La Espinita
Andy S. K. Brown
- “Bajeza” y cobardía de AMLO
- ¿Dejarán encuerado a Omar?
- Dos de “líderes” sindicales
¿Puede alguien llamarse engañado cuando se afirma que López Obrador es el típico cobardón que arroja la piedra y esconde la mano?
Nuevamente, ayer dio muestras de su pusilanimidad al negar que él hubiese ordenado a la punitiva Unidad de Inteligencia Financiera, con el ex comunistoide Pablo Gómez al mando, que indagara las cuentas de Carlos Loret, la esposa de éste, de Víctor Trujillo y de dos empresas del canal Latinus, como reveló el sábado la columnista de Reforma Peniley Ramírez.
“Ayer o antier, creo que antier, salió Carlos Loret de Mola a decir que estaba siendo perseguido por el gobierno, Falso. Nosotros no perseguimos a nadie. Puede ser que esta institución que tiene ese trabajo de ver movimiento extraños en las cuentas es una oficina de investigación financiera para cuidar lo relacionado con el lavado de dinero”, dijo en su habitual y ya cansina mañanera.
¿Será acaso que Gómez se manda solo en estos casos de alta repercusión política y social?
Nadie lo creería. Porque tras las revelaciones del periodista en la plataforma que ha crecido exponencialmente sobre la corrupción de la familia del presidente, sólo él podría ordenar semejante asechanza.
A menos, claro, que el otrora combativo Pablo Gómez sea un lambiscón, un “quedabién” con su jefe.
En fin. Que ya sabemos que no hay persona más cobarde que aquella que utiliza mentiras para alejarse sin culpa de sus porquerías.
Una “bajeza”, como dijo el propio Loret.
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En el remoto e improbable caso de que López Obrador dejara pasar el nombramiento de Omar García Harfuch como secretario de Seguridad del gabinete de Claudia Sheinbaum, el ex jefe de la policía de CDMX encabezaría un cascarón.
Y esto porque con la declaración, el fin de semana, de Claudia Sheinbaum de que cumplimentará el capricho de AMLO de que la Guardia Nacional pase al total control de la Secretaría de la Defensa Nacional, la SPC sólo manejará estadísticas en el próximo sexenio.
Ya lo recalcó ayer el propio AMLO: Si la Guardia Nacional “se deja, como pasó con la Policía Federal, en Gobernación, en la Secretaría de Seguridad Pública, se va a echar a perder. Si depende de una Secretaría, como la Defensa, que tiene una tradición de formación a sus elementos, tiene colegios, hay doctrina, profesionalismo, disciplina, hay garantía de que no se corrompa la Guardia Nacional”.
¿Seguro, Willis?
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Pues con la novedad de que, pese a que desde las alturas políticas se había dicho que el dirigente ferrocarrilero Víctor Flores no asumiría el contrato colectivo de los trabajadores del Tren Maya y del Transístmico, ya es un hecho de que de los mismos altos niveles cedieron.
Amor con amor se paga, dice AMLO con frecuencia.
Y ese es el pago que Flores recibe por haber obligado a sus agremiados a votar por los candidatos de Morena el próximo 2 de junio.
Quien también exigió a sus representados que se volcaran a las urnas para favorecer a los guindas fue el petrolero Ricardo Aldana.
Pero como en la interna de Morena apoyó a Adán Augusto López, Aldana no es bien visto por la próxima presidente de la República. Así ha trascendido que buscará reelegirse y quiere que esto ocurra antes de que Claudia Sheinbaum tome protesta el próximo 1 de octubre.
Aldana quiere que las elecciones seccionales se realicen a mediados del mes de julio y después de ver los resultados, lanzar la convocatoria para su reelección en el cargo.
¿Dónde quedó el amor entre los morenistas y los neomorenistas?
@AndySKBrown1
