* En las redes circula una fake news que alerta a los jóvenes sobre la inoculación de un chip que los convertiría en algo así como zombies, en la vacuna contra el Covid-19, lo que está provocando que muchos se niegan a consentir su aplicación; urge que en México el gobierno informe de manera oportuna sobre tal mentira sobre todo ahora que la tercera ola comienza a hacer estragos entre la población de menos de 30 años
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez/@ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
La Tercera Oleada de contagios masivos de Covid 19 amenaza con volver a saturar los hospitales de México en las próximas semanas; escasez que se agudizará con falta total de medicamentos e insumos, en tanto que la ineptitud ya característica de la 4T mantiene en bodegas no identificadas a cerca de 20 millones de dosis de vacunas y para colmo, la juventud reacia a vacunarse, todo agravado con una campaña mundial “antivacunas” con rollos tan absurdos como la “inoculación de un chip” que controlará “la mente” de los ciudadanos.
Estúpida, claro, pero peligrosamente efectiva campaña en las “redes sociales” que se vale de argumentaciones falaces, típicas de la seudociencia para convencer a las masas desprevenidas de que las vacunas anti Covid “son parte de una conspiración mundial” para mediante “chips” inoculados en los seres humanos podrán ser “controlados” por una o varias “organizaciones ultrasececretas” que los supuestos denunciantes no logran identificar del todo.
Y todo eso, cuando llegaremos este fin de semana a un promedio de contagios por arriba los 15 mil diarios y con pronósticos sombríos para las semanas por venir.
En Internet se pueden encontrar mensajes tan pedestres como los que envían grupos realmente risibles como “Killuminati Argentum”, donde advierten con notorio humor involuntario: “Muchos se ríen de que trae el chip, pero ignoran lo que traes es el implante energético que servirá de superconductor (gr43n0) para que tú seas el chip (¿?) y sirvas como una antena humana. El robot biológico al servicio de sus amos”.
Pero menos hilarante y un poco más “elaborado”, es el que comenta la agencia Reuters, en nota del pasado 15 de abril, en la siguiente forma: “Una imagen compartida en redes sociales que, entre otras cosas, la vacuna contra Covid 19 contiene un chip con el fin de lograr controlar a quien se le suministre. Esto es falso”.
Enseguida, la nota cita: “La Marca de la Bestia vendrá en una inyección Vacuna+RFDI Chip/ARNm=Marca de la Bestia”. Eso puede leerse en una captura de pantalla y se agrega: “El chip de nanobots viene dentro de que te hackeará el ADN y serán activados con los 5G para controlar tu mente… + tatuaje cuántico=Marca de la Bestia”. Todo eso.
El redactor de Reuters aclara: “No contiene un chip RFID (No RFDI). La tecnología de identificación por radiofrecuencia o RFID (por siglas en inglés), se puede comparar con un código de barras, aunque en lugar de marcas de tinta se utilizan ondas de radio”. (Datos de Universidad de Valencia)
Añade la nota: “La mayoría de las aplicaciones son de la industria y funcionan para dispositivos contra el robo. Las etiquetas con esta tecnología son muy aplicadas a la industria y comercio, tanto para localizar objetos como para asegurarse de que éstos no se sacan de los establecimientos sin los permisos pertinentes”.
(Verbigracia: los mecanismos electrónicos para detectar cuando un cliente de supermercado pretende llevarse algún artículo sin pagar)
EN MATERIA DE CHIPS, EL TAMAÑO SÍ IMPORTA
Y aclara Reuters: “Es cierto que existen algunos chips con esta tecnología que pueden ser implantados en humanos, pero su tamaño es similar al de un gramo, o dos, de arena (imposibles de inocular mediante jeringa) y pueden ser fácilmente retirados”.
Además, el uso de estos chips está dirigido, en esos casos, para abrir y cerrar las puertas del hogar.
Otra aclaración, muy pertinente, que hace Reuters, es que “fue en Estados Unidos donde se planteó que las jeringas con las que se aplicaría la vacuna podrían contar con estos microchips (pero) únicamente en el etiquetado, con la finalidad de controlar que el envasado de la vacuna fuera el original y que no haya caducado; además, no contenía ninguna información personal y era solo para vacunas ARN mensajero.
“Pero esta tecnología no implica ninguna modificación genética de la persona a la que se aplica. Simplemente, es la manera de estimular la producción de anticuerpos anti Covid 19”.
El problema, a nivel mundial, México incluido, es que informaciones sensatas y valiosas como las de Reuters tienen relativa poca penetración ante la atracción morbosa por las “teorías conspirativas”, que ofrecen elementos adictivos para las masas, como la ilusión de estar en posesión “de información ultrasecreta” de las organizaciones malignas que pretenden el “control mundial” y la manipulación de cerebros con la inoculación de chips que los convertirán en simples robots.
En México la situación se agrava con la pésima forma en que se ha enfrentado (es un decir) a la pandemia, al grado que con la llegada de la Tercera Ola el panorama se observa por demás ominoso.
Con la manía de ocultar información, o de proporcionarla de manera caótica y fraccionada, con datos que se contradicen entre una dependencia y otra, los hechos siguen siendo crudos.
El escándalo de los últimos días es en torno a unos 20 millones de vacunas que no se tiene idea en donde se encuentran. La cifra es la suma de los datos proporcionados por diferentes dependencias federales, que se contradicen unos con otros.
Pero se mantiene la falta de medicamentos, equipos para atender casos avanzados y graves de Covid, en tanto que el francamente ridículo sistema de “semáforos” ya quedó como lo que siempre fue: una faramalla para evitar enfrentar el problema de manera franca y decidida.
Al final del día, nos encontramos que la 4T y la seudociencia antivacunas llegan a constituir “extraños compañeros de cama”.