En medio de la crisis migratoria más aguda de la historia en la frontera México-EUA, Biden retoma una demanda que muchos de los más extremistas de sus compañeros de partido han venido manejando durante los últimos meses.
El fin de semana la Casa Blanca publicó un comunicado de prensa mediante el cual informaba que el Presidente había creado por decreto una comisión para “analizar la duración de los Ministros de la Corte así como el número de integrantes de la misma”.
Durante la campaña del 2020 tanto Kamala Harris como Joe Biden fueron cuestionados sobre la idea y propuesta de reconfigurar a la Suprema Corte de los EUA, idea planteada por algunos de sus colegas.
En su momento tanto el Presidente Biden como la VP Harris se negaron a responder dicha pregunta e incluso dijeron que responder a esa pregunta sólo distraería de los asuntos de campaña y del gobierno de Trump.
Durante dicha campaña muchos de los candidatos del partido opositor a Biden decían que si los demócratas ganaban la mayoría reformarían la forma de operación del poder Judicial de los EUA y que tratarían de “legislar desde el poder Judicial” designando a activistas y a radicales para ocupar los cargos del poder judicial y de la Suprema Corte de dicho país. Dichas acusaciones fueron ignoradas por Joe Biden en los debates con Trump, de hecho en una ocasión el periodista Chris Wallace le pidió a Biden que no respondiese a dicha pregunta hecha por el Presidente en el segundo debate, toda vez que la pregunta no fue hecha por el conductor de televisión.
Durante la presidencia de Ernesto Zedillo el Poder Legislativo en México reformó la constitución y jubiló a todos los ministros de la Corte, instalando una nueva conformación de ministros de nuestra máxima autoridad Jurisdiccional. A esa operación se le llamó el “Zedillazo”.
En el caso de EUA, la Suprema Corte es conformada por nueve ministros, quienes son designados a propuesta del Presidente y ratificados por el Senado igual que aquí. Los ministros duran es su posición hasta que ellos deciden retirarse o mueren. El actual número de ministros se instauró en 1869 y desde esa época ha sido una institución por lo general muy respetada en ese país y en el mundo.
SATURAR LA SUPREMA CORTE ES MUY MALA IDEA
Todos los partidos políticos del mundo, de hecho los ciudadanos quisiéramos que los Jueces o las Cortes nos diesen siempre la razón. Pero cuando un partido tiene mayoría absoluta en el poder legislativo y además tiene al poder ejecutivo, no faltan los atentos arrastrados al poder y autoritarios que desearían tener poder absoluto.
En 1983 el entonces Senador Joe Biden dijo que “El rellenar la corte era una terrible, terrible, idea, una idea de cabeza dura”. Dicha declaración se dio en el contexto de un debate sobre leyes y democracia en memoria de una iniciativa de ley que promovió el Presidente Franklin D. Roosevelt en 1937 después de su arrolladora reelección.
En ese momento el Presidente Demócrata se enfrentó con reveses legales para implementar lo que él llamó el “Nuevo Acuerdo”, programa que era insigne de su gobierno. Molesto con el poder Judicial FDR, envió una iniciativa al poder legislativo para que los jueces que llegasen a los 70 años fuesen jubilados por obligación y para aumentar el número de nueve Ministros hasta asegurar una mayoría que le permitiese pasar y ejercer sin problema sus programas. Al final la propuesta de Roosevelt fue congelada por sus propios colegas en el Senado y después desechada por una nueva mayoría al paso de las elecciones de 1941.
Resulta memorable que Biden tenga un programa que se llama “El nuevo Acuerdo Verde” mismo que también enfrenta varios problemas en tribunales.
No podemos olvidar que Trump y Obama criticaron decisiones de jueces o ministros, pero ninguno decidió crear una comisión para amenazar a jueces o ministros como lo hizo el Líder del Senado Schuk Schumer en la escalinata de la Suprema Corte de EUA hace un año gritándoles que “no sabrían qué les Golpeo” y dejando que cientos de protestantes tratasen de derribar la puerta de dicho edificio por estar en desacuerdo con una decisión. Claro contraste con el escándalo que se desató unos meses después cuando otra protesta, pero ahora de derecha irrumpió en el Capitolio el pasado 6 de Enero.
“UNA REPÚBLICA, SI PUEDES MANTENERLA”
Cuando se estafa fundado lo que ahora es EUA, una persona le preguntó a Benjamín Franklin “¿Qué tipo de país era el que proponía para las colonias independientes? El Brillante político y científico respondió república”, si pueden mantenerla”. Él sabía que una democracia y una república se pueden formar, pero también perder si sus ciudadanos no luchan por mantenerlas, en especial si la gente no se educa en los valores republicanos. En la democracia se puede elegir a buenos, medianos o malos gobernantes, pero si un grupo o un individuo remodela las instituciones de balances y contrapesos como el poder judicial para que le sean tapete, entonces las repúblicas y las democracias desaparecen y se convierten en plutocracias o autocracias.
