Amenaza a México y Centroamérica, una plaga endémica de langosta en parte, debido al descuido provocado por el coronavirus. Expertos advierten que si no se contiene su propagación, puede haber mangas arrasadoras.
Redacción MX Político.- La langosta es una plaga bíblica, tan antigua como la humanidad misma. Pese a que su existencia es parte de la biodiversidad necesaria en el planeta, la transformación de estos insectos en gigantescos enjambres llamados mangas, suponen un riesgo de hambre y pobreza para amplias regiones de México y Centroamérica, de por sí golpeadas por el coronavirus.
“Es una plaga endémica de Centroamérica. Incluso el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) nació a raíz de esta plaga que arrasó desde México hasta Panamá en 1953 y, desde entonces, sigue teniendo brotes esporádicos.
Se esperan brotes que, si no se controlan oportunamente, pueden convertirse en mangas que son arrasadoras”, advierte el director Ejecutivo de OIRSA, Efraín Medina, según lo consigna información de la agencia alemana Deutsche Welle.
El ingeniero agrónomo y ex ministro de Agricultura de Guatemala señala que los brotes que se han reportado en el sur de México este año, en Guatemala y en el Salvador, se han controlado inmediatamente. “Este año hubo brotes muy fuertes enArgentina, Brasil y Paraguay. Por esto se lanzó la alerta y ya se tomaron acciones de control en cada uno de los países”.
El experto señala que es un riesgo muy grande para poblaciones de por sí golpeadas económicamente por Covid-19. “Debido a la pandemia bajó la vigilancia y ahí está el riesgo”.
Mangas arrasadoras
Según OIRSA, una manga de unos 80 millones de langostas es capaz de devorar unas 100 toneladas de alimento verde por día. “Arrasan con todo lo que encuentran a su paso.
Empiezan con gramineas, con pastos, maíz y luego hortalizas, hasta los árboles forestales, ésa es la langosta centroamericana. También ataca la caña de azúcar, que es un cultivo muy importante en Guatemala y en El Salvador.
Tuvimos brotes en 2018 en Nicaragua que hubo que controlar de manera rápida vía aérea. Fue necesario el uso de avionetas para controlarla”.
Las langostas depositan sus huevos debajo de la tierra, y la lluvia ha favorecido el desarrollo de la plaga este año. “Cuando hay una precipitación fuerte depositan los huevos y cuando cede la lluvia vienen los brotes de ninfas -llamadas bandas- y luego se convierten en adultos. El riesgo histórico vuelve en este momento, de mayo a septiembre, cuando se desarrolla la primera generación. De julio a diciembre o enero llega la segunda generación y debemos controlar esta primera generación para que no se convierta en una manga muy difícil de controlar”.
Estos insectos tienen la capacidad de emigrar hasta 150 kilómetros diarios y consumir hasta el 100 por ciento de su peso en material fresco, unas 400 especies de plantas. Honduras, un país más forestal que sus vecinos, no está inminentemente amenazado, salvo si se forma una manga.
Los acrídidos, conocidos popularmente como langostas, saltamontes o chapulines, son una familia de insectos pertenecientes a la familia Acridoidea, que se encuentra distribuída en todo el mundo con unas siete mil especies. Una de las más devastadoras, que durante siglos ha provocado hambre y migración en África y Asia, es la llamada langosta del desierto.
Langosta del desierto
El oficial en jefe del Pronóstico de Langostas de la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Keith Cressman, fue testigo de la llegada de la plaga en Sudán, adonde la organización lo envió en 1997.
“Un mes después de haber llegado a Sudán, fuimos testigos de olas y olas de mangas de langostas que invadieron el país provenientes de Chad. Eran gigantescas, de esas que se convierten en una nube negra en el cielo que tapa el sol”, recuerda el alto funcionario, en conversación con DW.
El experto ha recorrido desde entonces todos los países entre África Occidental y la India y conoce todos los desiertos de la región. Actualmente dirige desde Roma, sede de esta organización de Naciones Unidas, el Sistema de Monitoreo y Alarma para toda la región. “El sistema de monitoreo para la langosta del desierto es el más antiguo del mundo sobre todas las plagas migratorias”, explica. “Fue creado en 1930, originalmente en Londres. Uno de los principales mandatos que tenemos es monitorear la situación global y proveer alertas tempranas y previsiones”. La organización quedó bajo mandato de la ONU a partir de la década de los 70.
El experto explica que se tiene una red integrada por todos los países afectados, unas 50 naciones. Unas 25 tienen plagas todos los años, la otra mitad sufre la plaga esporádicamente,un territorio equivalente al 20 por ciento de la superficie terrestre.
“Es una de las plagas mas antiguas del mundo, hay alusiones a ella desde el tiempo de los faraones egipcios, hay citas en la Biblia y en el Corán. Las langostas del desierto son las más peligrosas porque ocupan el mayor territorio terrestre, además son las que crecen más rápido y pueden emigrar a una mayor velocidad y consumir la mayor cantidad de alimento”, indica.
El experto explica que la langosta del desierto es nativa del norte de África y Asia, y aunque esta especie cruzó el Atlántico en 1988, cuando llegó al Caribe, no se estableció allí. “En este momento tenemos una plaga en Namibia y en Botswana, y la particularidad es que está presente de manera continua, no tiene una o dos generaciones al año, sino que está presente de manera continua, reproduciéndose todo el año y trasladándose de un lugar a otro”.
Langostas como alimento
En muchos de estos países en donde es endémica, elconsumo de langostas es tradición. “Yemen es uno de ellos. Los enjambres vuelan durante el día y en la noche descansan sobre el suelo, que es cuando la gente local las recolecta en bolsas y redes. Luego las hierven, las secan o las fríen, se consumen localmente en las comunidades, y también se venden en los mercados locales. Son ricas en proteínas y apropiadas para el consumo humano, pero también como pienso animal”, afirma.
El biólogo y entomólogo panameño Alonso Santos, investigador en la Universidad de Panamá, señala que es una oportunidad utilizar la langosta centroamericana como alimento. “Aquí en Panamá hay una empresa que cría grillos de manera masiva para la producción de harina para animales de corral”, comenta Santos.
El experto explica que cuando las mangas están agotadas por el calor se desploman en el suelo. “Se acumulan unas sobre otras, son millones. También se atrapan con mallas especiales con las que se pueden interceptar, incluso se usa luz infraroja en la oscuridad para interceptarlas”.
El especialista destaca que la peligrosidad de esta especie es que es polífoga, come toda clase de vegetales y cultivos en grandes cantidades. Si se combate con químicos, deben ser los adecuados. Los biodegradables son un poco costosos, pero más amigables con el medioambiente. No hay un controlador natural que pueda contener una gran cantidad de insectos. El experto explica que los países pueden acudir a organismos multilaterales para pedir una asesoría y financiamiento para adquirir esos químicos biodegradables, porque los insecticidas genéricos matan fauna benéfica como abejas y mariposas. “Ya hay químicos especializados en el combate específico de plagas como ésta, que son un poco más caros, pero puede pedirse ayuda internacional”.
Keith Cressman reconoce que en la oficina que dirige en la FAO hay un fondo de emergencia con recursos limitados. “Cuando hay un brote de la plaga, basándonos en la solicitud del país a nuestros representantes locales, es posible tener acceso a esos fondos de emergencia de control. Si es necesario apoyamos a los países solicitantes para obtener financiamiento adicional por parte de organismos multilaterales”.
hch