ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Tienen entre 25 y 35 años.
Visten como lo hacían ciertos jóvenes… hace dos décadas.
Camisas vistosas, al estilo de las que en el siglo XX diseñara Versace.
Pantalones de brincacharcos…
… que permiten observar que el portador no usa calcetines…
… y que usa sus choclos Ferragamo “a rais”.
Son dos, tres, a veces cuatro.
Siempre citan a los clientes en restaurantes de moda…
… y, claro, de mucho postín.
Las cuentas, al final, son de cinco cifras más algunos centavos.
Y es que piden champagne.
Varias botellas de champagne.
Como aperitivo…
… para acompañar los platillos…
… y el postre, claro está.
Así, entre sorbo y bocado dicen poder arreglar cualquier problema con el gobiernito de la que, ¡oh ilusos de nosotros!, todavía llaman Cuarta Transformación…
… desde licitaciones que pueden ser “a modo” para que gane el cliente y ellos, por supuesto, se lleven su comisión…
… hasta cobros de facturas multimillonarias a Pemex –por ejemplo– que sólo a través de ellos culminan con una transferencia electrónica en la que ya están descontados los “honorarios” –la tajada del pastel, pues– de quienes dicen ser no sólo amigos sino ¡representantes de Andrés Manuel López Beltrán!, vástago de usted ya se imagina quién.
Comisiones, “honorarios” o tajadas del pastel hasta del 30 por ciento del contrato o del cobro.
Y en época de sequía económica…
… con los grifos de la Tesorería de la Federación cerrados…
… los clientes aumentan.
Para ganar licitaciones…
… para que los ayuden a cobrar adeudos.
Son exitosos.
Dicen ser amigos de Andy.
¡Así, quién no!
¿No cree usted?
El fracaso de otro neoliberal
“¡Nacho ratero regrésame mi dinero!”
Así le escriben sus paisanos, en ciertos medios de comunicación, al todavía gobernador de Colima, Ignacio Peralta, impuesto hace poco más de seis años por Luis Videgaray, quien era –¿todavía lo es, dada la impunidad de la que goza?– todopoderoso dada su influencia sobre la debilidad mental del “¡ratero!” Enrique Peña Nieto.
Se va Peralta y deja a la entidad del Pacífico en una situación de verdadera emergencia.
“El sexenio más negro”, dicen sus paisanos.
Hay huelga de trabajadores al servicio del gobierno estatal y lo acusan de desviar el dinero que a ellos les corresponde en salarios para pagar mil millones de pesos a los bancos con los que su administración contrajo deudas de corto plazo.
También de llevar a cabo obras a sobreprecio, como el edificio de seguridad C5i, la remodelación del Palacio de Gobierno, la adquisición de la ex zona militar y la compra de los predios La Campana.
El número de infectados por Covid-19 es, proporcionalmente, mayor al de otras entidades con mucho más habitantes.
Y el de fallecidos a causa del virus, también.
La pobreza creció.
Pero Nachito se justifica: “… parece que la vida se ensañó conmigo. Primero, para llegar a la gubernatura, pasé por dos elecciones y recibo un estado en quiebra; yo no tenía acceso al mercado del crédito, la calificación crediticia estaba colapsada. Pasé 2016 y 2017 sin acceso al mercado de crédito”.
Nunca entendió que para solucionar eso fue que Videgaray lo puso ahí. Que por eso insistió en dos distintas elecciones. Un tecnócrata para solucionar un problema técnico que, paradójicamente, sólo puede arreglar un político.
Se va “Nacho ratero” y allá dicen que…
… “para coronar sus fechorías, Nacho ratero deja a uno de sus compinches más cercanos, bien posicionado en uno de los tres poderes del estado”.
La próxima gobernadora tiene la palabra.
Indicios
Ni los chairos ni los amlovers tuvieron cabida plena en el gabinete de la guerrerense Evelyn Salgado. Su padre, Félix Salgado Macedonio, impuso a muchos funcionarios, de nivel subsecretario y dirección general, que son o fueron priístas o perredistas. De hecho, el astudillista Eduardo Loría Casanova, fue ratificado como titular de la Secretaría de Contraloría y Transparencia Gubernamental, para cuidarle las espaldas a quien acaba de dejar el Palacio de Gobierno en Chilpancingo. Los verdaderos morenistas fueron desplazados por personajes como América Astudillo Muñoz, prima hermana del exgobernador Héctor Astudillo Flores; Hossein Nabor Guillén, exalcalde perredista de Tixtla y ex funcionario del gobierno de Ángel Heladio Aguirre Rivero; Marco César Paris Peralta; exfuncionario también astudillista; Jorge Salgado Parra, exdiputado local y federal del PRI y del PRD y ex colaborador de Héctor Astudillo, entre otros personajes de la “mafia del poder” en Guerrero. + + + Por cierto que en la brava entidad del sureste se ha extrañado la voz de la no primera dama Beatriz Gutiérrez Müller con respecto al tráfico de niñas. Ella proclamó aquel “¡con los niños no!”, cuando irresponsablemente su hijo fue blanco de críticas en redes sociales y medios de comunicación, y ahora mantiene funesto silencio ante crímenes que su esposo, el okupa de Palacio Nacional, considera forman parte de tribales usos y costumbres que ya deberían haberse desterrado. + + + Sobre la anterior colaboración del escribidor, AMLO ¿boteaba en la UNAM?, cuando menos un par de profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales no recuerdan haberlo tenido como alumno. También varios de mis compañeros de generación en ese plantel universitario han coincidido con lo planteado. No asistía a clases. Nadie recuerda haber sido su compañero. + + + Por hoy es todo. Le agradezco la lectura de estas líneas y le deseo, como siempre, que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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