DIARIO DE ANTHONY
1:20 p.m. El mundo -y sus humanitos idiotas- se ha vuelto tan absurdo y patético que a mí se me ha ocurrido incursionar en “el mundo de la moda y el arte”, vendiendo mierda y más mierda. ¡Mierda de lujo! Lo más IN y exclusivo del mundo.
Firmaré un contrato con Guchi, Fuchi y Guacala, para comercializar ropa y accesorios llenos de mierda. Ropas cagadas y apestosas… Y, cuando se me gaste la inspiración, pasaré de lleno a vender “ropas vomitadas y orinadas”, lo más in y cool del momento.
En una boutique muy exclusiva, en la calle Masaryk, de la ciudad más bella del mundo, donde asaltan, matan y descuartizan gentes todos los días, entrará una mujer, que enseguida dirá: “Disculpe, joven empleado-esclavo. Me gustaría saber si todavía le quedan de las chamarras de la línea “Anthony is the Shit” Y éste, enseguida responderá: “Desde luego, señora whitexican y fufurufa”. “Si es así, ¿me puede decir cuáles son sus precios?”. Y el empleado-esclavo le responderá:
“Las tenemos en varios precios y estilos. Pero los más caros y exclusivos solamente son dos modelos” “¿Y me puede decir cuáles son? Desde luego que sí, señora: “Los de vomito con restos de frijol con puerco cuestan 5,000 dólares. Y los de vomito con restos de cochinita pibil, cuestan 10.000”. “¡Pues me llevo uno de cada uno!”, responderá la whitexican. Luego añadirá: “Ah. Joven, empleado-esclavo. Quiero que usted me los envuelta en el papel periódico más fino que tenga…” Y, mientras el empleado envuelve las chamarras, la fufurufa dirá: “Joven, ¿verdad que usted sabe que usted y yo no somos iguales?” Y el joven, levantando el rostro triste y resignado hacia ella, le responderá: “Sí, señora…” “Así me gusta. Que usted sepa su lugar en esta suciedad-sociedad”. Y, cuando ella está a punto de irse, dirá. “Ah. ¡Antes de que se me olide! ¿Podría usted decirme cuando le llegarán las nuevas bolsas Hermés con mierda de Anthony adentro?
Me gustaría comprar una, color verde diarrea” Y el empleado tratará de decirle que las bolsas han subido mucho su precio, debido, primero, al buen covid, y, segundo, al parque de Russo. “Los cocodrilos se han ido todos a trabajar a ese parque llamado “Guerra”. ¡Ya ninguno de ellos quiere terminar siendo parte de la bolsa de una señora tan culera como usted!” “¡Soy la esposa de un corrupto y ladrón político de la más alta esfera, ¡y puedo comprar y pagar la bolsa que a mí se me dé la gana!”, responderá la otra, para a continuación largarse de la boutique “Anthony is the shit”.
Anoche no paré de pensar en todos mis proyectos… Me gustaría incursionar en el mundo del arte, vendiendo -como muchos otros imbéciles- “HAMP-ARTE” de la más alta calidad y originalidad.
Y, para eso, ya tengo pensado lo que haré: “Le sacaré una copia en cera a mi pene, la cual, luego enseguida, mandaré a esculpir en tamaños gigantes.
Las esculturas de mi pene gigante, se las venderé o donaré -sobre todo- a las iglesias y demás sectas religiosas de todo el mundo. Ya me he imaginado “exhibir” mi obra de arte a las afueras de la catedral de La Sucia Mérida.
Otras replicas, pintadas en diversos colores, las pondré en aquel sitio, junto a la misma catedral, donde, desde hace ya mucho tiempo, se han venido exhibiendo porquerías de “muchos artistas” internacionales.
“Pene de Anthony”, se titulará mi obra de arte. “En esta obra destaca la fuerza y potencia del espíritu de su creador”, rezará la puta descripción de mi pieza. “Si uno lo mira con detenimiento, encontrará mucho significado contenido en todo su interior…”
Anoche pensé que mi obra se ha de volver -al igual que “Amazon”- un puto monopolio. ¡Estará por todas partes! Y, también ha de destituir a otras obras, que por años han dominado la presencia mundial.
