Ricardo Del Muro / Austral
Han transcurrido tres años desde aquella violenta noche del Grito en Altamirano (Chiapas). Roberto Pinto Kanter, entonces alcalde, apenas tuvo tiempo de agitar la Bandera y nombrar a los héroes de la Independencia, porque antes de que comenzara el festejo y se lanzaran los fuegos artificiales, llegó un grupo de pobladores que incendió el edificio del ayuntamiento municipal.
Pocos días después fue secuestrado Pinto Kanter, quien el día primero de octubre de 2021 entregaría la alcaldía a su esposa, Gabriela Roque Tipacamú, postulada por el PVEM, pero debido a las protestas y el plagio, fue obligada a solicitar licencia y en su lugar se nombró el Concejo Municipal que encabezan María García López, presidenta concejal, y Fernando Gabriel Montoya Oseguera, concejal síndico.
Fue el preludio del fin del cacicazgo de la familia Kanter en este municipio chiapaneco, donde la mitad de la población son indígenas tojolabales y tzeltales, pero también fue el inicio de la inestabilidad política, bloqueos carreteros y secuestros realizados por dos grupos civiles armados que disputan el poder. Anarquía que ha crecido ante la impasibilidad de las autoridades y el Congreso estatal.
Un conflicto municipal, cuyo más reciente acontecimiento, sucedió el pasado sábado, cuando una turba de hombres que pertenecen a las autoridades ejidales quemaron al menos 43 viviendas y secuestraron a 18 pobladores, colaboradores y simpatizantes del concejo municipal.
Lo cierto es que Altamirano está “ardiendo”; es un “foco rojo” desde hace por lo menos tres años, en un especie de “guerra civil municipal”, donde han sido frecuentes las noticias sobre enfrentamientos a balazos, secuestros y bloqueos carreteros, que se conocen a través de videos que, para el colmo, en muchas ocasiones han sido difundidos por grupos de encapuchados armados.
En este municipio operan dos grupos paramilitares: el “Movimiento 14 de agosto”, cuyo nombre hace referencia al día de su fundación, el 14 de agosto de 2021, encabezado por Gabriel Montoya Oseguera, excandidato a alcalde por el partido Chiapas Unido y que actualmente es integrante del Consejo Municipal; los opositores están agrupados en la “Alianza de Organizaciones Sociales y Sindicatos de Izquierda”, conocido como la ASI, encabezado por el presidente ejidal Rogelio Hernández Gómez, a quien vinculan con la familia Pinto Kanter y el PVEM.
Los habitantes de la cabecera municipal, entrevistados por reporteros de los diarios estatales, afirmaron que el grupo de incendiarios fue encabezado por el presidente del comisariado ejidal, Rogelio Hernández Gómez y sus seguidores, entre los que nombraron a Enrique Hernández Gómez, Gaspar Sántiz y Simeón Sánchez.
Al parecer fue la venganza ante la agresión sufrida hace dos meses, el martes 8 de agosto, en el barrio Las Casitas, municipio de Altamirano, donde un grupo de hombres armados identificados como integrantes del “Movimiento 14 de Agosto”, abrieron fuego en contra de pobladores que exigían una distribución equitativa de los recursos del Copladem y la destitución del síndico concejal, Gabriel Montoya; el enfrentamiento provocó la muerte del joven Oscar Hernández Sánchez y cinco heridos.
El municipio de Altamirano, ubicado entre Comitán y Ocosingo, se conoció a nivel nacional, el primero de enero de 1994, cuando fue tomado por el EZLN, en una sorpresiva acción en donde murieron seis personas, tres de ellos integrantes de los zapatistas. Allí se encuentra el ejido Morelia, donde está el Caracol Zapatista Aguascalientes IV. En una de sus paredes destaca una pintura dedicada a “los mártires de Morelia, asesinados el 7 de enero de 1994” cuando el Ejército tomó el poblado.
Altamirano también es la tierra natal de Jorge Constantino Kanter, quien encabezó a los ganaderos de Ocosingo, Altamirano, Las Margaritas y Comitán, para exigir que el Ejército entrara a la selva para combatir a los zapatistas y reclamar la indemnización por 41 mil 937 hectáreas que en 1994 fueron tomadas por campesinos integrantes del EZLN.
A partir del control del Ayuntamiento, durante casi 20 años la familia Kanter mantuvo el poder en Altamirano, mediante el condicionamiento de obras y programas gubernamentales. Constantino Kanter fue presidente municipal de Comitán en 2005 – 2007 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), del cual fue expulsado poco después de finalizar su mandato, acusado de apoyar al candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Juan Sabines Guerrero, en las elecciones para gobernador de 2006.
Nuevamente, en 2021, Constantino Kanter fue candidato a la alcaldía de Comitán, ahora por Morena, pero perdió ante el priísta Mario Guillén, conocido como el Señor Fox, quien por cierto, recientemente renunció al PRI para afiliarse a Morena.