Poco a poco se va desentrañando el porqué del tremendo oso que el magnate Carlos Slim protagonizó a inicios de semana.
De acuerdo a una investigación de la psicóloga Geovana Giner –mayormente hemerográfica, pero checada con una fuente cercana al personaje–, la nueva faceta surge a partir de que el mexicano-libanés dijera a los medios que estuvo muy entusiasmado con la idea de emprender un nuevo giro, una empresa que se llamaría “Flores Nacionales de México”. La idea no era extravagante: flores todo el año para hermosos arreglos que se venderían en sus tiendas y restaurantes,
Pero para dedicarse al cultivo de flores necesitaba terrenos fértiles y el acondicionamiento para los nuevos viveros a campo abierto. Coincidió que por aquellas fechas, Peña Nieto, aún gobernador del Edomex, iniciaba su costosa precampaña para la candidatura presidencial en 2012.
Y enterado del deseo de Slim, el entonces gobernador Peña Nieto decidió donar para el proyecto del empresario un terreno de 65 mil metros cuadrados, propiedad del Estado de México, no del generoso donante.
¿Dónde se imaginan ustedes? Pues nada menos que pegadito a la Base Militar Aérea de Santa Lucía, por aquella zona de Zumpango, Edomex.
Ahora se entiende el porqué del nerviosismo de Slim. El que lo orilló a salir a defender sus intereses en el nuevo aeropuerto en obra. Para el magnate la cancelación del proyecto representa un doble riesgo: las Afores de los trabajadores invertidas ahí (él no arriesgó nada de su capital); y el que se considere precisamente a Santa Lucía como la opción viable planteada por López Obrador para la construcción de lo que sería el nuevo aeropuerto para la CDMX.
Así que, si AMLO gana las elecciones, echaría abajo las obras del nuevo aeropuerto peñanietista, para iniciar el nuevo proyecto en la zona de Santa Lucía. Para ello tendría que expropiar los ejidos aledaños a la zona, y seguramente negociar también con la propiedad privada.
Slim, quien hoy se ostenta como dueño de esos 65 mil metros cuadrados, tendría que legitimar con documentos de compra-venta la tenencia de dicho terreno, si no lo hace y lo reclama como “donación”, se enfrentaría a un escándalo de corrupción por conflicto de interés a la hora de explicar “a razón de qué” le pertenece.
La SRE salvó a sobrinos de Meade de ser extraditados
ChedrahuiLeaks, la página creada por los trabajadores de la cadena de supermercados en México y Estados Unidos para reivindicar sus derechos sindicales, soltó ayer una bomba sobre el candidote Meade, quien se proclama –como el siglo XIX– ser persona “decente”.
Basta leer los titulares del comunicado para no creer en el itamita:
“ PARIENTES DE MEADE, ACUSADOS EN ESTADOS UNIDOS DE NARCOTRÁFICO, FUERON LIBERADOS CUANDO ÉSTE FUE CANCILLER
- Los acusados, cuyo caso es confidencial en la corte federal de EU, son sobrinos del tío materno de Meade.
- La Secretaría de Relaciones Exteriores canceló su extradición después de queMeade se convirtió en su titular.
Para más señas, una nota periodística del 22 de junio de 2013, siete meses después de que Meade fuera nombrado titular de la SRE, señala que “según información judicial, los hermanos Alejandro y Eduardo Goeters Arbide eran buscados por una Corte Federal de Virginia, por los delitos de asociación delictuosa y tentativa para concertar una transacción internacional que implica pseudoefedrina, los cuales en México son graves y negaba la posibilidad de llevar el juicio de extradición en libertad.
Los Goeters se ampararon contra la orden de detención, pero el Juez Décimo Tercero de Distrito en Materia de Amparo del DF les negó la protección de la justicia, fallo que con algunas modificaciones de forma también confirmó el Quinto Tribunal Colegiado Penal de la CDMX. A la hora de emitir su veredicto, la juez responsable del juicio de extradición también emitió un fallo adverso a los Goeters, pues opinó que el procedimiento había cumplido con todas las formalidades y los acusados debían ser extraditados.
Pese a los resolutivos judiciales adversos, la SRE decidió negar la extradición de los pilotos, pues en su opinión faltaron elementos a la solicitud estadounidense. La resolución implicó la libertad de los detenidos.
Tres instancias judiciales “equivocadas”.
Y Relaciones Exteriores, de Meade, tuvo la razón.
Influyentismo. Nada más.