Redacción, Noticias MX Político.- La educación superior en línea (modalidad no escolarizada) se ha convertido en una alternativa popular para el alumnado mexicano en los últimos años. Con la llegada de la pandemia del COVID-19 en 2020, la educación en línea se ha vuelto aún más importante, ya que muchas universidades se vieron obligadas a trasladar sus programas en línea para cumplir con las regulaciones de distanciamiento social.
Según Proceso, en México, la educación superior en línea ha estado disponible durante muchos años, pero ha sido vista con cierto escepticismo. Sin embargo, a medida que más estudiantes se inscriben en programas en línea, la percepción de la educación en línea va cambiado.
La educación superior en línea ha experimentado un crecimiento acelerado en México en los últimos años. Según la Secretaría de Educación Pública (SEP), el número de estudiantes inscritos en programas de educación superior en línea aumentó en un 23.4% en 2021, en comparación con el año anterior. En este sentido, la oferta educativa en línea en México es cada vez más amplia y diversa. Actualmente, hay más de 1,000 programas de licenciatura, maestría y doctorado disponibles en línea, ofrecidos por universidades tanto públicas como privadas.
Los datos anteriores chocan con una realidad. A pesar del crecimiento de la educación en línea, todavía existe una brecha digital en México. Muchos estudiantes no tienen acceso a la tecnología necesaria para participar en clases en línea de manera efectiva. Es cierto que el gobierno mexicano ha implementado programas para proporcionar acceso a internet y dispositivos electrónicos a estudiantes de bajos recursos. Basta analizar los datos obtenidos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021, donde se refleja que el 52.2% de la población mexicana de seis años o más no tiene acceso a Internet en sus hogares.
Además, hay una gran disparidad en el acceso a Internet y la tecnología entre las zonas urbanas y rurales de México. Por ejemplo, en las áreas urbanas, el 57.2% de la población tiene acceso a Internet en sus hogares, mientras que, en las áreas rurales, solo el 27.2% tiene acceso.
No cabe duda de que la brecha digital sigue siendo una preocupación en México y es importante abordarla para garantizar que todas las personas tengan acceso a las oportunidades y beneficios que ofrece la tecnología.
Otra de las cuestiones relevantes en la educación online y que más preocupa a las personas que deciden cursar estudios en esta modalidad, son las cuestiones relacionadas con la validez oficial de los títulos. La validación de los títulos obtenidos en programas en línea puede ser un desafío en México. Sin embargo, la SEP ha establecido procesos de acreditación para garantizar la calidad de los programas en línea y la validez de los títulos obtenidos (Acuerdo 17/11/17 y subsiguientes modificaciones).
Ejemplo de lo anterior, son algunos programas desarrollados por el Gobierno de México como el Programa Nacional de inglés en Línea (PRONI), que ofrece cursos en línea de inglés para ayudar a mejorar las habilidades lingüísticas de la población.
Por otro lado, hoy día existen diversas universidades en México que ofrecen programas de educación con diferentes tipos de acreditaciones y modalidades. Ante esto, la educación en línea ha cobrado fuerza, ya que permite la obtención de títulos y certificaciones respaldadas por instituciones reconocidas sin necesidad de desplazarse.
Los empleadores, a su vez, han respondido de forma positiva a este cambio, ya que la modalidad de estudio ha pasado a segundo plano, permitiendo competir laboralmente sin importar que sea educación en línea o presencial.
No obstante, es importante tener en cuenta que no todos los programas de educación en línea son iguales y es importante investigar cuidadosamente antes de elegir uno. Resulta fundamental asegurarse de que el programa esté acreditado y sea reconocido ante las autoridades educativas.
Todo lo anterior deriva en los beneficios que, actualmente, ofrece la educación superior en línea a cualquier persona que decida estudiar bajo esta modalidad. En primer lugar, la educación en línea permite trabajar a su propio ritmo; sin restricciones de espacio ni tiempo. Esto significa que los y las estudiantes pueden dedicar más tiempo a los temas que encuentran más desafiantes, lo que puede mejorar su comprensión y rendimiento académico. En definitiva, se trata de un sistema de enseñanza – aprendizaje en el que el alumnado es el protagonista de su propio aprendizaje y quien marca sus tiempos.
