C O N T R A P O D E R
JUAN ANTONIO TORRES
En un hecho inédito, sin precedente alguno, en la historia de Chihuahua, arrancaron este día las campañas para renovar el poder ejecutivo, 67 ayuntamientos, 9 escaños de la cámara de diputados federal, así como 22 diputaciones locales de mayoría, en un contexto de confrontación, dentro de las huestes azules, propiciado por el mandatario estatal, Javier Corral Jurado, y la candidata de ese instituto político, María Eugenia Campos Galván, poniendo en un alto riesgo, que el PAN, refrende su triunfo en las urnas, el próximo 6 de junio.
Así pues, arrancaron campaña 8 fuerzas políticas al gobierno de Chihuahua, 3 de ellos, de reciente creación, como lo son, el Partido Encuentro Solidario; Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas-RSP-que tienen como principal objetivo, computar el 3% de la votación total el día de los comicios para no perder su registro oficial.
Nunca se había dado el caso en todas las contiendas electorales pasadas, que se le permitiera contender a un candidato que estuviera vinculado a un proceso penal, como es el caso concreto de la abanderada del PAN-PRD, la ex alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, quien quedó sujeta a un proceso penal, por el delito de cohecho, que, de suyo, harían inviable su candidatura, por estar bajo una investigación judicial, una vez que quedó más que acreditada su responsabilidad, en el multicitado caso de la nómina secreta, que operó el ex gobernador de extracción priista, César Duarte Jáques, hoy preso en una cárcel de Miami, en los Estados Unidos.
La formulación de imputación, por el delito de soborno, le fue impuesta, por el juez de control, Samuel Uriel Mendoza Rodríguez, no solo a ella, sino también a Rodrigo de la Rosa, ex coordinador de la bancada tricolor en el Congreso del Estado y a María Ávila Serna, ex diputada del PVEM. El ex legislador del PRI, habría recibido, 2.5 millones de pesos, mientras que su colega, 3.5 millones de pesos, en tanto que Campos Galván, recibió entre 2014 y 2015, más de 9 millones de pesos, por haber autorizado, que el estado contrajera varios empréstitos millonarios, y que el endeudamiento creciera a niveles nunca antes vistos.
La candidata panista, Campos Galván, ante la embestida de parte de la Fiscalía General de Chihuahua, que encabeza, César Peniche, no se anduvo por las ramas, para acusar a su acérrimo rival, el mandatario estatal, Javier Corral Jurado, de que “ya pactó con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, entregarle la gubernatura al candidato de Morena, Juan Carlos Loera de la Rosa, una vez que me eliminen por delitos que me han inventado desde que llegó al gobierno de Chihuahua, un personaje que tiene en números rojos la entidad, y no solo por la violencia y las ejecuciones que se han disparado, sino por la deuda pública, que lejos de disminuir en este régimen fallido, ha aumentado más de 13 mil millones de pesos!
No son pocos los que observan que esta confrontación entre el jefe político de la entidad, Javier Corral y la candidata panista, podría poner en un grave riesgo, que dicho instituto político vuelva a ganar los comicios, como sucedió en el 2016, cuando la corrupción asfixiaba, la pasada administración estatal, que encabezaba, el ex mandatario de extracción priista, César Duarte.
Ciertamente, la candidata del PAN, antes que arreciaran los señalamientos que la vinculaban con la nómina secreta, ocupaba un posicionamiento privilegiado en todas las encuestas de opinión, pero que, para su desgracia personal, y la de sus seguidores, se ha ido perdiendo rápidamente, una vez que quedo sujeta a un proceso penal, que acaparó la atención de todos los medios de comunicación, locales y nacionales, por el encono exhibido entre el gobernador y la candidata panista al gobierno de Chihuahua.
Los otros candidatos, Graciela Ortiz González, del PRI, Juan Carlos Loera de la Rosa, de Morena, saben que este pleito, puede favorecerlos, una vez que siga escalando, conforme vayan pasando los días, porqué todavía tiene, expedientes abiertos, la ex alcaldesa, ya no por los sobornos que recibió cuando era presidenta de la Comisión de Fiscalización del Congreso del Estado, sino por “los moches” que recibió de varios proveedores, cuando estuvo al frente de la presidencia municipal de Chihuahua, por los cuales la Fiscalía Anticorrupción, le podría acreditar otros delitos, que le seguirán carcomiendo sustento a su credibilidad, y a su imagen de impoluta servidora pública, cantaleta que ya no se la creen muchos, que antes sí le creían, que era “una perseguida política, por el régimen del nuevo amanecer.
