Claudia Rodríguez
Resulta que en el gobiernito de cuates, de Enrique Peña Nieto — en donde incluso las mujeres son usadas, aunque momentáneamente encumbradas–, están muy enojados por la protesta social producto del malestar de los mexicanos por las alzas en los combustibles, la electricidad, el costo de la vida derivado de lo anterior, pero sobre todo de las mentiras y de la forma de manejarse de la clase política en el poder.
También la oposición hace su papelazo, al señalar ahora que sí se equivocaron con la aprobación de la reforma Energética, que no previeron los efectos adversos en la económica nacional y que ahora tienen que encontrar el modo para darle “reversa”.
Por lo menos podríamos llamarlos, malos cómicos, aunque no dejan de ser unos verdaderos perversos payasos.
Que el Gobierno de Peña Nieto no se equivoque. El gasolinazo no es lo que está provocando un estallido social serio, sino la serie de atracos a la nación que no han dejado de cesar desde que lo mismo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) o el Partido Acción Nacional (PAN) y los aliados de ambos, han saqueado hasta hartarse al país.
Resulta que gobernantes y funcionarios sí pueden manifestarse al amparo de por lo menos sus escoltas del Estado Mayor para hacer declaraciones o tomar decisiones no sólo dolorosas, sino despojantes en contra del pueblo e incluso de sus aliados los empresarios, pero a los mexicanos nos amagan incluso por el uso libre de las redes sociales.
Desde inicio de esta semana el gobiernito de Peña Nieto ha tratado de minimizar las acciones y bloqueos como manifestación en contra del gasolinazo y exigiendo incluso la renuncia como en otras tantas veces, del mismo presidente de México, y en su lugar; Peña lo que hace es reiterar que el aumento a las gasolinas va y para más, nos vuelve a presentar como parte de su gabinete legal, al tan vilipendiado y odiado Luis Videgaray por muchos mexicanos, simple y llanamente por su liga de amistad y negocios con el equipo del tan aborrecido por muchos más mexicanos: Donald Trump.
El mensaje de Peña Nieto del mediodía del miércoles 4 de enero del año en curso, es como una doble cucharada de: me importa poco lo que los mexicanos piensen. Soy el presidente de México.
Sin embargo, los miles y miles de comercios cerrados en todo el país, el día en que los Reyes Magos salen por sus regalos, es la clara muestra –sin sondeos de por medio–, de que la Administración de Peña Nieto no tiene control de nada.
Acta Divina… Los saqueos no son por el aumento a la gasolina: Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación.
Para advertir… Cinco días de protesta.
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