En una imagen inédita, el ex Director del FBI, James Comey, fue acusado hoy en un tribunal federal de las afueras de Washington de haber cometido perjurio.
Trump había prometido públicamente venganza contra los que el percibe son sus enemigos políticos.
Comey es uno de ellos, a pesar de que en los últimos días de la campaña Trump vs Hillary, Comey reinicio una investigación contra Hillary sin nueva evidencia, algo que los demócratas dicen contribuyo enormemente a la derrota de Hillary.
El caso es que Trump lo considera un enemigo político y también públicamente exigió al departamento de Justicia que lo encausara. Tras decirlo, la Fiscal General encauso a Comey.
Los abogados de Comey están encantados con Trump por dos motivos.
1- Porque todos sus ataques políticos contra Comey, dirán, demuestran que todo es una persecución política. Solo tendrán que usar las mismas palabras de Trump. Y
2- Agregaran que la acusación viene también por otra interferencia directa de Trump al exigir esa acusación. Se supone que la justicia es independiente. Los abogados de Comey dirán que las palabras del propio Trump exigiendo el encausamiento de Comey es una prueba más que contundente de que todo es una venganza personal y política que no tiene nada que ver con la acusación de supuesto perjurio.
¿Ha sido Trump su peor enemigo en este caso?
“Las palabras de Trump y del secretario de defensa son de potenciales criminales de guerra”,
Declara el general estadounidense retirado Randy Manner.
Fue el segundo al mando de todas las tropas de EEUU en Oriente Medio. Se refiere al discurso de ambos a los más altos mandos militares de EEUU en todo el mundo que se realizó en Quantico, Virginia.
El general dijo que “si no fuera porque se trata del presidente, lo que dijo seria hasta cómico” en alusión a que según el sus palabras fueron ridículas ante las actuales leyes que gobiernan la actuación de las fuerzas militares de EEUU.
Cuando el secretario de Defensa y Trump hablaron sobre eliminar las restricciones legales durante una guerra que limitan las acciones de las fuerzas armadas del país, el general afirmo que esas palabras son de “potenciales criminales de guerra”.
Atacó duramente los discursos de ambos.
El general concluyo su entrevista con la cadena NRP diciendo en nombre de las fuerzas armadas:
“Quiero asegurar absolutamente al pueblo estadounidense que jamás le daremos la espalda y pueden tener absoluta fe y esperanza en que nunca los abandonaremos”.
EEUU vive momentos únicos en su historia. Ningún militar de todos los que vinieron de todas partes del mundo para escuchar el discurso aplaudió las palabras de Trump o del secretario de Defensa.
Hubo un silencio sepulcral. Solo se escucharon contados aplausos por parte del sequito que iba con Trump y el secretario de Defensa.
Marjorie Taylor Greene se ha convertido en la piedra en el zapato de los republicanos.
La congresista ultraconservadora y pro Trump ha dicho “no” al liderazgo republicano en dos temas y por mucha presión que le pongan, no cede.
El primero es que, igual que los demócratas, exige a Trump que haga públicos los archivos de Epstein.
La segunda es la actitud de los republicanos en este cierre del gobierno.
Los acusa de ignorar las quejas que llama legítimas de millones de personas que podrían quedarse sin ningún tipo de seguro médico si el gobierno no renueva las ayudas al Obamacare.
Los demócratas se oponen a un acuerdo con los republicanos respecto al cierre del gobierno a menos que Trump asegure esos fondos para evitar que esos millones de personas se queden sin atención médica.