“El David”, de Miguel Ángel, por ejemplo, será derribado por los mimos que derribaron la estatua del buen Sadam, para a continuación ser suplantado por un pene colosal, tallado en mármol blanco. “¿La Mona Lisa? ¡Quiten a esa zorra de la pared!, y a continuación coloquen a “El Pene Liso”, ¡de Anthony!”
El mundo del arte -más que ninguno otro-, se ha vuelto tan estúpido que; para honrar al puto de Demian Hirst, yo, mandaré a hacer una escultura de mi pene, el cual estará “salpicado” de puras bolitas de colores…
“Oh, Anthony. ¡Pero qué gran artista eres!”
Y entonces me volveré más millonario y poderoso que los imbéciles de “Jef Quezzos”, “Eloncitito Musk”, “Marky Chupapenes”, “los Gugols”, y el difunto de “Steban Jobs”; ah, y también el todavía gusano vivo de “Bill Gueis” …
Mi pene -o, más bien la escultura de mi pene-, dominará el mundo entero.
La escultura actual de los premios “Oscar”, será suplantado por la figura de mi pene… “Y el Pene a mejor película es para… ¡La forma de su caca!, de Benancio Culo del Toro”.
Y el gordo mantecoso y chafoso y ladrón de ideas, levantará su culo grasoso de su asiento para subir así a recoger su premio: “Un pene dorado”.
“… Y soy mexic-ano, ¡chingada madre!”, dirá el muy gordo pretencioso. “Siempre soñé, desde que era un niño, con ganar este pene dorado”.
Imbéciles y más imbéciles. ¿Botero? “Un pene gordo de Anthony” ¿Warhola? “Pinturas o serigrafías del pene de Anthony, pintado de muchos colores” ¿Dalí? “Un pene de Anthony derritiéndose sobre la arena”. ¿Picasso? “Un pene de Anthony, pintado en cuadrados y triángulos” (¡Pero qué pene más abstracto!)
Oh, maravillas del arte… ¿Chagall? “Un pene de Anthony volando por los aires, con varias bocas abiertas a su alrededor”. ¿Van Gogh? “Un pene de Anthony pintado en colores deprimentes”.
Y la lista sigue, ¡pero ya me cansé de relatar!
Volviendo a lo de la moda. Para la marca Guchi, mandaré a quitar la serpiente que lleva algunos de sus bolsos, y en su lugar pondré la figura de mi pene, al cual rodeará una serpiente. (¡Qué original!).
Mandaré a hacer telas de todos los materiales, con estampados de la figura de mi pene. Pantalones de mezclilla, playeras y demás cosas, ¡todo llevará la figura de mi pene!
Bla, bla, bla. Imbéciles como “Ralph Levanta-mierdas”, mejor conocido como “Ralph Lauren”, alias “Ralph Lift-shitz”, sacará una colección de ropa, en la cual “su osito” será suplantado por completo por la figura de mi pene.
Luego incursionaré en el mundo de los objetos. ¡Objetos de todo tipo! Vasos, platos, muebles, llaveros, bolsas y zapatos. ¡Todo llevará la figura de mi pene!
El dominio de mi monopolio llegará a ser tan pero tan grande que, marcas tan poderosas como “Amazon” cambiarán de nombre.
“Amazon” pasará a ser “Penezon”
“Facebook” pasará a ser “Penebook”
“Google” pasará a ser “Penegle”
“Tesla” pasará a ser “Penesla”
“Apple” pasará a ser “Peneple”
“Microsoft” pasará ser “Penesoft”
…Y los que me faltan. ¡Pero ya me fastidié de escribir!
…Y, cuando yo mismo ya no pueda cagar, vomitar y orinar sobre las prendas de diseños de alta moda, contrataré a otras personas para que me ayuden.
Y, al igual que sucede con muchos diseñadores de lujo, quienes contratan a otras gentes para que “elaboren” sus prendas, así yo haré lo mismo. Pero, al final, como sucede con muchos diseñadores, mi nombre o firma es lo que irá sobre dichas prendas…
“¿POLO, by Ralph Lauren?” ¡De ninguna manera! “¡PENE!”, by Anthony Smart
Anthony Smart
Julio/20/2022