La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
¿Sabrán que, a pesar de su falso mediodía de ventura, tienen que prender las farolas?
El oficialismo, podrá esgrimir lo que le venga en gana (señalarlos de conservadores, fifís y toda suerte de adjetivos que se les ocurran), pero, las múltiples manifestaciones que se realizaron ayer domingo, son un síntoma de que las cosas, para la 4T, no van bien.
El fenómeno fue contundente, ciudadanos y ciudadanas protestaron en todo el país, contra la intentona autoritarita del presidente López Obrador, que pretende abolir instituciones democráticas, como el instituto de Transparencia, para retroceder a la presidencia imperial.
Sin recursos oficiales para convocar, cientos de miles de mexicanas y mexicanos, marcharon en un variopinto de ciudades, con todo y el mal clima, con un sólo objetivo: defender los organismos autónomos, mismos que son resultado de la lucha histórica en contra de la ‘dictadura perfecta’.
En estricto sentido, es aventurado suponer que tales movilizaciones pronostican un resultado adverso al obradorismo en las próximas elecciones, sin embargo, es una muestra irrefutable del malhumor que prevalece en amplios sectores sociales.
Despreciar estas expresiones, como ya lo hizo la señora Sheinbaum, al llamar ‘falsos e hipócritas’ a los asistentes, no es una buena estrategia, el tiempo lo demostrará. Por lo pronto hay tiro, la jornada electoral no será un día de campo para nadie.