Durante la campaña del 2020 Biden se “vendió” como el candidato moderado que unificaría al país después de los twitters y la retórica dura de Trump, lo que contrasta con su decreto del pasado jueves o con la apariencia del mismo. Si bien es cierto que la comisión también analizará ampliar el número de jueces y magistrados de circuito, dicho análisis incluirá, además del número de ministros, el funcionamiento interno de la propia Corte, con lo que se podría alegar que le quieren quitar o restar independencia o poder al máximo tribunal.
La frustración del ala más radical del Partido Demócrata ha presionado a Biden quien parece haber aceptado la idea de formar esta comisión por decreto, a la que le dio seis meses para presentar sus resultados en lo que se llama la reforma del poder judicial al que podrían reformar para aumentar entre otras cosas de 9 a 13 ministros con lo que asegurarían una mayoría de Ministros afines en una Corte que ha sido referente de imparcialidad y democracia a nivel mundial.
En este momento y dadas renuncias y vacantes que se dieron durante la presidencia de Trump, el máximo tribunal gabacho se integra por 6 ministros conservadores y 3 liberales, pero en muchas ocasiones ha quedado claro que dichos ministros votan por apego a la ley y no por interés ideológico. Recordemos que fue esta integración de la Suprema Corte la que negó escuchar el caso de fraude electoral que alegaba Trump y fue esta misma corte la que también se negó a aceptar la cancelación del programa de los Dreamers, por lo que es muy claro que a pesar de ser propuestos por un partido o presidente, los ministros gringos se han mantenido independientes en la mayoría de los casos.
Obama designó a tres ministros, lo mismo que Trump, algunos presidentes han podido designar a uno otros a cinco, pero sino hay una reforma pronto o sino se jubila alguno, puede que Biden no tenga tiempo para designar a nadie, al menos eso es lo que parecen pensar sus correligionarios, quienes incluso están presionando públicamente al Ministro Breyer de 82 años para que renuncie de inmediato y permita a los Demócratas que de momento tienen mayoría en el Senado, la designación de un nuevo ministro más joven.
No es la primera vez que los Demócratas presionan a un ministro para que renuncie, de hecho lo hicieron también en contra de la afamada Ministra Ruth Ginsburg, pero no parece haberles molestado que Joe Biden sea sólo tres años menor al ministro que desean jubilar. Cabe recordar que Breyer es Ministro liberal como lo fue Ginsburg. La ministro también se opuso a esa presión de sus colegas liberales durante la era de Obama, manteniéndose en el cargo hasta que falleció en el 2020, dando oportunidad a Trump para designar en sus últimos meses y previo a la elección a la ahora Ministro Amy Barrett.
También en su tiempo Ruth Ginsburg declaró que el “rellenar la Corte” era un error que dañaría la imagen de la justicia en EUA. El jueves pasado y durante una cátedra impartida en la Universidad de Harvard, el Ministro Breyer declaró: “El Estado de Derecho ha superado muchas amenazas, pero se mantiene fuerte. Yo espero que la Corte mantendrá su autoridad, pero esa autoridad, así como el Estado de Derecho están basados en la confianza de que el Poder Judicial y la Corte están guiados por el principio de la ley y no por la política. Cambios estructurales en la integración o funcionamiento de la Corte motivados por el precepto de influencia política únicamente serán para el beneficio de la política”.
Algunos dicen que el decreto de Biden es para presionar a los jueces y a la Corte, amenazándoles con destituirles o diluir su poder sino les dan la razón a sus aliados radicales. Otros dicen que el movimiento de Biden es para apaciguar a sus radicales y que dicha comisión no llegue a nada de fondo, pero otros creen que su idea es alterar la conformación del poder judicial de EUA ahora que tienen mayoría en ambas cámaras y antes de las elecciones del 2022 en las que podrían perder una o ambas cámaras.
¿Qué pasaría si aquí el presidente decidiese aumentar el número de Jueces o de Ministros hasta asegurar una mayoría de aliados que le den en el poder Judicial la certeza de que sus políticas sobrevivirán más allá de su mandato y más allá de elecciones? Veremos si es sólo una amenaza o un “atole con el dedo”, pero podríamos estar ante un ejemplo que después nuestros gobernantes repitan.
“La verdadera impartición de Justicia, es el pilar más fuerte de la Democracia” es la frase inscrita en la parte superior de los Juzgados Federales en Nueva York, misma que va en el mismo sentido de la que está en la Suprema Corte en Washington… “Justicia Igual bajo la Ley”. Con mayoría de jueces y ministros amigos, designados por criterios ajenos a los intelectuales y éticos, la imagen del poder judicial de dicho país se vería severamente afectada como lo dice el Ministro Breyer.