Mauricio Carrera
Gracias a Hugo Esteve Diaz por su lectura y reseña de mi obra de teatro Apagada estrella. Gracias!!!
Es una de las más recientes publicaciones del talentoso y versátil escritor Mauricio Carrera (Ed. Los otros libros, 2024); se trata de su segundo libreto para obra de teatro en el que aborda de manera ingeniosa y creativa la azarosa vida de José Revueltas, uno de los escritores y activistas de izquierda mayormente perseguido por los gobiernos en turno.
Apagada estrella es una obra que mucho se acerca a la tragicomedia, plagada de enredos, remembranzas y enigmas, todo en un marco tan paródico que bien puede remitirnos, por su peculiar estilo, a las obras del teatro del absurdo, como las de Beckett, Ionesco o Genet.
La puesta en escena propuesta por el maestro Mauricio Carrera nos presenta a un Pépe Revueltas que desciende de la crucifixión impuesta por los gobiernos, sus camaradas, sus mujeres y su propia circunstancia, para dar cuenta de su cada vez más caduca condición. Figuras fantasmales que se le aparecen para cobrar las facturas pendientes, tanto las políticas, sentimentales y hasta económicas, sin que la solvencia moral ni financiera le alcance para saldarlas. Sin embargo, no todos los fantasmas vienen a exigirle cuentas, ahí está Silvestre, su amado hermano y compañero de aventuras etílicas para animarlo, acompañarlo y ¿por qué no? hasta para solaparlo.
Pépe, el astro fulgurante que transita desbocado en el autobús de la vida con destino a la opacidad, a la decadencia y, lo peor de todo, a la impotencia. Y ahí están sus mujeres para reclamárselo, como Solveig —como poéticamente apodó a Olivia Peralta—, su primera y temprana esposa; como Mariate Retes, la segunda en un acta, y por el acaso no se aparece Omega Agüero, aquella linda cubanita con la que tendría una hija; pero sí la tercera y última, la perspicaz Clarita a quien Pépe le doblaba la edad —y que seguramente debe ser la encarnación de Ema Barrón Licona—, quien lo acompañaría hasta el final de sus días. Quizás por eso resulte inevitable remembrar la Casa chica (Planeta, 2012), de Mónica Lavín, como un referente obligado entre las personalidades que figuran en ese estupendo libro.
Apagada estrella, del brillante Mauricio Carrera, no es más que un recuento de los polémicos “Errores” en los que incurrió y escribió José Revueltas, un escritor “sin cabeza”, “apandado” en la decadencia inevitable de la historia, una historia que al final sabrá sentarlo junto a “Dios en la tierra” y reservarlo para la posteridad “En algún valle de lágrimas”.