El productor pone un peso y el gobierno pone otro.
-¡Qué fácil! ¿Así de simple?
-Así de simple. Usted pequeño productor si invierte un peso, el gobierno lo apoya con otro.
-¿Y cómo se lo pago?
-No me lo paga, se va a fondo perdido.
-¡Aaahh cabrón, pues suena bien eso de “perdido”.
-Espérese a que se publiquen en enero o febrero del año entrante las #ReglasdeOperaciónSagarpa, todavía no sabemos cómo vendrán.
-¡¿Hasta el año quentra?!
-Sí, los recursos de este ya se asignaron y las convocatorias se cerraron. Pero de momento aquí le dejamos los papeles que tiene que ir juntando…
Y es así como el incauto pequeño y mediano productor empieza un viacrucis que ni cuando lo llevaban de chamaco a la iglesia a recorrer las 12 estaciones le era tan pesado aguantar, porque aquí se trata de resistencia, condición, temple y muucha muuucha paciencia. La salivita vendrá al final.
Para empezar ya no se llama dinero, ahora se llama “recurso”; ya no son “apoyos para el campo” ahora se llama o se llamaba a inicios del 2015 “programa fondo para el apoyo a proyectos productivos en núcleos agrarios”; tampoco son “ejidos y comunidades” por si no lo notó, ahora le llaman “núcleos agrarios” el nombre del programa lo dice claritito. Va dirigido este programa (por hablar de uno nada mas) a “hombres y mujeres que habitan esos núcleos agrarios del país preferentemente sin tierra que cumplan con los requisitos que establecen las reglas de operación”.
Aquí es donde la cochi tuerce el rabo.
Quienes ya hemos recorrido este sinuoso camino de los programas gubernamentales para el campo, a las reglas de operación les llamamos “trampas de operación” porque están diseñadas para que nadie las entienda, para que nadie las pueda cumplir y para que, a huevo, todos caigamos en ellas. Para eso se hace necesario “un técnico autorizado en proyectos” para que nos elabore el plan. Claro que tiene que estar avalado por “la secretaria”, si no, no!
Lo más fácil sería que nosotros mismos, los productores, lo elaboráramos, pues conocemos nuestro negocio y sabemos lo que necesitamos, pero no, es demasiado complicado para los de a pie. No daríamos con bola en meses y adiós apoyo.
El que hace la regla hace la trampa.
Se deja venir la avalancha de tediosos requisitos: pilas de papeles, sellos, autorizaciones, actualizaciones, títulos de la tierra, análisis del agua del pozo (si tienes),concesión del agua, presupuestos, ifes, curps, constancias, acta constitutiva, actas de nacimientos, de defunción del perico, del perro, del gato y de quien se les ocurra ( en 3 juegos por favorcito). Qué produces, cómo lo haces, dónde lo vendes, quién te lo compra, cómo lo empacas, cómo lo trasportas, cuánto te cuesta, en cuánto lo das, cuánto es tu utilidad marginal, cuánta la residual, cuánto tus gastos de operación, de producción, administrativos, uuuuuuufff!!! Quién es tu principal proveedor, su domicilio, su ife, su curp, su clave interbancaria, una muestra de sus facturas, otras 3 cotizaciones, sus domicilios, sus ifes, sus curps, sus claves ( en 3 tantos favorcito)…!Dios que no nos agarre bichis pero sí confesados! Y la fecha de la convocatoria te viene chicoteando, se cierra en 3 diaaas!!!
Si te faltó la vacuna del perico, despídete del sueño: ¡mingaste a tu chadre!
Si libraste con los tiempos, ya la hiciste!! Te dan un folio y a esperar 3 meses.
-¿A poco en junio nos entregan el recurso? (te vuelves experto en el léxico, “recurso”)
-Si eres seleccionado y si alcanza la lana, sí.
…junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y ¡¡¡nadaaa!!!
-Es que en el hemisferio sur de México, en Tabasco, se inundaron en marzo y le dieron prioridad a esas zonas afectadas. -Es que pegó el huracán Panchita en septiembre en la costa grande de Guerrero ( hemisferio sur de México ) y pues anduvieron en chinga los jefes, pero la lana ya está, tu proyecto sí se autorizó, saliste publicado.
-¿En serio? ¡Quiatodamadre!
Y para que lo crean y no se diga que el sacro santo gobierno no apoyó…el gobierno del estado, en coordinación con el gobierno federaaal reune a todos los “publicados” el 10 de diciembre para entregarles sus constaanciaas…sí, sus constancias, la lana aún no.
Para esas fechas tienes que comprobar que ya pusiste TU peso, llevar a todo el séquito de la secretaria a que vean dónde está invertido, si corresponde a lo que proyectaste, si es el proveedor que dijiste hace 8 meses es el que te lo hizo, si la factura está bien elaborada, si el precio es el mismo, si la fecha coincide porque debe ser de este ejercicio, si todavía vive el perico, si no cambiaste el cochi por otro, en fiiin!!! La salivita y el sufrimiento vienen incluidos!
15 de diciembre, el burro hablando de orejas.
-Termina el proyecto para poderte entregar la lana, pero tiene que ser dentro de este año porque si no, se cancela y es que hay muchos productores tranzas que se embolsan la lana y no hacen nada. El burro hablando de orejas.
De momento el que produjo papas, se jodió. El que sembró pepino se la pellizcó. El de las nochebuenas ya las vendió. El que hace quesos no los hizo. El que siembra alimento para los animales ya se comió el alimento y se comió los animales. Y el huevo lo cacaraquean como si fuera el hallazgo de la piedra filosofal: apoyamos, dotamos, coordinamos, asesoramos y estamos haciendo que el campo bla bla bla bla bla…¡pura puta demagogia!
Los “recursos” siempre llegan tarde, ¡siempre! ( si no se los embolsa el gober o lo convierte en vacas).
Los que andamos en esto ya no les creemos. Es su modus operandi. Lo retienen hasta que por cansancio los productores nos hartamos y es aquí donde viene el “vénganos tu reino y hágase señor mi voluntad” : se lo embolsan, lo hacen perdidizo, ¡se lo chingan pues!
Esto sucede todos los años, todos los sexenios, todo el tiempo. Las cosas en el campo parecen estar gravitando como gravita la basura que vemos en las películas del espacio.
Por eso es que los que realmente hacemos producir nuestras tierras no esperamos la llegada de los santos reyes o del mesías o de santoclos disfrazado de gobierno; nos levantamos temprano, nos echamos un cafecito con un burro de frijoles (con queso noliace) y a chingarle que la comida no cae del cielo. Ay pal otro año veremos cómo nos va, al cabo que aquí tienen a su pendejo y siempre seguro servidor.
Ah y sobre el tema de la salivita pues también lo dejamos pa luego, al fin que de esa hay mucha y acomedidos hay más.
¡Tierrita volada y salvación para todos mis amiguitos!
René Alfonso Rosas Islas
Lic. en Administración de Empresas
Productor agropecuario
Ensenada, BC