Claudia Rodríguez
El mismo miércoles 28 de junio de este mismo año, mientras caía una lluvia torrencial sobre la Ciudad de México (CDMX), específicamente sobre la región poniente; las autoridades de la demarcación se dieron a la tarea de inmediato a auxiliar a las personas que a pie o en transporte público o privado se debatían en las calles en medio de inundaciones de hasta metro y medio, pero a la vez; elementos del servicio de limpia, de la misma Policía y bomberos, se dieron a la tarea de desazolvar el drenaje profundo, de donde se extrajeron toneladas de basura que muchos tiran por descuido o manera intencional fuera de un depósito específico.
La respuesta de las autoridades de la CDMX fue expedita y coordinada, aunque claro que hubo pérdidas materiales que lamentar y que a muchos costará arreglar o reponer.
Pese a que los detractores a la Administración de Miguel Ángel Mancera tomaron el meteoro pluvial imprevisto como una acción anómala de su gobierno, no hubo forma de extender más allá de 48 horas las opiniones negativas contra Mancera por este evento.
El socavón del nombrado Paso Express de Cuernavaca, Morelos, ese sí, tiene todos los tintes de acciones y decisiones en donde la corrupción operó de muy distintas maneras y en donde alguna entidad decidió edificar el tramo de la autopista México-Acapulco, como si hiciera un castillo de arena pero solidificado, que al final, no resistiría ni el peso de los autos, ni tampoco las lluvias o los temblores, ni alguna acción del hombre que lo hiciera más vulnerable e inseguro.
El socavón que cobró en su momento la vida de dos hombres, mostró la ineficiencia de la autoridad federal incluso para coordinarse con los gobiernos locales correspondientes de Cuernavaca y de los servicios de emergencia para poder intervenir en el siniestro y auxiliar a los accidentados de manera que aún los pudiera haber rescatado con vida, antes que otro alud de tierra cayera sobre ellos. Se prefirió armar todo para una rueda de prensa, antes que auxiliar a quienes clamaban ayuda.
Gerardo Ruiz Esparza, titular de Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), uno de los responsables de la construcción del Paso Express quien además lo presumió, no ha dado respuesta atinada ni a los familiares de los accidentados, ni a los que siguen viéndose afectados por la obra mal trazada y edificada y a todos quienes por trabajo, compromisos sociales u otras de fuerza mayor, tienen que arribar Cuernavaca, cruzarla o rodearla.
Un socavón dio más muestras del gran negocio en que convirtió la Administración priista de Peña Nieto el ejercicio de gobernar.
Acta Divina…“No se está haciendo por alguna cosa más que por el mal rato que pasaron; ayudarles, no a que sea menos malo, porque eso no se paga con dinero, pero ayudarles [en) gestiones que quizá, si no hubiera la intervención nuestra, podrían tomar mucho tiempo’’: Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT, luego de que se reuniera con el Presidente Enrique Peña Nieto y otros miembros del Gabinete en Los Pinos.
Para advertir… Cuando planteas un ataque político sin pies ni cabeza y con la cola larga.
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