Sucedió el anterior fin de semana en Valle de Bravo. Uno de los hijos de Enrique de la Madrid Cordero, secretario de Turismo del gobierno de EPN, fue salvajemente golpeado por cuatro individuos que, tras descender de una camioneta tipo Suburban, arremetieron en su contra en plena vía pública.
El ataque provocó que el joven sufriera heridas en la cara que ameritaron cerca de 20 suturas, costillas rotas, contusiones por todo el cuerpo, debido a las muchas patadas que recibió esa noche.
Y hubiera sido peor, de no ser por los gritos de una viandante que atrajeron la atención de un taxista, quien al aproximarse con su vehículo provocó que los atacantes subieran a la camioneta y se alejaran del lugar a toda prisa.
¿Trae seguridad del Estado Mayor Presidencial el hijo, la familia, de un secretario del Despacho Presidencial?
Debería tenerla. Pero, al parecer, De la Madrid Cordero no ha aceptado escoltas de la controvertida corporación militar, cuyas actividades él conoce a la perfección desde muy joven, cuando su padre fue Presidente de la República… aún desde antes, cuando era alto funcionario del gobierno de su antecesor, don José López Portillo.
¿Fue un ataque provocado por algún pleito juvenil?
¿O una advertencia para aquellos que se niegan a recibir la protección del EMP, como el propio titular de Turismo… o como AMLO?
¿Chi lo sa?
El esperado encuentro Napo – Osorio
Declarado inocente de todos los cargos que le inventó el empresario Jorge Larrea en complicidad con los gobiernos pripanistas de Fox y de Calderón, Napoleón Gómez Urrutia pidió a varios de sus amigos que intercedieran por él para obtener el necesarísimo “perdón político” de la actual Administración y, así, poder regresar a México.
Uno de ellos, quien le habla de tú a Enrique Peña Nieto, acudió a Los Pinos para llevar a oídos presidenciales la petición del líder minero ya exonerado. Platica que Peña no tuvo objeción y que, en ese momento, marcó por la red a su secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para ordenarle que atendiera lo que enseguida le pediría el amigo de Gómez Urrutia.
Ya en comunicación y tras identificar al solicitante, Osorio habría dicho que “para que chingados molestas al Presidente con esas mamadas. Napoleón es un ratero”.
Ni porque EPN le había pedido que atendiera la solicitud. Tampoco porque el amigo de Gómez Urrutia lo estaba manifestando. Nada se consiguió en esa ocasión.
Fue el voto popular el que, el 1 de julio, trajo de regreso a México a Napoleón Gómez Urrutia.
Y ahora en la Cámara Alta, donde ambos serán senadores, Osorio va a toparse con “el ratero” Gómez Urrutia.
¿Saldrán chispas de ese esperado encuentro?
EPN ha obstruido a la justicia
En Estados Unidos muy posiblemente acusen pronto a Donald Trump por haber obstruido la justicia. Dos tweets lo incriminan. Uno, atacando al ex fiscal general Jeff Sessions y, otro, al ex director del FBI James B. Comey.
Por ello, el fiscal especial que investiga la muy posible interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, Robert S. Mueller III, está examinando si las acciones se suman a los intentos de obstruir la investigación al intimidar a los testigos y presionar a los funcionarios para aplacar la investigación.
Mueller quiere interrogar al presidente sobre los tweets.
Aquí no hay evidencia ni en redes sociales, pero EPN ha obstruido a la justicia en muchos casos. Los paradigmáticos: Casa blanca de Lomas de Chapultepec, Ayotzinapa, Odebrecht…
¿Alguien se animaría a citarlo para que aclare el porqué ha impedido, delictivamente, que el largo brazo de la ley haga su tarea?