Fue la popular Sasha Sökol quien llamó la atención al aprendiz de todo y oficial de nada Luis Videgaray Caso. Con un twittazo la ex Timbiriche dio tremendo jalón de orejas al dizque canciller el martes 19, hace tres días:
” En su cuenta de Twitter hay 33 mensajes relacionados al triunfo de nuestra querida Selección (mexicana de futbol), pero nada sobre ésta tragedia humanitaria. ¿Por qué?”
Para ello, los medios nacionales y extranjeros ya habían dado amplia difusión a la tragedia humanitaria que se agudizó en la frontera de nuestro país con los Estados Unidos: niños separados de sus padres, cual viene sucediendo desde hace años. Igual con Clinton, que con Bush Jr. y hasta con Obama.
Y acto seguido, Videgaray comenzó a twittear “enérgicamente” protestas contra la política migratoria de Trump.
Ya se ve. A Videgaray le importa más el futbol. El valemadrismo es lo que caracteriza su tarea como titular de la SRE, donde aún está aprendiendo. Lo bueno es que tiene a Sökol como maestra.
Nada más falta ahora que la cantante y también compositora le regale al alumno una chaqueta de Zara como la que ayer usó Melania Trump, con la leyenda: “Realmente no me importa. ¿Y a ti?”
Cárdenas, a Pemex; Bartlett, a CFE
En la reunión que hace dos días sostuvieran el puntero Andrés Manuel López Obrador con Cuauhtémoc Cárdenas, efectivamente, se habló de temas relacionados con la llamada reforma energética.
En la agenda de AMLO uno de los puntos a tratar fue el ofrecimiento al ingeniero de que, tras que Morena gane las elecciones del 1 de julio, él se convierta en director general de Petróleos Mexicanos, la empresa que creara su padre, el general Lázaro Cárdenas.
No trascendió cual fue la respuesta al ofrecimiento. Lo que sí se supo fue que en la misma reunión se habló de que el poblano Manuel Bartlett Díaz estaría que ni mandado a hacer para encabezar lo que queda de la Comisión Federal de Electricidad.
Ardua tarea para ambos. Enderezar las finanzas y dar viabilidad a las empresas saqueadas, a las que más hincaron los dientes y las garras los toluquitas.
El mal fario de Meade
¿Sabe usted si dentro de su campaña proselitista el candidote Meade ya fue a Catemaco?
De no ser así, ¡urge que vaya! Carga con tan mala suerte que sus “éxitos” se vuelven en su contra.
Vea usted: En el tercer debate presidencial sacó a relucir el tema Odebrecht, intentando desviar la atención sobre la responsabilidad penal que sí tienen Peña Nieto y Lozoya Austin, al tratar de embarrar al honorable ingeniero Javier Jiménez Espriú en la tranza.
Le fue mal. Los desmentidos le taparon la boca.
Pero, peor todavía, cuando el fin de semana se dio a conocer el acta de la sesión del Consejo de Pemex, que él encabezó, donde le advirtieron en todos los tonos que su contrato con Braskem (filial de Odebrecht) era un verdadero asalto al patrimonio nacional. Aún así, lo bendijo y lo sacó adelante.
En pocas palabras, el tema Odebrecht se le revirtió. Y de acusador falaz pasó a acusado real.
Todavía puede aprovechar el fin de semana y darse una vueltecita por Catemaco, ¿no cree usted?