La muy atractiva Sigourney Weaver parodia a Hillary Clinton en la serie Political animals –seis episodios– que se transmitió originalmente en los Estados Unidos a través de la cadena USA allá por julio del año pasado y que aquí vimos a inicios de este 2013 a través de HBO. Digna de atención no sólo por la intérprete, sobremanera por la trama en la que su personaje, Elaine Barrish, es una ex Primera Dama divorciada de un ex Presidente adicto al sexo y que ocupa la cartera del Departamento de Estado en el gabinete de su contrincante demócrata en las elecciones primaras.
Pero, la verdad, no es de esos animales políticos que hoy quiero platicarle aquí, sino de aquellos que en estas peculiares primeras elecciones del regreso del PRI a Los Pinos han venido ocupando cada vez más titulares y presencia en los medios, pero sobremanera en las redes sociales.
Primero en aparecer en el escenario fue “El candigato Morris”, quien se postula a la alcaldía de Xalapa, (esta sí) capital de Veracruz, pues “ante la cantidad de ratas que acechan esos puestos, sólo un gato podrá poner orden”.
Dicho candigato “de las garras limpias” –lo que nos recuerda a funesto personaje autoexiliado en Cambridge, Massachusetts–, por si fuera poco, “no promete nada más que los demás candidatos: descansar y retozar”.
A Morris le siguió en escena “El Burro Chon”, candidato –¿o debería escribir candiburro?– a la alcaldía de la sufrida Ciudad Juárez, que no es la capital de Chihuahua vale aclarar, pues sus promotores consideran que “es mejor un burro como presidente municipal, que un presidente municipal burro”, muy seguramente por las experiencias largamente vividas en esa puerta al territorio nacional.
Y en la capital de Oaxaca, para no quedarse atrás, también postularon a un “CANdidato Titán”, para encabezar el ayuntamiento. Es el único que, dicen sus seguidores, “sí te confiesa que va por el hueso”. Su lema es, además de todo, obamesco: “Yes, we CAN”. Y, como Morris y Chon, el San Bernardo Titán suma adeptos.
Otro candiburro apareció en Zacatecas. De acuerdo al corresponsal don Alfredo Álvarez Barrón, “de raza pura, nada tímido por cierto, decidido a luchar con todas las de la ley ‘para impedir que la presidencia municipal de Zacatecas quede en manos de una bestia’, según su propia declaración de principios.
“Y para quien dudase de su capacidad intelectual ha presentado a la opinión pública un Decálogo con sus principales propuestas de gobierno, algunas bastante novedosas e interesantes; así que no hay que tomar el asunto a la ligera: si ya en alguna ocasión millones de mexicanos nos equivocamos vergonzosamente al votar por un Burro con Botas, ¿por qué no darle el beneficio de la duda a este simpático personaje?; su lema de campaña, donde humildemente resalta su principal cualidad, a mí en lo personal, me inspira confianza: Honestamente Burro.”
Y en Nayarit está “Tina la Gallina”, que busca la alcaldía de Tepic, porque es “una candidata de muchos huevos” y porque “tiene lo que a otros candidatos les falta”.
¿HARTAZGO O MANIPULACIÓN?
¿Son espontáneas estas apariciones político-animalescas? ¿Acaso manipuladas por algún o algunos partidos políticos que con ese zoológico pretenden desviar el voto de los inconformes generalmente dirigido a los opositores?
¿Son Morris, Titán, Chon y Tina los sustitutos de aquella fallida campaña del voto en blanco cuya tendencia iba en el sentido de apoyar al partido en el poder?
¿Son estas campañas animales la respuesta ciudadana a la corrupción de los políticos? ¿Al hartazgo por su desinterés y desdén por las causas de los contribuyentes?
O, acaso, ¿una estrategia bien montada, además con pocos recursos, para hacer decrecer el número de votos para los contrincantes y, en cambio, aumentar la nómina de sufragios nulos?
El debate está a todo lo que da. Hay quienes defienden la hipótesis del empacho ciudadano hacia los políticos.
Otros que, en cambio, ven tras ello maniobras electoreras y campañas negras.
Y usted, ¿por quién vota? ¿Por un gato? ¿Por las mismas ratas de siempre?
Índice Flamígero: Del Poeta del Nopal: “En un acto de congruencia / nuestro temerario burro / ya se prepara, muy curro, / para la gran competencia; / hace campaña a conciencia / pues no desconoce el dato, / si en las encuestas un gato / se codea con el puntero, / grita el burrito cerrero: / ¡yo soy mejor candidato! + + + El aristotélico aforismo To Zoon Politikon, el hombre es un animal político, es el lema de mi alma mater, la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Sólo para recordar. Sólo eso.
— tons don Paco, me queda clarisimo, animales politicos necesitamos, dado el fallo de los politicos animales.