Por Aurelio Contreras Moreno
Mientras la “nueva Fiscalía” veracruzana paga textoservidores para que propaguen que “ya cambió” el “ambiente de seguridad y procuración de justicia”; mientras Javier Duarte reafirma sus lazos con la “4T” y ataca en redes a los críticos del gobierno de Veracruz; mientras del gobernador Cuitláhuac García nadie sabe qué hace o dónde anda, pero se va a gastar 15 millones de pesos en su primer “grito”; en Veracruz hay una brutal crisis sanitaria por una epidemia de dengue que nadie parece poder controlar.
De acuerdo con el reporte semanal del Panorama Epidemiológico de Fiebre por Dengue y Fiebre Hemorrágica por Dengue actualizado al 12 de septiembre, elaborado con información del Sistema Especial de Vigilancia Epidemiológica de Dengue a cargo de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Transmisibles de la Secretaría de Salud federal, el estado de Veracruz encabeza el número de casos a nivel nacional.
Al corte de la semana epidemiológica número 36 de 2019, en Veracruz se han registrado oficialmente un total de cuatro mil 126 casos confirmados de esta enfermedad, de los cuales tres mil 615 corresponden a dengue clásico y 511 son casos de Dengue con Signos de Alarma (DCSA) y Dengue Grave (DG). Las defunciones confirmadas oficialmente en Veracruz por este padecimiento son dos, de acuerdo con el mismo reporte.
Y se hace especial hincapié en que se trata de cifras oficiales, porque es un secreto a voces entre los derechohabientes de los servicios de salud públicos en Veracruz, y particularmente los del ISSSTE -que atiende a los trabajadores de gobierno-, que existe la instrucción de evitar hasta donde sea posible la confirmación de casos, al grado que hay varios señalamientos en el sentido de que les han sido negadas las incapacidades médicas a muchos pacientes que acuden a solicitarlas por esta causa y, en su lugar, se les aplican paliativos con diagnósticos diferentes, a menos que la sintomatología sea más grave. Incluso, es sabido que los empleados de confianza del gobierno estatal afectados por este malestar tienen prohibido confirmar que lo padecen.
Más allá de la especulación y los rumores, esto se ve reflejado en el altísimo número de casos no confirmados y catalogados como “probables” por la misma Secretaría de Salud federal –porque del titular de los servicios de salud en Veracruz, Roberto Ramos Alor, tampoco se tiene noticia-, y que ascienden a ¡20 mil 383! Por mucho también, la cifra más alta de todo el país.
El problema del dengue no es exclusivo de Veracruz, sin duda alguna. A nivel nacional hay casi 14 mil casos confirmados, casi 87 mil probables y se han registrado 43 muertes por esta causa. Es una epidemia nacional con tintes de emergencia para la que ninguno de los diferentes niveles de gobierno (federal, estatal y municipales) han mostrado la mínima capacidad de reacción.
¿Sabe usted cuál es la principal causa por la que el dengue se extiende como una peste sin control? Pues que como parte de los recortes presupuestales en el área de la salud, el gobierno no compró pesticidas para fumigar y prevenir la propagación del mosquito transmisor del dengue, a pesar de que en el caso específico del estado de Veracruz, en varios municipios de las zonas con las más altas temperaturas se hicieron llamados desde el mes de abril. Y el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades dispuso de los recursos por más de 192 millones de pesos con que cuenta para la adquisición de plaguicidas hasta el mes de agosto.
Pero no se preocupe. En la verbena por el primer Grito de Independencia del gobernador Cuitláhuac García va a tocar Banda La Adictiva. Y “nomás” va a cobrar 6.6 millones de pesos.
No haga usted “dengues”.
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