Da risa que aparezcan “consultas” o “encuestas” en las cuales ubican al aspirante del partido guinda, Juan Carlos Loera de la Rosa, a escasos ¡3 puntos! de la abanderada del blanquiazul, cuando en los hechos, nadie da un peso por él, pues saben que no trae literalmente nada que ofrecer a sus conciudadanos, los que ya midieron “sus logros” en los dos años que fungió como “virrey” de Chihuahua, cuando caminaba casi tomado de la mano, con el gobernador, Corral. Hasta se dio el gusto de presentarle como “su novia oficial” a Marianne Quintana, hija del tristemente célebre, ex secretario de Desarrollo Social, Víctor Quintana Silveyra, él alguna vez amigo del Caudillo, de Macuspana, AMLO.
Por desgracia para Marianne, conforme se fueron acercando los tiempos de aroma electoral, fue desbancada, por la subsecretaría del Bienestar, Ariadna Montiel, que se convirtió en su nueva conquista; una relación por demás estratégica, por los fuertes vínculos de ésta con el ahora huésped de palacio nacional.
Algunos muy cercanos a esta pareja, aseguraron, a este columnista, que no es una exageración, afirmar que la candidatura se la debe en buena medida a la funcionaría, quien tiene una añeja relación de amistad con el tabasqueño.
En este escenario de consultas, más que cuchareadas, ya las que hace Massive Caller, ni los mismos panistas se las creen, porqué saben, que lo que no suena lógico, suena metálico; es decir, se ve a la legua el color del billete.
El candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Alfredo Lozoya, a la gubernatura de Chihuahua, el alfil preferido de Corral Jurado, jura y perjura que “no va a dar la pelea, sino que podría dar la sorpresa de ganar las elecciones, porqué cree ilusamente, que los abanderados de ese instituto político a las alcaldías de Chihuahua y Ciudad Juárez, Miguel Riggs Baeza y Rodolfo Martínez, van a ganar los comicios en los dos municipios más importantes de la entidad. Lo que, desde luego, no deja de ser una utopía.
La candidata del PRI, Graciela Ortiz González, al arrancar su periplo partidista emplazó a un debate por el tema del agua, a su contrincante de Morena, Juan Carlos Loera de la Rosa, en una jugada estratégica, sabido el hecho de que los habitantes cercanos a esa zona agrícola, del distrito de riego 005, están por demás lastimados no solo por la errática actuación del gobierno federal, sino también por el lamentable papel de la Guardia Nacional, cuyos efectivos le arrancaron la vida a un hombre cuando subieron de tono los enfrentamientos entre los productores de esa región y los elementos de esa corporación que han pasado de noche y que tiene enardecida a la población de ese distrito que se inserta en Delicias, donde no pueden ni ver a Loera de la Rosa.
Los temas que tienen que ver con la justicia, que aluden a la candidata panista, que le han enderezado desde la nomenclatura estatal, sin duda, dejara muchos damnificados, entre las hordas azules, factor que deberán sacarle provecho, los otros partidos, que no están confrontados o divididos como ocurre hoy entre los seguidores de Campos Galván y los funcionarios corralistas, que van a dejar la ubre estatal, más tatemados que un cartucho de sicario, no solo por lo ineptitud de dicho gobierno, sino por haber trabajado para un personaje que su apuesta suprema, se centró en descarrilar o inhabilitar a su acérrima enemiga, María Eugenia Campos, para tratar de salir por la puerta de frente, porqué su gobierno a la luz de la terca realidad, está más que reprobado, por panistas y no panistas….
A ver hasta donde escala este pleito, y hasta donde beneficiará a la oposición, que espera que la administración estatal, le siga sacando los trapos sucios a la candidata azul, quien ya no debe sentir lo duro, sino lo tupido, y ante los ataques corralistas, es muy probable que opte por el cinismo, o el valemadrismo, justamente como se comportaba, César Duarte, cuando se estaba cayendo a pedazos su caricatura de gobierno.
Hablando de este nauseabundo personaje, una fuente que se inserta en la DEA, quien me exigió el anonimato, me reveló que es muy factible que el ex gobernador, César Duarte, sea extraditado a finales de este mes, por parte del gobierno federal, para dar un golpe de autoridad, e inferir en el resultado de las elecciones; obvio en favor del candidato del partido guinda, Loera de la Rosa, y que, en forma paralela, le provoque un golpe demoledor a la abanderada de AN, por sus evidentes vínculos de complicidad.
El fantasma de Duarte, seguirá haciendo de las suyas..