviembre se registró una gran movilización promovida a través de redes sociales, con amplitud simbólica y reclamos reales (corrupción, inseguridad y señalamientos a la antedemocracia del gobierno morenista), pero se observaron tácticas digitales sofisticadas (bots, IA) que le dieron un carácter novedoso a esa manifestación.
Lo que más se discute es el grado de “autenticidad” generacional (cuántos jóvenes reales y cuántos adultos participaron en la marcha), la naturaleza política del financiamiento, y si el carácter del movimiento es tan “independiente” como se presenta o está siendo aprovechado por actores con intereses partidistas o empresariales.
Frausto considera que lo que está en juego no es sólo una manifestación, sino una disputa simbólica: quién define qué significa “Generación Z” en México, quién representa a esos jóvenes, y si esos jóvenes realmente quieren eso o están siendo “tutelados” por actores mayores o con más poder.
En el reportaje se analiza cómo un tuit de la cuenta @generacionz_mx convocó a una segunda marcha (la del 20 de noviembre) y desató un fuerte debate en redes. No ve esto como algo puramente espontáneo: la movilización tiene detrás una operación digital sofisticada.
Esta segunda marcha de la Generación Z, que se efectuó el día en que se publicó el artículo, tuvo un escaso poder de convocatoria comparada con la marcha del sábado 15 de noviembre – donde las estimaciones más conservadoras son 17 mil personas – , lo que refuerza la hipótesis planteada por Frausto.
“Hay tuits que no dicen mucho y hay tuits que abren un cráter. Un mensaje de la cuenta @generacionz_mx convoca hoy a la segunda marcha de la Generación Z. Un dardo digital encendió una batalla campal donde cinco tribus pelean por la tutoría moral, política e incluso estética de ese grupo. La anatomía de un tuit dice más que mil análisis”, señaló Frausto en el párrafo de entrada de su reportaje.
Después explicó la metodología de investigación: Con base en herramientas de inteligencia artifucial, MilenIA se puso a desmenuzar la conversación: le quitamos el ruido y leímos las líneas finas del tuit madre que convoca a la marcha.
Tras una depuración quirúrgica – sin bots, sin mensajes duplicados, sin imágenes vacías, sin basura visual – analizamos a detalle 396 comentarios con textos significativos publicados en respuesta directa o indirecta a una invitación digital que generó más de 2 mil reacciones en las 72 horas posteriores a la manifestación del sábado 15 de noviembre de 2025.
El debate digital sobre el hasting #GeneraciónZ tuvo un alcance de 169 millones de vistas solo en el día de la primera marcha, casi el doble de la atención recibida en el mes previo: 100 millones entre el 15 de octubre y el 14 de noviembre.
En ese periodo, 46 por ciento de las interacciones en redes provenían de bots, mientras que el día de la movilización la cantidad de interacciones compradas alcanzaron 52 por ciento. Si en el primer lapso hubo una inversión de 90 millones de pesos, el desenbolso económico durante el 15 de noviembre ascendió a 170 millones.
Posteriormente se lanzó un nuevo mensaje: “¡Se repite la marcha del 20 de noviembre. CdMx,11am. Méxco no se rinde. Mexicanos al grito de guerra GenZ no se rinde”. El tuit de @generacionz_mx – la cuenta madre de este movimiento -, en la víspera de la marcha llevaba 2 mil comentarios, 9 mil retuits y 32 mil likes y más de un millón de vistas. Además el mensaje fue replicado por otras cuentas hasta el cansancio, “como si en verdad hubiera una multitud de jóvenes impulsando esta causa”, comentó Frausto.
“Estamos navegando en uno de los remolinos de la posverdad, ese fenómeno que los sociólogos y los tecnólogos identifican como la imposibilidad de diferenciar entre lo real y las apariencias. Pero la lava que emerge del cráter corre, confunde, asusta”, indicó el periodista.
Frausto identifica cinco bloques o corrientes diferentes que están interpretando (y apropiándose) del movimiento “Generación Z” con fines distintos:
• Los Chairos (45 %): simpatizantes más duros de la 4T, creen que la marcha es una operación de la oposición.
• La PRIANdilla (22 %): grupo anti-Morena / oposición clásica, ve la movilización como parte de una resistencia contra el gobierno.
• Los Auténticos Z (18 %): jóvenes de verdad, generación Z “auténtica”, con voluntades de organización y una visión más genuina del movimiento.
• Los Espontáneos (8 %): personas que interactúan sin mucha estrategia: mensajes emocionales, memes, reacciones sueltas.
• Los Independientes (7 %): usuarios que no militan ni se identifican fuertemente con ningún bloque; cuestionan, reflexionan, preguntan.
Frausto plantea que aunque sí hay jóvenes reales participando (“Los Auténticos Z”), muchas de las voces más fuertes no son necesariamente jóvenes: hay una presencia importante de adultos (de más de 28 años) participando digitalmente para moldear la narrativa.
Por ello, advierte que la “Generación Z” podría estar siendo “usada” como bandera simbólica por otros con intereses políticos: no todos los que usan el hashtag son jóvenes genuinos o tienen las mismas motivaciones. RDM




