Primitivo Rodríguez Oceguera es un investigador y activista de los que más saben del tema de migración en México y, en su opinión, el gobierno de Estados Unidos “chamaqueó” al INE, habida cuenta de que éste escogió “el modelo de debate abierto, en especial porque lo impulsaron el Instituto Nacional Demócrata de Estados Unidos (NDI por sus siglas en inglés) y su patrona, la Fundación Nacional para la Democracia (NED por sus siglas en inglés). El NDI y la NED son expertos en descarrilar, por los medios que sean necesarios, a partidos y candidatos no gratos a Washington.”
Según su primer director, Allen Weinstein (The Washington Post, 22 de septiembre, 1991) y el diario The New York Times(31 de marzo, 1997), la NED fue creada por el presidente Ronald Reagan para llevar a cabo de manera abierta operaciones que antes realizaba la CIA de forma encubierta, operando a través de cuatro brazos, uno de ellos, el NDI.
Por medio de la NED y el NDI, Washington ha adquirido vasta experiencia global sobre cómo influir en e infiltrar a instituciones electorales, partidos, medios de comunicación, ONG, grupos de observación electoral, y campañas políticas. Haciendo uso del poderoso arsenal de mañas con que cuentan, y de organizaciones de observación electoral “independientes” que ellos mismos crean, la NED y el NDI hacen cuanto pueden para imponer el triunfo de candidatas/os de su preferencia o desconocer el de quienes consideran no confiables.
Para Estados Unidos la elección presidencial de julio es demasiado importante como para dejarla sólo en manos de mexicanos. El modelo de debate presidencial abierto a actores externos ofrece a Washington un instrumento más para detener a Andrés Manuel López Obrador por medios todavía legales.
Y es que el triunfo de López Obrador representaría para Washington una derrota estratégica justo en su patio trasero, así él afirme una y otra vez que no es para nada un revolucionario, y que sus modelos para gobernar son presidentes mexicanos, nadie más.
La SHCP investiga a AMLO por órdenes de los meadistas
Hace dos noches, el procurador fiscal de la Federación, Max Diener Sala giró instrucciones precisas a todos los investigadores bajo sus órdenes. Dejen lo que están haciendo, dijo mutatis mutandis, y póngase a investigar a Andrés Manuel López Obrador.
Así que varios de los investigadores de la PFF dejaron de escudriñar en la vida privada de Ricardo Anaya Cortés, que es lo que muchos estaban haciendo.
La orden fue también para ciertos directores generales, afines al candidote del PRI-ITAM José Antonio Meade Kuribreña. ¡Investiguen a AMLO!
¿Qué es lo que los sabuesos de Diener van a indagar?
Todo.
La orden es: a Andrés, hijos, esposa, familiares, conocidos, aliados, a cualquiera que le afecte para bajarle votos, buscar propiedades, trata de personas, drogas, cualquier delito, afinidades sexuales, negocios, evasión de impuestos, localizar enemigos y resentidos, ex colaboradores que haya despedido, etc.
¿Cómo convenció Diener a los sherlocks holmes de petatiux?
Muy fácil.
Prometió ascensos y privilegios para aquellos que aporten información fidedigna, verificable.
Eso sí, todo esto a espaldas de José Antonio González Anaya, titular de la SHCP, a quien todo ocultan los meadistas.
¿O sí lo sabe, señor secretario? ¿También usted participa en esta jugarreta en la que van de por medio los recursos de los contribuyentes usados en una fallida causa partidista?
Diputados en San Lázaro se amputan el cerebro
A días de que el payasito de la fiesta sugiriera amputar las manos a quienes las metan en los negocios públicos, los legisladores que despachan en San Lázaro decidieron amputarse el cerebro.
Sin decir agua va, anunciaron que la mayor parte de los asesores de los grupos parlamentarios quedarán despedidos en cuestión de días.
Las preguntas ahora son: ¿quién va a pensar y a trabajar en nombre de sus señorías los diputados?
Y la más importante: ¿Quién se va a quedar con los recursos ya presupuestados para pagar a los asesores hasta el último día de agosto cuando fenece esta gris y opaca Legislatura?