En segundo lugar, la educación en línea permite acceder a programas de otras universidades fuera de una ubicación geográfica concreta. Esto significa que las personas que viven en áreas rurales o remotas pueden acceder a programas de universidades en grandes ciudades como la Ciudad de México o Guadalajara.
En tercer lugar, la educación en línea es, a menudo, más económica que la educación presencial. Esto se debe a que las universidades no tienen que pagar por edificios y el mantenimiento que estos conllevan. En este sentido, los gastos que suele acarrear la enseñanza presencial para el alumnado (desplazamientos, alquileres de inmuebles, comidas, etc…) apoyan a un ahorro en el desarrollo de las carreras académicas.
En cuarto lugar, la educación en línea permite el desarrollo de otras habilidades y competencias altamente demandas en la actualidad; aquellas que tienen que ver con competencias digitales y que son cada vez más importantes en el mundo laboral actual. La capacidad de trabajar en línea y utilizar herramientas digitales es una habilidad valiosa en muchas industrias, y la educación en línea ayuda a desarrollar estas habilidades.
Aunque la educación superior en línea ofrece muchos beneficios, también presenta desafíos. En primer lugar, la educación en línea requiere una conexión a Internet estable y de alta velocidad. Esto puede ser un problema para personas que viven en áreas rurales o remotas, donde el acceso a Internet puede ser limitado.
En segundo lugar, la educación en línea requiere que la persona tenga bastante autonomía a la hora de gestionar su tiempo y dedicación, al igual que altos niveles de motivación. Esto puede ser un desafío para algunas personas que necesitan una estructura más rígida y un contacto más personalizado con su profesorado y compañeros y compañeras.
Si compramos la educación superior en línea y la educación presencial en México, encontramos diferencias y similitudes significativas.
En cuanto a la accesibilidad, como ya hemos comentado, la educación superior online ofrece una mayor accesibilidad a las personas que viven en áreas remotas o tienen dificultades para asistir a clases presenciales debido a su trabajo u otras responsabilidades. La educación presencial puede ser más limitada en este sentido.
Existe una idea extendida sobre que la educación presencial presenta una mayor interacción con profesorado y alumnado, lo que les permite hacer preguntas y obtener respuestas de manera inmediata. Esta idea pierde valor cuando encontramos herramientas muy potentes en las que no solo la inmediatez en las respuestas es mayor, sino la solidez en el tipo de respuesta que se ofrece. Vamos a ver esta cuestión con un ejemplo. En una clase presencial de educación superior, la persona docente tiene que atender a una media de 50 alumnos y alumnas en un lapso de entre 50-60 minutos, periodo en el que puede surgir una duda o debate que puede quedar inconcluso. En contraste, en una plataforma de aprendizaje online, el alumnado puede hacer preguntas por varias vías.
Si hablamos de clases síncronas, la diferencia con una clase presencial no es mucha. Sin embargo, si utilizamos recursos educativos, como por ejemplo un foro, un chat, un sistema de mensajería interna… tendremos una pregunta escrita con calma, pensada, madurada… que tendrá una respuesta con similares características. Esto nos aporta lo online; un debate intencional, reflexionado, razonado y, de paso, un desarrollo en las habilidades lectoescritoras, tan importantes en los tiempos que corren.
La flexibilidad es “la joya de la corona” de las modalidades de enseñanza online. La educación superior en línea ofrece una mayor flexibilidad en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que permite estudiar a un ritmo propio y con una flexibilidad también en los tiempos y horario que se dedican al estudio. En la educación presencial, los estudiantes deben seguir un horario establecido.
La educación en línea puede ser tan rigurosa y desafiante como la educación presencial, siempre y cuando se diseñe y se ejecute adecuadamente. Además, resulta una opción viable y efectiva para aquellas personas que, de otra manera no podrían obtener un título, debido a barreras financieras, geográficas o de otra índole. Supone, por tanto, una auténtica democratización de la enseñanza superior permitiendo un acceso igualitario a la misma a todas las personas.
JAM
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