Por Gabriel García-Márquez
De unos meses a la fecha circular por las carreteras del estado de Veracruz se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza, si anteriormente en automóvil se hacían cuatro horas para trasladarse de Coatzacoalcos a Xalapa, ahora si bien nos va hacemos entre 5 y 6 horas.
Cuando todo parece ir bien de pronto el tráfico se detiene y se termina el encanto, el flujo se detiene y te quedas parado por horas sin que te enteres cuál es la causa, podría ser un accidente, tramo en reparación, un bloqueo o simplemente que las casetas de cobro no se dan abasto para cobrar con agilidad.
Lo cierto es que los cuellos de botella se dan principalmente en un pésimo sistema de cobro en las casetas, en los retenes de seguridad, las obras de reparación mal planeadas y una ausencia total de lo que antes era la Policía Federal de Caminos, que ahora ya no existe y que ha sido reemplazada por la Guardia Nacional, cuyos elementos no tienen ni idea de lo que deben hacer para agilizar el tránsito e informar a los conductores sobre cuáles vías alternas podrían tomar para llegar a su destino.
EL MAL ESTADO DE LAS AUTOPISTAS
En los últimos años, las autopistas en México han sido un factor clave para el desarrollo económico y la conectividad del país. Sin embargo, en el sur de Veracruz, la situación pinta un panorama muy distinto. Las autopistas que deberían ser símbolos de eficiencia y progreso se han visto afectadas por un mal estado que está teniendo un impacto negativo en la seguridad vial, la economía regional y la movilidad de los automovilistas y transportistas.
Es momento de atender el deterioro de las autopistas del sur de Veracruz y tomar las medidas correctivas de manera urgente. Las autopistas son arterias vitales para el transporte de bienes y personas, lo que las convierte en pilares fundamentales para el crecimiento económico y el desarrollo regional. En el sur de Veracruz, sin embargo, estas vías han experimentado un alarmante deterioro en su infraestructura y mantenimiento. Baches profundos, pavimentos desgastados y señalización deficiente son algunas de las afectaciones visibles origen del problema.
Son varias las causas del deterioro de las autopistas del sur de Veracruz que se encuentran interrelacionadas entre sí:
1. Falta de inversión: la insuficiente inversión en el mantenimiento y la renovación de la infraestructura vial es uno de los factores clave que han llevado al deterioro de las autopistas.
2. Clima adverso: el sur de Veracruz está expuesto a condiciones climáticas extremas, incluyendo lluvias torrenciales y altas temperaturas. Estos factores climáticos aceleran el desgaste de las carreteras y provocan baches y grietas en el pavimento.
3. Uso intensivo: la alta demanda de transporte de carga y pasajeros en estas autopistas ha llevado a un uso intensivo de las vías terrestres. El tráfico constante de vehículos pesados y el aumento del volumen de tráfico en general contribuyen al desgaste acelerado de la infraestructura vial.
CONSECUENCIAS DEL DETERIORO
El deterioro de las autopistas del sur de Veracruz tiene múltiples consecuencias que afectan a diversas áreas:
Seguridad Vial: el mal estado en que se encuentran las autopistas aumenta significativamente el riesgo de accidentes de tránsito. Los baches y pavimentos irregulares pueden provocar pérdida de control de los vehículos y colisiones graves, poniendo en peligro la vida de los conductores y pasajeros.
Impacto económico: las autopistas son vitales para el transporte de mercancías y la logística empresarial. El estado deficiente de las carreteras retrasa los tiempos de entrega, aumenta los costos de operación y reduce la competitividad de las empresas que dependen de que el transporte sea eficiente.
Calidad de vida: los residentes locales también se ven afectados por el mal estado de las autopistas, toda vez que los trayectos más largos y tediosos debido a las condiciones de las carreteras resultan en una menor calidad de vida, al tiempo que aumentan los niveles de estrés y frustración.
Turismo y desarrollo regional: las autopistas deterioradas pueden disuadir a los turistas de visitar la región, lo que a su vez tiene un impacto negativo en la economía local y en el potencial de desarrollo del turismo.
ACCIONES Y SOLUCIONES URGENTES:
Ante esta problemática es imperativo que se tomen medidas inmediatas para corregir el deterioro de las autopistas del sur de Veracruz.
Inversión adecuada: las autoridades locales y estatales deben asignar recursos financieros suficientes para el mantenimiento y la renovación constante de las autopistas.
Programas de mantenimiento preventivo: establecer programas regulares de mantenimiento preventivo puede ayudar a evitar el rápido deterioro de las carreteras y reducir los costos a largo plazo.
Infraestructura resiliente: al llevar a cabo mejoras en la infraestructura vial, se debe tener en cuenta el clima y las condiciones de la región para construir carreteras más resistentes y duraderas.
Concienciación y participación: fomentar la conciencia pública sobre la importancia de cuidar y mantener las autopistas puede generar presión para que las autoridades tomen medidas concretas.
En resumidas cuentas, el mal estado de las autopistas del sur de Veracruz es un añejo problema que no puede ni debe ser ignorado por el gobierno. La deteriorada infraestructura vial tiene un impacto negativo en la seguridad, la economía y la calidad de vida de la ciudadanía. Es crucial que se tomen medidas inmediatas para abordar este problema, asegurando la inversión adecuada y la implementación de programas de mantenimiento efectivos. Solo a través de la colaboración entre autoridades, empresas y la sociedad en general se podrá recuperar la funcionalidad y la importancia de estas autopistas como motores del desarrollo regional.
Por sentido común, si en una caseta de cobro se les cae el sistema, pues que dejen el paso libre para que evitar el caos que en muchas ocasiones es el origen del problema.