El candidato presidencial triunfante estuvo prácticamente toda la mañana en sus oficinas de la capitalina colonia Roma. No obstante, al mediodía comenzó a circular, vía WhatsApp, un mensaje con la imagen de una supuesta nota producida por la cadena CNN en Español, en la que se leía, tras la fecha 5 de julio y el punto guión correspondiente, que AMLO , había sufrido un atentado.
“Hace minutos en un ataque furtivo para asesinar al nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mataron a uno de sus escoltas, el cual recibió un impacto de bala y murió al instante desangrado. Los hechos ocurrieron en calles de la colonia Santiago Atepletac, en la delegación Gustavo A. Madero, en la zona norte de la Ciudad de México.”
El mensaje, por supuesto, causó alarma entre quienes lo recibimos. Pero al mirar detenidamente, en una segunda lectura, se observó la pésima redacción del texto, por lo que en una primera instancia muchos lo dimos inmediatamente por falso. Lo comprobamos al confirmar que el candidato triunfante no abandonó durante la mañana la zona central de la capital.
De mal gusto y de una enorme irresponsabilidad lo que a veces corre de teléfono a teléfono. Como esto.
Es necesario que se cuide a López Obrador.
Y sí, de acuerdo, que no lo haga “la corte de la reina”, como llaman en la SEDENA al Estado Mayor Presidencial, una élite militar a la que ha permeado la corrupción —remember el caso de soborno entre la empresa BizJet International Sales & Support Inc. y elementos del Estado Mayor Presidencial, dado a conocer por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, seguramente un botón de muestra entre otros muchos– y que además aleja a los gobernados del gobernante, con prepotencia y altanería.
¡Cuiden a López Obrador! Es urgente y más que necesario.
Mensaje de entendimiento y concordia
Pero el WhatsApp no sólo está cargado de fake news. También le llegan a uno mesajes que vale la pena reproducir.
Como éste, bajo la firma del ex funcionario público y ex miembro del Servicio Exterior Oscar Elizundia:
“No suelo, salvo en casos excepcionales, expresar por este medio lo que pienso.
“El domingo pasado, en México, se concretó un histórico parteaguas trascendental y largamente esperado –anunciado por los estudiosos serios de la cosa pública–, por el pueblo en general (poco más del 53% de los votantes).
“No debió haber sido sorpresa para nadie. A pesar de los innegables y patentes avances contemporáneos en prácticamente todos los órdenes en México, los ofensivos y humillantes agravios cotidianos de la plutocracia al pueblo, han sido indignantes, sofocantes y provocadores hasta que se despertó el noble mexicano común y corriente y ejerció su personal y humilde derecho a pronunciarse, pacíficamente y en la intimidad, por un profundo y anhelado cambio que se convirtió en un monumental y contundente movimiento de rechazo absoluto al statu quo.
“Existen infinidad de temas sobre los cuales reflexionar y analizar. Hoy aporto cinco:
“El cambio se está realizando en PAZ, democrática y legalmente. La tersura de ésta segunda transición es de resaltarse y sin duda celebrarse, no podía ser mejor. Los actores de la misma, todos, merecen el reconocimiento más amplio que les corresponde sin ambages, regateos ni mezquindades.
“El 47%, quienes no votaron por la formula triunfante, también tuvieron, tienen y tendrán derecho a expresar su opinión y de ser tomados en cuenta. Son la otra mitad.
“Ambos grupos, los del 53% y los del 47% tienen la responsabilidad humana de actuar con magnanimidad y generosidad los unos, y dignidad y gracia los segundos.
“La gran responsabilidad del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, es gobernar con prudencia y para todos, esa será su mayor responsabilidad, amén de cumplir sus promesas de campaña y gobernar con humildad y modestia (que las tiene), y obligar a sus colaboradores a actuar en consecuencia –sin excepción alguna–, lo mismo que a sus fieles seguidores.
“Por el bien de México, a los del 47%, a los del 53%, y al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, nos corresponde actuar, todos, con PATRIOTISMO, unidad, armonía y sincero espíritu de reconciliación.
“¡Viva México!”